Como ya os comentamos hace algunas semanas, el Ayuntamiento de Madrid viene trabajando durante los últimos meses en la redacción del Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático. Tras la fase de participación a través de Decide Madrid, el diálogo con los barrios (incluso a través de los recientemente estrenados Foros Locales) y de un proceso de reuniones bilaterales a las cuales acudimos con un primer borrador de alegaciones, se abrió el periodo reglado de información pública.
Antes de que finalizara este periodo, desde ecomovilidad.net entregamos un completo documento de alegaciones que incorporó también las aportaciones de algunos de nuestros lectores y que queremos compartir con vosotros (pinchad en la imagen):
Podréis ver que hay partes comunes con el anterior documento de alegaciones ya que en la versión llevada a información pública se aprecian aún gran parte de los problemas detectados en la fase previa. Sí que llama, sin embargo, la atención cómo se ha rediseñado la medida nº1 entre el primer borrador y el último documento, referente al Área Central Cero Emisiones, que seguro que además será una de las medidas que más dará qué hablar (y que hoy será debatida en Churruca15. Como el aforo es limitado y ya han conformado bastantes asistentes, os recomendamos no daros el paseo en balde y seguirlo en Twitter a través del hashtag #Churruca15 a partir de las 19.00h).
40 Años perdidos. Y en pocos días esa misma prensa se contradecirá protestando por los cortes.
NOVIEMBRE DE 1977.
Ayuntamiento de Madrid tiene en marcha una campana en favor de la utilización del autobús. Su presentación al público, insistiendo en las conocidas ventajas de este medio colectiva de transporte, nos parece de la máxima oportunidad, teniendo en cuenta que nos acercamos a, las. fechas en ue tradicionalmente se registran en Madrid los mayores índices de circulación de vehículos privados.
Acaso la campaña fomentadora de viajeros en autobús sea insuficiente si no se acompaña de otras medidas rotundas que de una vez por todas pongan Orden en la gran zona centro de la capital de España. Comparto la preocupación de la Casa de la Villa ante los ya acostumbrados embotellamientos que dejan la ciudad colapsada en esas tres largas semanas que van desde las vísperas de Navidad hasta el día de Reyes.
El área comercial de Madrid, cada ves mas indefinida en función de su dispersión, es un puro taponamiento en esas jornadas de mayores compras anuales.
Pone los pelos de punta pensar que, ante el caos del tráfico urbano que se avecina, el Ayuntamiento no hará ota cosa ue recomendar a los madrileños que dejen el coche en casa y utilicen el transporte público,
No; no puede bastar con procedimientos de tan corto alcance. Cuando una ciudad como 1 nuestra ha llegado a situaciones críticas; cuando es imposible la puntualidad, prisionero el ciudadano del más lento tráfico de Europa; cuando calles ateras quedan bloqueadas por millares de automóviles; cuando, además, se prevé una segura invasión de conductores tratando de alcanzar puntos de la ciudad de por sí congestionados; cuándo todo esto sucede, el Ayuntamiento tiene la obligación y el deber de organizar el movimiento! d é la s gentes, precisamente para salvaguardar su libertad de desplazamientos e impedir que esta, en otro tiempo maravillosa, Villa sea antesala del infierno y cámara de torturas mentales.
Lo qué puede beneficiar a todos es la clausura del centro de Madrid (un centro por definir) a los vehículos privados, permitiendo sólo la circulación de autobuses y taxis. No encontrará la Casa de la Villa mejor ocasión que la que se le ofrece en las próximas fiestas: navideñas y su prólogo, para ensayar lo que debió hacerse años atrás y no llegó a intentarse por falta de un planteamiento riguroso de la circulación y, por qué no decirlo, por falta de coraje de la autoridad municipal.
La gran masa de madrileños ue utilizan su coche para ir al centro solo desistirán del volante si saben que desde tai o cual calle el tráfico está cortado a servicio privado. No hay Otra medida disuasoria. ni puede entenderse una interpretación más exacta y justa del principio de autoridad. Hágase un estudio responsable del callejero de Madrid por previsiones de densidad de tráfico y móntese sin tardanza un plan lógico de cierre de vías al tráfico de automóviles particulares, a modo de gran experimento aprovechando esos días para los que nada mas falta un mes.
En la presente situación, y en la que se avecina, agravada, no caben paños calientes ni medias tintas. Enos repetido muchas veces que el automóvil tiene su sitio, que no es precisamente el centro de Madrid. Momento es de pasar a la acción en bien de la tranquilidad de una ciudad en las horas felices de unos días tan entrañables para los españoles.
Yo propondría demoler los viaductos de Pacífico y de Raimundo Fernandez Villaverde y cerrar todos los pasos subterráneos dentro de la M-30, para reconvertirlos en servicios para la ciudad como puntos de reciclaje o aparcamientos para residentes y de paso quitar los de la superficie.
Un saludo