La contaminación en Madrid es un tema serio. Cada año mueren más de 5.000 personas por esta causa en nuestro país (el doble que por accidentes de tráfico), y para la capital es uno de sus principales problemas.
Sin embargo, nuestros gobernantes nunca se han tomado este problema en serio, a pesar de que las estaciones de medición superan constantemente los niveles máximos permitidos por ley para proteger la salud pública. La respuesta del ayuntamiento fue presentar un insulso plan de mejora del aire y pedir a la Comisión Europea que nos deje seguir contaminando por encima de la ley cinco años más. Por suerte, el sentido común se ha impuesto en Europa y nos lo han denegado, al considerar que con las actuaciones previstas no se garantiza que vaya a disminuir la contaminación.
Se ve que la Comisión Europea no está de acuerdo con la alcaldesa cuando ella dice que «el aire de Madrid es el mejor de la historia». Ahora Madrid se enfrenta a multas millonarias y deberá reducir, esta vez sí, la presencia de contaminantes en el aire que respiramos. Y es que ya basta de huidas hacia adelante y de medidas que, aunque positivas, solo son maquillaje: sí, está bien comprar autobuses más ecológicos para la EMT o subvencionar los cambios de caldera a las comunidades de vecinos, pero eso es el chocolate del loro. El auténtico problema de la contaminación en Madrid son los coches, y a día de hoy, no se ha tomado una sola medida valiente para reducir su número. Y trabajo hay: según reconocía la actual alcaldesa hace unos meses, tendría que haber un 50% menos de coches circulando por la ciudad para cumplir los límites de contaminación.
Tenemos pocos motivos para creer que esta vez las administraciones van a hacer algo. Las áreas de prioridad residencial no se amplían desde hace años, como tampoco se peatonalizan calles. La excusa es que no hay dinero, aunque todos sabemos que peatonalizar es gratis: lo caro es que una constructora pavimente la calle con granito traído de Vigo.
La zona de bajas emisiones es poco más que una broma consistente en pegatinas en los parquímetros, que solo compite en vergüenza ajena con la mayoría de carriles bici de la ciudad. El servicio de bicicletas públicas MyBici ni está ni se le espera (ah, la crisis, qué bien viene para hacerse la foto prometiendo cosas que luego no se van a hacer), y todo lo que entienden nuestros políticos por cambiar las tarifas del transporte público supone encarecerlas aún más y complicar el sistema con nuevos billetes, en vez de una verdadera integración. Y por supuesto, nadie se atreve a proponer un peaje urbano como el que aplica Londres para disuadir a todos aquellos que se acercan con su coche hasta el mismísimo centro de la ciudad. Aún peor: estudian darles facilidades construyendo macroaparcamientos a pocos metros de la Puerta del Sol. ¿Para qué necesitamos promover el transporte público? Estamos tan sobrados que hasta rechazamos millones de euros hace años para bajar el precio del abono transportes.
Ya basta de privilegios absurdos al coche, que es el factor que más contribuye a la contaminación ambiental en la ciudad. Las externalidades positivas del coche solo las disfruta quien lo conduce, y las negativas (contaminación, ruidos, accidentes, ocupación de espacio público, gasto en infraestructuras) las sufre toda la ciudad. Si durante los últimos años en vez de construir grandes infraestructuras para el coche, innecesarias ampliaciones del «mejor metro del mundo», burlarse de la bicicleta, subvencionar la compra de coches y pelearse más por colocar logos y salir en fotos se hubiera una política de apoyo a la movilidad sostenible, hoy disfrutaríamos de un aire más limpio y un sistema de transporte público más eficiente y sostenible económicamente. Y por supuesto no tendríamos que mendigar a Europa que nos deje seguir saltándonos la ley hasta que se nos ocurra algo mejor ni que pagar vergonzosas multas.
¿Necesitan ideas nuestros políticos? Pregunten a los técnicos en movilidad sostenible. Ampliaciones razonables de líneas, integración de tarifas, disuasión del uso del coche, auténtica promoción de la bicicleta, peatonalizaciones valientes e inversiones racionales en mejoras son solo algunas ideas. Pero hay muchas más.
Grande e interesante tema para las victimas del terrorismo de estado. Delincuentes de guante blanco que golpéan desde distintas posiciones al derecho a la vida, y a la dignidad los ciudadanos.
«La fusión secreta del Partido Popular con ETA es sin duda el mejor movimiento político de la España de la democracia. Y el primer objetivo de la coalición, por supuesto, es Madrid. Con una estrategia de lo más ingenioso: cambiar las balas por monóxido de carbono.”
http://www.homovelamine.com/index.php?numero=2&pagina=5
Pero ¿alguien de verdad cree que los políticos van a solucionar este tema si eso supone ir en contra de la industria automovilística?
Jeje; y aun hay ilusos que creen que estos dirigentes harán otra política
Botella rechaza reforzar las medidas contra la contaminación
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/23/madrid/1369309485_264498.html
No os hagáis nunca ilusiones, es un tema que no se va a hacer casi nada; bueno, promover algunas ventajas fiscales a coches híbridos, y aumentar el precio de los parquímetros, nada más
Los que van a imponer sanciones al ayuntamiento madrileño también son políticos. Concretamente de la Comisión Europea.
Parece que esos políticos sí se atreven con la industria automovilística.
Porque Madrid es una más de la larga lista de ciudades a ser sancionadas por dejar que el aire se llene de mierda.
Tan solo 2 ideas:
– Ampliación de carriles bus a muchas calles, ¿por qué Goya o Alcalá en Ciudad Lineal no tienen carril bus?
– Estudio serio para la reordenación de la red de autobuses ¿es mejor una red redundante con una tarifa prohibitiva para coger 2 autobuses o una red que potencie la conectividad?
Madrid ya no tiene excusas, tiene que reducir la contaminiación… muy bien y qué si no la reduce? qué va a pasar? van a venir de la Comisión Europea a detener a la alcaldesa? la van a multar? y qué? qué pasa si no paga la multa? si no reconoce su autoridad para multarla? la van a embargar su cuenta corriente o qué? pues no, no pasa nada. Madrid seguirá como está y punto. Yo seguiré cogiendo mi coche para ir al curro porque seguiré tardando una hora menos en llegar que si voy en transporte colectivo. Que está muy bonito vivir y trabajar en el centro de Madrid. Pero la realidad de mucha gente es que trabajamos al otro lado de donde vivimos. Es triste, pero es lo que hay.
Sanciones económicas millonarias a pagar por el Estado. Por si ya tuviéramos que pagar poco a Europa, ahora más. ¿Te parece poco?
Sí, me parece muy poco. No conozco el mecanismo por el que la Comisión Europea pueda embargar la cuenta corriente del Estado o del Ayuntamiento ante el impago de la sanción.
Yo tampoco conozco esos mecanismos al detalle.
Pero sí sé que los tratados internacionales tienen valor de ley en este país. Y la Comisión Europea tiene potestad en España gracias a dichos tratados internacionales que en su día firmamos.
Así que sí. Salvo que los tribunales de justicia digan lo contrario, pueden cobrar la multa.
Y en cualquier caso, si nos ponemos bordes, siempre podrán deducir la multa de yo qué sé qué ayuda con cargo a algún fondo europeo al desarrollo de alguna chorrada.
Mirad aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/Tarifas_de_congesti%C3%B3n
Estoy con Lole: palo para el usuario del transporte privado, y zanahoria para el del transporte público.
Las peatonalizaciones de calles están muy bien (como peatón, me encantan). Los peajes en el centro pueden funcionar. La promoción del uso de la bici es imprescindible.
Pero todo eso sólo servirá para reducir el tráfico de coches en el centro; no para reducir el tráfico de coches en la comunidad autónoma. Es decir, que estimularíamos las deslocalizaciónes de actividades esencialmente urbanas a la periferia, algo que considero nefasto.
Cierto que al mismo tiempo deslocalizaríamos también la contaminación. Seguiríamos contaminando a lo bestia, pero más dispersamente. Lo que no me parece suficiente.
Se trata por tanto de reducir el tráfico cotidiano de vehículos. Pero no sólo por el centro sino por toda la provincia. Y eso lo podemos conseguir gravando el precio de la gasolina a nivel comunidad autónoma. Sí, más todavía. Sí, ya sé que buena parte de su importe son impuestos. Pero a la vista del uso masivo y cotidiano del coche es obvio que la gasolina sigue siendo demasiado barata. Si no fuera demasiado barata la gente no usaría el coche a diario. Si no fuera demasiado barata, las empresas no se deslocalizarían a polígonos remotos. Si no fuera demasiado barata, la gente no buscaría vivienda en las quimbambas.
Siento parecer radical, pero en geneal la gente sólo obedece a incentivos. Lo de concienciar está muy bien, pero no llega. Al final, cada quisque va a lo suyo. Para que la gente se acostumbre a dejar el coche en su calle, casa o garaje hay que darle donde más le duele. En la cartera.
Si encarecemos la gasolina las bicicletas aparecerán por todas partes. Y con lo que se recaude, se puede financiar el transporte colectivo.
El problema no es que la gasolina sea barata, es que el transporte público es excesivamente caro. Por ejemplo yo me voy muchos días al curro en coche y vivo en el centro de Madrid y curro al lao de la M30, pero el recorrido en coche aparcando y demás me ronda la media hora, en transporte público casi la hora y de coste a ojo me sale un poco más caro el coche, pero ¿Cuanto vale una hora de tu tiempo?
Cuando digo que la gasolina es barata lo digo en términos relativos. Es decir, que no es lo suficientemente cara como para incentivar el uso del transporte público y para desincentivar el privado.
O para decirlo de otra manera. Cada vez que tú o cualquier otro usáis coche en vuestros desplazamientos cotidianos efectivamente os ahorráis un dinerito en forma de tiempo, pero al mismo tiempo generáis un costo económico en forma de contaminación. Un costo que recae sobre toda la sociedad. Lo que yo propongo es que se cobre más al individuo por contaminar.
Además, todos proponéis mejores infraestructuras viarias. Cuestan dinero. Requerirán más impuestos. Sea: subamos el precio a la gasolina. Esos ingresos adicionales permitirán construir algo de esas infraestructuras.
No le echeis la culpa sólo a los políticos. También tienen la culpa los que tiene coche y lo usan. Se habla mucho de los «fumadores pasivos». Pero también hay que hablar de los «automovilistas pasivos» (y no solamente por la contaminación sino también por los atascos, las aceras minúsculas porque han dejado un carril para aparcamiento de coches, etc.)
No os preocupéis: a esta Botella también le llegará su Dos de Mayo. http://www.homovelamine.com/index.php?numero=-1
Lo veo difícil la verdad. Con esta gentuza en el Ayto de Madrid, ajenos a todo, pagados de sí mismos y preocupados sólo de hacerse la foto y asistir a cócteles.
¿Se le ocurrirá a Ana Botella, en las horas muertas de su inmenso despacho, pensar en esto? Yo creo que le preocupa más planear cuándo volver a la peluquería con el coche oficial en horario de trabajo.
Chicos, sois increíbles. Gracias por esta entrada y la última de las autopistas. Y ahora, basta de cháchara, hay que pasar a la acción. Volveréis a saber de mí.