El pasado sábado se celebró en Copenhague la final del Eurovision Song Contest 2014. Este espectáculo mueve cada año a miles de seguidores y para la ciudad anfitriona supone siempre un reto de cara a la capacidad organizativa, donde la movilidad juega un factor fundamental.
Muchos no saben que Eurovision es más que el programa que se retransmite el sábado por la noche por televisión. Durante la semana se celebran también dos semifinales. Además, para cada espectáculo se realizan dos ensayos con público. Un total de nueve espectáculos en apenas seis días, que en esta ocasión han acogido cada uno más de 11.000 espectadores. Por otra parte, hay que mover a los cientos de personas de la organización, de las 37 delegaciones participantes y de los 80 medios de comunicación acreditados. Por último, cabe destacar que a lo largo de la semana se realizan por las calles de la ciudad multitud de actividades relacionadas con el evento.
¿Cómo lo ha hecho Copenhague?
La percepción que se han podido llevar los asistentes a la edición de este año es que la organización ha sido ejemplar, tanto dentro como fuera del recinto. La gestión del flujo de personas que se desplazaban entre el recinto y la ciudad ha sido resuelto con nota. Esto es lo que se ha realizado en Copenhague de cara a la movilidad:
Llegada al aeropuerto: Nada más aterrizar, los asistentes se encontraban con puestos de información en los que se indicaba la ubicación de los distintos recintos y la forma de llegar a ellos. Tan importante era este servicio para los organizadores que a muchos de los que acudían a estos puntos se les pedía responder después a una breve encuesta de satisfacción. Estos puntos estaban también en lugares estratégicos a lo largo de la ciudad.
¿Cómo se llegaba al recinto? El traslado al B&W Hallerne, un antiguo astillero en una isla totalmente segregada de la trama urbana, se estabeció de forma clara y sencilla:
-Un servicio especial de ferrys, con frecuencias inferiores a diez minutos en las horas punta del evento, que fueron capaces de transportar a cientos de personas cada de manera rápida y efectiva. Para subir a los barcos bastaba con mostrar la entrada al espectáculo, aunque no siempre se solicitaba, entendiendo que ese era el único motivo para subir.
-La prolongación y el refuerzo de la línea urbana 9A de Movia, el operador de transporte urbano. Durante toda una semana, esta línea ha prolongado su recorrido habitual para dar servicio al recinto y ha aumentado considerablemente su frecuencia, además de mostrar en el indicador de los buses claramente el evento al que servían (incluso con el propio logo, como vemos en la imagen superior). Se dio mucha importancia a la fluidez de la gran cantidad de personas, no haciendo necesarias las validaciones en esta línea especial.
Tanto en el servicio de barcos como en el de autobuses estuvo perfectamente señalizado y hubo personal en todas las paradas, en las que se dirigía al público de forma muy ordenada. Evidentemente, en algunos momentos hubo que esperar para poder abordar el medio de transporte elegido, sobre todo a las salidas de los espectáculos, algo inevitable cuando se trata de mover a miles de personas a la vez. Pero el resultado final ha valido la pena y quizás las ciudades españolas puedan aprender de experiencias como esta que demuestran que de forma sencilla se puede dar respuesta a las necesidades de los grandes eventos. ¿Cómo lo habría hecho, por ejemplo, Madrid?
Hay que compararlo todo con Madrid??? Será que no hay ciudades españolas con eventos multitudinarios cada año o con una gran afluencia de turistas como para ver como se gestiona la movilidad en esas ciudades sin necesidad de suponer qué pasaría en Madrid…
Y pongo algunos ejemplos:
1) Benidorm casi multiplica por 10 su población en verano, cómo se gestiona la movilidad en Benidorm durante el verano??
2) Valencia, si no me equivoco, tiene casi 1 millón de visitantes en Fallas, cómo se gestiona esa gran afluencia de gente en Valencia??
Hola Christian, si te animas a escribir esos artículos, puedes contactar con nosotros en [email protected] 🙂
Os habéis fijado en que el logotipo de la empresa danesa tiene cierto aire al logotipo que tenía la EMT? Con lo bonito que era… y nos lo quitaron. Hay ciertas cosas icónicas que conforman una ciudad, y una de ellas es la Historia que había detrás de ese logotipo. Si se eliminan las pequeñas cosas que conforman el cimiento de la urbe, se consigue eliminar el cariño por la ciudad en la que te desenvuelves, y si eliminas el cariño, reduces la probabilidad de que los habitantes se sientan apegados y preocupados por lo que pasa en la ciudad. Creo que los gestores públicos lo saben y por eso se esfuerzan en eliminar cualquier rastro icónico.
Como curiosidad, el logo y la marca de Movia de Copenhague son relativamente nuevos. de hecho, casi me atrevería a decir que su implantación coincidió en el tiempo con la desaparición del de la EMT.
Aparte del contenido del artículo, que se refiere a la movilidad, quiero decir que la ciudad se volcó en el evento. La ciudad estaba pletórica, repleta de pancartas y alusiones al festival. Conciertos, actividades en las principales plazas… Y un montón de gente dispuesta a ayudar al visitante en todo momento. Una gran experiencia de principio a fin.
Vivo en Copenhague y doy fe de lo que aquí se dice. El sábado iba yo hacia el centro en tren y por megafonía se explicaba como llegar al recinto (coger el metro y luego el bus 9A).
El transporte público aquí está muy bien, aunque es una ciudad bastante pequeña comparada con Madrid. Han instalado un sistema que se llama Rejsekort («Tarjeta de viajes») que es una tarjeta sin contacto con la que haces «check in» y «check out» (incluso en los autobuses hay un lector a la entrada y otro a la salida). Está completamente integrado y se pueden hacer todos los transbordos que se quieran. ¿La pega? Es muy caro!! Un abono mensual de cinco zonas (equivalente a Madrid zona B1, porque las zonas son muy pequeñas) vale unos 100 €. Y pensaréis, ¿por qué no todo el mundo va en coche? Porque el impuesto de matriculación es más del 100% del precio del vehículo!! jajaja. Por eso aquí el principal medio de transporte es la bici.
Pues habrían habilitado algún descampado cercano como aparcamiento para coches. En qué cabeza cabe ir en autobús a esos eventos, en Madrid, ahí es ná…
Yo creo que la respuesta de como lo hubiera hecho Madrid no es difícil de responder ya que eventos con características similares o incluso más demandantes de movilidad son relativamente frecuentes en la ciudad.
Por ejemplo el Bernabeu tiene un aforo de entre 80.000 y 100.000 personas dependiendo de si se trata de un partido de fútbol o un concierto.