Hace algunos años, el metro era la estrella de las campañas electorales. Tras décadas de un crecimiento contenido, durante la década de los 90 se llevaron a cabo los «planes de ampliación» megalómanos, construyendo en apenas una legislatura (porque las obras siempre se terminaban un par de meses antes de las elecciones) tantos kilómetros como en décadas anteriores.
Fue en esta época cuando comenzaron a realizarse grandes campañas de publicidad sobre el metro, a medio camino entre la promoción del transporte público y el autobombo gubernamental, y nació el lema «Metro de Madrid, uno de los mejores metros del mundo» que el habla popular acabó deformando a «El mejor metro del mundo». Nunca jamás ningún organismo nos ha concedido esa distinción, y muchos de los que repiten a todo el que quiera oirles que Madrid tiene el mejor metro del mundo apenas han visitado dos o tres más, y por supuesto, solo como turistas y no con un uso intensivo del día a día. Pero «el mejor metro del mundo» era construido por el gobierno regional, y eso daba posibilidad de aparecer en las noticias un día sí y otro también. Inauguraciones, promesas de metro, visitas a las obras, nuevos trenes, nuevas estaciones…
Y es que, ¿en qué nos fijamos para saber si un metro es mejor que otro? ¿en que tenga estaciones con techos altos y espacios diáfanos y trenes con formas redondeadas que recuerdan al AVE? ¿en que llegue a los principales puntos generadores de demanda de la ciudad, en que sea una alternativa al coche, que sea accesible tanto físicamente como económicamente, que tenga una red con criterios razonables y una perfecta coordinación con otros medios? ¿que no falle nunca, o que cuando lo haga informe puntualmente a los usuarios y les ofrezca alternativas? ¿que tenga un sistema tarifario justo, que beneficie al que más lo utilice y a quien no tenga acceso a otros medios?
Pero atreverse no ya a negar, sino a cuestionar que el metro de Madrid sea el mejor del mundo es un tema tabú. La publicidad ha calado, y el mensaje llegó a ser «El mejor metro del mundo» también en los carteles. Incluso en artículos constructivos de esta misma web tuvimos que recibir insultos por parte de quienes creen que criticar (constructivamente) el metro es criticar algo sagrado, como si fuese un símbolo nacional incuestionable.
Es bueno que la gente sienta orgullo de su transporte público, pero el problema es cuando esto lleva a una situación irracional, donde además el orgullo es por el metro únicamente. Para una ciudad como Madrid, el metro es imprescindible, pero no tiene sentido querer solo metro. Una ciudad tiene que tener un sistema intermodal donde todos los medios colaboren en su especialidad: transporte rápido de punta a punta, transporte accesible en barrios aislados, transporte de media distancia…
Pero si nuestro metro es el mejor del mundo, ¿quién quiere autobuses? Esos no son los mejores del mundo. El autobús es para perdedores. Si nuestra comunidad tiene el mejor metro del mundo, no quiero otro transporte que no sea metro. Y así apareció lo que se llamó el «derecho a Metro». Todo el mundo reivindicaba su derecho a tener metro, más aún desde el momento en el que el ferrocarril metropolitano salió de la ciudad de Madrid y se abrió la veda a que cualquier pueblo o población reivindicaran como derecho humano fundamental contar con una línea de metro. Adonde fuera, lo que importaba era que el alcalde pusiese bajar 15 días antes de las elecciones por unas escaleras de reluciente granito y hacerse multitud de fotos en una estación diáfana de techos altos y trenes que recuerdan al AVE.
Y claro, si la gente quiere metro, «porque es su derecho» y «porque es el mejor del mundo», los políticos no iban a dejar que unos técnicos de movilidad les estropeasen la fiesta proponiendo líneas de autobús o tranvías, o incluso cercanías para unir poblaciones distantes entre sí. Porque, ¿qué sabrán ellos de lo que necesita la gente? A la gente hay que darle metro. Y no me compares el tiempo que te dedica el informativo de la tele si inauguras una línea de metro que si inauguras una parada de autobús. Y el tranvía, ¿eso qué es? Quita espacio a los coches, y tampoco es plan. Además, tranvía suena a algo del pasado. Y hay que cortar árboles para hacerlo, y mueren gatitos al hacerlo, y ganan los terroristas. El futuro es el metro. El mejor del mundo.
Llegaron todo tipo de líneas. Algunas útiles, otras no. Los partidos se peleaban por ver quién prometía más kilómetros de metro en sus programas electorales. Y descubrimos que hacer metro era carísimo, muchísimos millones de euros. Y como eso afectaba a las cuentas del gobierno, se lo encargamos a una empresa pública. Y cuando Europa nos dijo que esa manera de maquillar las cuentas no valía, comenzamos a encargárselo a empresas privadas a las que estaremos pagando durante décadas. Y cuando aun así la crisis ya asomaba su cabeza por detrás de la puerta, comenzamos a recortar en todo lo posible: estaciones más pequeñas que impiden una futura explotación conjunta, materiales de construcción inadecuados que ponen en peligro a los viajeros, unir poblaciones entre sí con un tranvía en medio del campo, nuevos tramos que necesitan arreglos a los pocos años… pero siempre llamándolo Metro. El mejor del mundo.
Y se inauguraron las líneas de metro, con chirigotas, paellas populares y conciertos de folclóricas. Que no sea por fanfarrias. Hasta construimos estaciones que no se abren por si algún día hacen falta, con su escalera mecánica y carteles en los andenes.
Y llegó la crisis, esta vez del todo.
Y nos encontramos con que todo esto había que pagarlo. Que las estaciones y los trenes costaban un dineral cada mes, tanto en amortización como en mantenimiento (sobre todo cuando circulan trenes alquilados mientras los propios permanecen en cocheras). Que los viajeros bajaban, y las previsiones ultraoptimistas con las que se hicieron las obras no cuadraban. Tal vez porque la intención de contentar a todos y el uso de un medio tan poco indicado como el metro para viajes largos hacía que se tardase más.
Se subieron las tarifas. Un poco primero, otro poco después, una subida más a mitad del año, una enorme en enero.
Mientras tanto, los políticos descubrieron que también podían sacarse fotos con otros medios. Las inauguraciones de líneas de autobús pasaron a ser contenido de notas de prensa y amplios reportajes, animados por unos medios de comunicación que poco más podían contar con la mitad de periodistas. Había eventos para inaugurar una marquesina de autobús, o colocar un cartel en un vestíbulo de metro. Y volvió la retórica triunfalista: «Las marquesinas de autobús más avanzadas del mundo».
Las cuentas no cuadraban. Se volvieron a subir las tarifas a límites dolorosos, expulsando del transporte público a mucha gente que ya no podía pagarlo. Se bautizaron estaciones con nombres de productos comerciales. Se cerraron líneas de cercanías.
Seguían sin cuadrar las cuentas. En pleno verano, sin previo aviso, comenzaron a cerrarse vestíbulos. Tal vez temporalmente, tal vez definitivamente. La frecuencia de metro en hora punta (y en el resto de horas) se redujo a niveles que antes solo se daban a última hora de la noche. Los trenes van más llenos que nunca.
Pero si viajas a una población de las afueras de Madrid, podrás ver bocas de metro en sus calles y plazas. Y si bajas por ellas, encontrarás un estupendo vestíbulo con escaleras de granito, techos altos, suelos de mármol y trenes que se parecen al AVE. El mejor metro del mundo.
«La frecuencia de metro en hora punta (y en el resto de horas) se redujo a niveles que antes solo se daban a última hora de la noche»
¿Antes pasaban los trenes cada 3 minutos a las 12 de la noche?. Menudo «experto» en metro estás hecho
¿Trenes cada tres minutos? ¡Dime dónde está eso, que lo compro!
Antes sólo circulaban cada 7-8 minutos (de hecho, cada 7’30» con programa horario) a partir de las 22.00 de domingo a jueves y a partir de las 23.00 los viernes, sábados y vísperas de festivo.
Ahora lo de 7-8 minutos es completamente normal a cualquier hora del día… y a veces incluso bastante más.
Y lo que sucede actualmente a partir de las 9 de la noche es inenarrable, más te vale no tener que utilizar el metro a esas horas… Pero eso es otra historia.
A ver, pero si el autor ha ido a protestar a Génova esta noche. Si gobernara en Madrid el PSOE (nunca ocurrirá), el amigo Fernando dirá que el Metro es la puta leche.
Había pensado no moderar este comentario, pero creo que el nivel de la argumentación ad hominem te define perfectamente.
Puestos a comparar metros, señalaré un detalle que no se ha mencionado aún en los comentarios: el diseño.
En Londres, el otro metro que más conozco, las estaciones de 1860 siguen prácticamente igual que cuando fueron construídas. El mejor ejemplo que se me ocurre es Baker Street, con sus direcciones aún puestas en hierro forjado. Y las estaciones nuevas, como Westminster, tienen una arquitectura impresionante. Al estilo de Chamartín, pero sin que parezca que los materiales son los más baratos que puedieron encontrar.
Aquí en cambio, hemos cubierto el baldosín original de las primeras estaciones por paneles de coloricos, sosainas y cutres. Con alguna bella excepción, por suerte, como Tirso de Molina y parte de Bilbao.
Pero no es caso aislado: de sobra sabemos el gusto de nuestros queridos políticos por tirar lo viejo bonito para construir nuevo feo.
Hace un par de semanas se hablaba en Salvados de la sexta, de una de las infinitas y nefastas consecuencias que tuvo la privatización, o también llamada liberalización, del sector energético en este país.
Como resumen, se generaron oligopolios de generación, distribución y venta en donde los artistas invitados en el negocio, son siempre los mismos, vamos, que queda todo en casa.
Todo ello se vendío como una mejora del sistema, que redundaría en una bajada de precios para el consumidor final y en una descarga para el sistema público, que se centraría en servicios esenciales. Sin comentarios.
Resulta fascinante como ahora esos servicios esenciales se estan privatizando, alegando ahora, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y no podemos permitirnoslo. La realidad pone en evidencia, el presunto robo de estos politicuchos-negociantes, emprendedores de tres al cuarto de la Comunidad de Madrid, y me ciño a Madrid, por empezar por algún lado.
Uno tiene la sensación que Telemadrid, el Canal, Caja Madrid, las Radiales, los Hospitales Públicos, los soterramientos , los Centros de Salud, el Madrid Arena, o el Consorcio de Transportes, no son más que instrumentos de unos presuntos chorizos para satisfacer sus intereses, el de sus amigos emprendedores y todos sus primos hermanos.
Lo fascinante, como dice Lole, es que cada uno va a lo suyo, vota atendiendo a cuestiones bastante fascinantes y otros mientras tanto, con las cosas muy claritas, haciendo negocio y a los cuatro años ( y uno de incompatibilidad, cuidado), a la empresa del gremio de la que era Consejero de turno…
En fin…voy a ponerme a ahorrar, para la proxima subida del no sé cuantos % del abono, con las campanadas del año nuevo.
Un saludo.
Yo soy de Barcelona y sí, cuando estuve en Madrid, las estaciones me parecieron muy bonitas, anchas y luminosas, acostumbrado a angostos pasillos está muy bien.
Pero lo que más me impacto fue lo estúpidamente lento que es. Para ir del aeropuerto al centro (Lavapiés) es una hora y pico de viaje haciendo TRES transbordos (no había cercanías). Los transbordos son demasiado largos, y la configuración de lineas de Madrid obliga a hacer muchos transbordos porque hay pocas conexiones directas entre lineas. Además las bajas frecuencias penalizan aun más la necesidad de transbordar en tiempo de espera.
Finalmente, para acabar la faena, no es sólo lento por los transbordos, el metro es lento de por si, un trayecto de 10 paradas en Madrid son 30 minutos, en Barcelona, 16-18, 20 en el peor de los casos. Es una diferencia significativa.
Así que no se, quizá el Metro de Madrid es el mejor del mundo en infraestructura o en limpieza, eso no lo se. Pero lo que es en dar un servicio ágil y rápido de transporte de personas (que es para lo que sirve un metro, que yo sepa) deja mucho que desear.
La verdad que tuviste mala experiencia. Entre mis recorridos habituales recorro 10 estaciones de la línea 7 y no tardo nunca más de 20 minutos. Unos 15-20 es lo normal.
Para ir de Barajas a Lavapies no son necesarios tres transbordos. Quizás el plano RARO te jugó una mala pasada al planificar tu viaje :s
Aunque sin duda coincido en que nuestro Metro es excesivamente radial y en determinados trayectos con necesarios dos transbordos. Especialmente en las zonas servidas por líneas que no pasan por el centro, y pocas estaciones con transbordo como las líneas 7, 8, 9 y 11.
Un saludo.
Los valores de tiempo los he sacado de google maps, que se supone son los oficiales del Consorcio (contando tiempo de acceso), y el recorrido de metro de la T4 a Lavapiés lo saqué directamente de la web metro de Madrid, de hecho es el resultado que sigue dando ahora mismo, T4 -8- Nuevos Ministerios -10 – Plaza de España – 3- Lavapiés (52 minutos + esperas). Por suerte ahora está Cercanías, pero necesitas dos billetes para transbordar.
Sea como sea, el tiempo de viaje se puede ajustar, lo de los transbordos no tiene mucha solución salvo obras gordas, y penaliza la red enormemente.
En relación con la línea 7, es vergonzoso que dicha línea se cruce con la línea 1… ¡y no haya trasbordo directo entre ellas!
Interesante debate el que estáis planteando.
Un problema que detecto es que el ciudadano necesita tiempo para evaluar ciertas actuaciones. En el caso de Alcobendas y Sanse, el hospital y el metro se abrieron en abril, mes y medio antes de las elecciones.
En mes y medio ninguna persona puede evaluar nada. La gente «admira» el metro y el hospital, que no usarán hasta que lo necesiten, claro. Pero el metro y el hospital ahí están, se presupone que son algo bueno y se «premia» en las urnas, por supuesto sin distinguir Comunidad y Ayuntamiento.
Cuatro años después, la gente ya sabe que el Metro no ha mejorado sus criterios de movilidad (salvo en casos concretos) y los hospitales están al borde de la privatización. Sin embargo, las inercias siguen. Yo hace dos años que no piso el Hospital del Norte (por suerte) y hasta que no vuelva no podré valorar si me ofrece la calidad suficiente. El Metro ahí está y quizás mucha gente premia su mera presencia aunque no lo use, sin valorar ni lo que cuesta, ni si le está aportando realmente algo.
Es un tema complejo que daría para una tesis doctoral. De hecho, cierto TFC de nuestro compañero Isidro dedica cientos de páginas a abordar este fenómeno.
El problema parece insoluble.
Los políticos optan por inaugurar cosas en vísperas de elecciones porque saben perfectamente que dan votos. Eso lo tienen más que estudiado. Así que no hay incentivos para que actuen de otra manera. Salvo que no haya un duro para construir nada, claro. Mientras tanto, vivan las «calatravadas».
Es verdad, Adri, que en el tiempo que va entre la inauguración y las elecciones no hay margen suficiente para estimar si la obra será aprovechable para sus vecinos.
Pero aún suponiendo que sí lo será (aprovechable), que la obra sea ideal de la muerte para los habitantes de sus aledaños, no es suficiente. Porque hay que tener también en cuenta su coste, en relación con la capacidad inversora de la administración involucrada.
Como ejemplo tenemos el tranvía de Parla, que, hasta donde llego (de oídas), parece que está muy bien. Pero indudablemente ese municipio no se podía permitir semejante inversión. Un puro dispendio. Así que no, votar en su favor fue una mala opción.
Otra: ciertos famosos soterramientos de autovías en Madrid. Por debajo está muy bien, por encima… bueno si eso pretende ser un bulevar, que se acerquen al Paseo del Espolón en Burgos (por ejemplo) y que se sonrojen con la comparación. Pero lo que importa: para sus vecinos inmediatos la inversión es maravillosa, se acabaron los ruidos; pero claro, porque lo paga toda la ciudad, aunque muchos de sus habitantes no la huelan más un puñado de veces el resto de su vida. Pero los subsiguientes sacrificios en inversiones y servicios, los van a padecer todos los habitantes de la ciudad. Y eso ya es una realidad.
Pero en fin, cada uno va a lo suyo. Los vecinos de la zona, felices y contentos, porque el coste recae sobre todo el municipio, y el resto de los habitantes también contentos, porque se creen que a ese ritmo más pronto que tarde también soterrarán las autovías de sus barrios. Me temo que va a ser que no.
Así que no, otra mala elección.
Eeeeeh, perdona mi ignorancia. ¿Qué es un TFC?
Disculpa las siglas. TFC es un Trabajo Final de Carrera. Es que el tema, como digo, da para varios tomos.
Tengo la impresión de que muchos de los que vota(ba)n entusiasmados por las eufóricas arengas populacheras de «¡Yo os prometí el metro y os he traído el metro!», especialmente en poblaciones en las que dicho medio es especialmente injustificable, no lo hacían ni tan siquiera pensando en lo que el metro (¡que en su inmensa mayoría no pensaban utilizar nunca!) les aportaba en cuanto a movilidad, sino en argumentos más peregrinos como ese estúpido orgullo localista de «ahora ya somos como los de la capital» o, sobre todo, porque con el metro «se iba a revalorizar el piso» (¡aunque no tuviesen ninguna intención de venderlo!). Con esa mentalidad, así nos va.
Villarramblas
Cuando critico a la gente por no saber votar, me refiero no a quién votan, no que voten a fulano en lugar de a mengano, sino que votan por lo que votan, porque se les promete una boca de metro en su barrio (como se menciona en este artículo) o un parque que luego es un sucedáneo de parque.
Porque votan por la construcción de algo, sin pararse a pensar si ese algo tiene fundamento, si nos lo podemos permitir, si está bien concebido.
De hecho, cuando nuestros políticos (unos y otros) se han pasado años y años construyendo y construyendo, es porque tenían la certeza de que serían recompensados con votos.
Todos conocemos a alguien que reorientó su voto por la construcción de algo.
Oiga. Yo no conozco la fórmala infalible para decidir el voto, pero sí entiendo que la forma que ha tenido la gente en los últimos años para escoger su lista sólo conduce a desastres. Desastres que tardaremos años en pagar.
Respecto al aludido infausto blog, éste no me parece el lugar adecuado para seguir hablando de eso.
Y sí, Villarramblas, bien sé que hemos tenido más puntos de acuerdo que de discrepancia, afortunadamente. 🙂
Saludos
Totalmente deacuerdo con el artículo.
Nefastos gestores de lo público, mediocres.
Respecto al infausto Blog o también llamado BOCAM con fotos o Gabinete de Prensa de Partido, mejor ni mentarlo, por favor.
Un saludo.
Enhorabuena. Excelente artículo. Da gusto leeros.
Antaño me prodigaba por cierto blog de infausto recuerdo en donde no me cortaba criticando la evolución que estaba tomando el metro. Y claro, me caían palos por todas partes. En parte por motivos que no vienen al caso, en parte porque era casi una herejía contradecir a la publicidad oficial imperante.
Me da igual que los demás metros sean peores, me da igual si el metro de madrid es o no el mejor del mundo. Lo que tengo claro es que ahora es más caro y el servicio peor. Y las causas de esto se podían haber evitado, como bien habéis explicado.
Pero mientras no aprendamos a votar…
Bueno Lole, una cosa era la opinión de algunas personas que participaban en el infausto blog, que sabes que no todos apoyamos las tesis oficiales y la exculpación de la responsabilidad de la gente en lo que vota.
Además, desde que te fuiste, ha caído muchísimo el nivel de los debates. Ahora la gente sólo pregunta dónde comprar un pino de navidad y cosas así.
Genial artículo, enhorabuena.
Además, me has hecho reír en voz alta con lo de «tranvía suena a algo del pasado. Y hay que cortar árboles para hacerlo, y mueren gatitos al hacerlo, y ganan los terroristas.»
Enhorabuena a Fernando por su artículo.
En cuanto a la gente que dice que Madrid sea o no el mejor, habría que tener en cuenta bastantes variables que no habéis tenido en cuenta algunos.
Estuve hace unas semanas en Londrés, y sí, el metro parecerá antiguo y no tendrá los mejores y más modernos vagones (contando que el metro de Londrés es el suburbano más antiguo que existe), pero si que es cierto que en ese metro no te hace falta correr, ya que cada minuto o minuto y poco tienes un metro en el andén, y no en Madrid que cada vez la frecuencia es más penosa (llegando a esperar 7 minutos en la línea 1 a las doce de la mañana de un laborable).
Cuando no sales de Madrid no te das cuenta de esas cosas, pero visitando otras ciudades te das cuenta que a veces prima más el tener más frecuencia y tardar menos de ir del punto A al punto B, que tener bonitos trenes con techos de madera.
Y tampoco hace falta salir de España para ver metros con frecuencias mejores, sobre todo en horas valle, como sucede en el metro de Barcelona.
@mayapalmer
Para el que ha estado en Múnich. Me río, porque se nota que no estuviste en Thresenwiese en la pasada OktoberFest, cuando la mala planificación podía haber incurrido en una avalancha como en el Madrid Arena. Miles de personas en una estación de Metro que no fue cerrada. De tanta gente que había, alguno calló a las vías. Trenes cada dos minutos, eso sí, pero la gente pegándose como borregos para entrar en los vagones. Eso en Madrid no lo he visto en mi vida. Allí las cosas se hacen con previsión, y no se nos ocurre abrir Sol en una nochevieja, por ejmplo. Podemos criticar, pero no lo hagamos sin saber, que es lo que hacéis la mayoría
Estupendo artículo. Seguid así. Además, que sea el mejor del mundo puede significar que sea el menos malo, porque los demás son simplemente peores, pero eso supone que también hay que mejorar muchas cosas
…durante la década de los 90 se llevaron a cabo los “planes de ampliación” megalómanos,…
Lo más megalómano que existe es el automóvil particular, es decir, una mole inmensa de acero, plástico y cristal para llevar una sola persona dos o cuatro veces al día (a veces ni siquiera eso) y que, la mayor parte del tiempo, está estorbando y ocupando un espacio de forma improductiva (es decir, sin transportar a nadie).
El automóvil devora a la ciudad.
Pues hay una razón por la que la gente le da más importancia al metro que al autobús o tranvía: porque el metro es un medio de transporte que no sufre los atascos de tráfico.
El tranvía tal y como lo conocemos hoy en día, tampoco sufre atascos. Ni el autobús en plataforma segregada. Que haya atascos no justifica que el metro sea la única solución.
Es más, quizás la solución al atasco sea precisamente no hacer metro:
https://ecomovilidad.net/madrid/eliminar-carriles-atasco/
Irónicamente, en Madrid el metro sufre los atascos… ¡del propio metro!
https://ecomovilidad.net/madrid/sirat-metro-madrid/
No puedo más que quitarme el sombrero ante el artículo. Suelta verdades como puños en un tono de moderación y equilibrio que yo sería incapaz de mantener hablando de un tema que tanto me hace hervir la sangre. Llevo viajando en metro desde que nací, es casi mi único medio para desplazamientos urbanos y hasta se puede decir que siento el metro de Madrid como algo propio. Y si ya me dolían las irracionalidades que estaban cometiendo las legislaturas pasadas, prostituyendo el metro como moneda de cambio del más burdo y populachero electoralismo (y otras cosas que omito por brevedad), el precario servicio que sufrimos ahora (inédito desde hace al menos cuatro décadas) me saca de mis casillas.
Ole ole y ole.
Aunque conozco pocos metros del mundo, y los que conozco me dan bastante más miedo que el de Madrid, estoy absolutamente de acuerdo contigo. Y lo que es más importante… Que me diga alguien porqué Fuenlabrada o Alcobendas tienen metro y yo, que vivo a dos kilómetros del centro, tengo que andar uno para llegar al metro… (Es un tema que ya habéis tocado en alguna ocasión)
¡Y eso, sin añadir la falta de higiene, porque cada día hay más mierda en el Metro! http://sdrv.ms/TneYu4
Vivo en Múnich, he vivido en París y he visitado como turista un montón de metros de todo el mundo, especialmente los europeos, y puedo decir que sin duda, el Metro de Madrid es el mejor. No huele, no hay ratas, las incidencias son escasas y cada vez mejor informadas, trenes y estaciones amplios, seguros y modernos.
Sinceramente, se nota que os gusta criticar sin tener ni idea de cómo es el panorama en otras ciudades. El metro de París huele, es inseguro, se cuela todo el mundo y la mayoría de los trenes son antiquísimos. Hace un año, cuando aún vivía allí y tras una hora de reloj parados en el tunel y tras varias llamadas al 112, los viajero se empezaron a poner nerviosos, a fumar dentro del coche y al final cabaron desbloqueando las puertas y caminando por el túnel hasta la siguiente estación. Eso es impensable que ocurra en Madrid, al menos no así.
No os quejéis de algo que funciona, porque lo hace, algunas veces mal, pero lo hace en la mayoría de las ocasiones correctamente y con unos estándares de calidad que más quisieran otros metros del mundo.
Hola Pedro,
Gracias por tu comentario y por el intento de decirnos qué podemos o no podemos criticar. Lamento decirte que lo vamos a seguir haciendo si lo creemos necesario.
Un saludo
Estoy contigo, creo que se critica por criticar en muchas ocasiones, he viajado por ahi y los metros de otras ciudades, Londres y su underground incluido me parece peor que el nuestro, esta claro qeu hay cosas que mejorar….Y lo de las ampliaciones ¿porque no proponeis estaciones a cerrar? si poneis el grito en el cielo porque cierran un acceso no me quiero imaginar si cierran una estacion de las que llamais electoralistas….
Deberías tener en cuenta la diferencia entre no construir una estación inútil (planificación) y cerrar algo ya construido, que es lo que propones. Aunque cierres las estaciones, las constructoras no te devolverán el dinero.
El mal ya está hecho. Aunque eso no significa que no podamos denunciar lo que se hizo mal.
Pedro, yo también vivo en Munich y aunque es verdad que el trazado de aquí no está muy bien pensado a mi parecer y a veces tienes que dar una vuelta considerable para llegar a tu destino, aun aquí no he visto cosas como salir de un concierto multitudinario y tener que hacerte dos kilómetros andando porque era IMPOSIBLE entrar a la estación del metro (vale, sí, aquí la gente va en bici hasta al servicio) y tener que esperar al siguiente metro unos 15 minutos con unos andenes llenos hasta los topes. Yo sacrifico el olor o las ratas por la eficiencia y el sentido común que a veces no hay tampoco en el de Madrid.
Fíjate como será en Londres que en las concentraciones multitudinarias cierran la estación de metro más cercana al acontecimiento, no se andan con chiquitas.
Un concierto, o un partido de Fútbol es imposible que pueda ser absorvido por el metro, quizás por el tren.
Bueno, eso también lo hacen aquí a veces. Por ejemplo, cuando hay una manifestación en Colón, los convoyes no paran en la estación que hay debajo.
Es más, en Londres TfL obliga a los organizadores de grandes eventos (> 10.000 espectadores, creo) a establecer un Plan de Movilidad específico, mediante el cual si la finalización del evento es posterior al cierre de servicio, o se adelanta la hora de inicio, o se hace un servicio especial costeado por el organizador.
El Metro funciona porque todavía vive de las rentas de inversiones recientes. Pero es preocupante la línea de que lleva de encarecer el servicio y bajar la calidad.
Desde el mundo de la bici estamos detectando una huida masiva de los usuarios de distancias medias (6-10 km) sobre todo a raíz de la última subida de Mayo, y que además no afecta en absoluto al uso del coche, que sigue siendo monopolio en trayectos de periferia.
Cada vez más gente se está dando cuenta de que no necesita el transporte público en algunos desplazamientos, y eso sólo puede ahondar en mayores costes para los usuarios que se queden.
Creo que la cuestión, más que comparar el metro de Madrid con otros, es compararlo consigo mismo hace un tiempo. Y en la comparación vemos que es bastante más caro, hay menos frecuencia de trenes y menos accesos abiertos que hace cuatro años.
Y hasta ahora no huele pero creo que hay menos limpieza que antes. Ratas no he visto, pero ayer, 30 de noviembre, en la estación de Nuevos Ministerios, andén de la línea 6, dos ratoncitos rebuscaban entre las vías.
Que la gente diga lo que quiera. Este artículo es todo un ejemplo de libertad de expresión y con palabras con muchísima razón. ¡ Mi enhorabuena al redactor !
Estoy completamente de acuerdo con tu artículo . La construcción de las ampliaciones de metro de 1.995 a 2.011 , han seguido más criterios electorales que criterios de vertebración de la red .
Uno echa en falta , la prolongación de la línea 11 por el este hasta el norte , la prolongación al menos hasta Cuatro Caminos de la línea 3 , el tramo sur de la línea 8 desde Nuevos Ministerios hasta Vallecas ,la ampliación de la línea 5 al Aeropuerto T1,2,3 ( como opción low cost , sin pagar suplemento ) alguna línea o ramal a los barrios de la rivera del Manzanares . Por lo visto , estos no deben ser » hijos de la villa y corte» .
Ampliar la línea 3 a Cuatro Caminos es tan tirar el dinero como haber ampliado la 10 a Hospital Infanta Sofía. El recorrido que tendría sería casi completamente redundante, y por poco dinero más puede llevarse hasta Nuevos Ministerios dando servicio a una cantidad ingentemente mayor de pasajeros. La clave estaría en, pasada la estación de Islas Filipinas, seguir por la Avenida de Filipinas hasta Ríos Rosas (donde tendría la correspondencia con la línea 1), y luego torcer por Agustín de Bethancourt para llegar a Nuevos Ministerios, donde la estación podría situarse encima o debajo de la de la línea 6. Esto añadiría la conexión con las líneas 8 y 10, que llevándola a Cuatro Caminos no se conseguiría; las conexiones con las líneas 1 y 6 se mantendrían; sólo se perdería la conexión con la línea 2, conexión innecesaria por otro lado debido a:
-Si vineras de Islas Filipinas, para enlazar con la línea 2 sería mucho más rápido coger la línea 7 y hacer transbordo en Canal, o incluso bajar andando hasta dicha estación.
-Si vienes de Argüelles es mucho más rápido usar la línea 4 hasta San Bernardo para enlazar con la 2.
-Si vienes de Plaza de España o de Callao puedes coger directamente la línea 2 en las estaciones de Noviciado o Santo Domingo, a escasos metros.
-Si vienes de cualquier estación al sur de Sol, lo más probable es que te interese coger la línea 2 en Sol.
-Moncloa y Ventura Rodríguez serían las únicas estaciones que tal vez podrían beneficiarse de una hipotética conexión entre las líneas 2 y 3 en Cuatro Caminos, pero para la mayoría de los casos va a ser mucho más rápido usar otras alternativas de trayecto que eviten la línea 2: Para Canal, usar la línea 7; para San Bernardo, la 4; para ir a Quevedo, las líneas 16 y 61 de la EMT, etc.
Así que como véis es una ampliación que no debería hacerse, ya que condenaría la línea 3, que podría hacer recorridos mucho más interesantes.
Enhorabuena,Fer, por el justificadamente inignado artículo.
Sólo quería puntualizar que al menus IU sí intentó huir de la espiral de «yo prometo más metro». Recuerdo por ejemplo la interesante alternativa a MetroSur articulando la red de Cercanías y con las extensiones en superficie siempre que fuera posible.
Por otra parte, parece increíble que con la que está cayendo sigan en marcha las obras del Metrojón, aunque al ralenti. Con un desembolso mínimo se podría usar ya la circunvalación de Hortaleza para establecer un servicio regular rápido Chamartín-Torrejón y no solo con los escasos Civis. Y después planificar con más calma una variante en la localidad, para segregar los tráficos y acercar la(s) estaciones a la población.
Estoy de acuerdo. La vía de contorno se puede utilizar perfectamente (siempre que se coordinen bien con el resto de circulaciones)para crear un servicio regular entre Chamartín y Torrejón sin necesidad de obras faraónicas. como mucho, la inversión sería en reabrir la antígua estación de O’Donnell, que sería renombrada a Las Mercedes o Ciudad Pegaso, y beneficiaría tanto a los vecinos de dichos barrios así como dotar de una conexión ferroviaria al Centro Comercial Plenilunio, que falta le hace.
Esta bien que el artículo trate de ser algo imparcial con el histórico complejo español «er mejor der mundo».
Encubriendose gobernantes, y otros absolutistas pasados de las pésimas condiciones en que España comparativamente ha compartido su historia con el resto de paises de nuestro entorno.
Sin dejar de recordar que si en algunos aspectos los españoles hayamos podido hacer, o tener algo al mejor nivel.
Y todavía el sueño de Botella es que el Ave pase por el aeropuesrto de Barajas, aun teniendo ya Metro y Cercanías que la llevan a la estación del Ave. A ver si dejan de tomarnos el pelo los políticos, cuesta creer que el único plano integrado de transportes ferroviarios que esta actualizado no está hecho por el Consorcio, sino por alguien que vio necesario que los madrileños tuviéramos un plano para hacer transbordos entre distintos transportes, ya que a los políticos no les interesa, parece que les gusta mas multiplicar infraestructuras aunque ya las haya.
http://www.abstrait.es/rfimad
Otro problema, la cantidad de billetes que hay, para el usuario ocasional es un quebradero de cabeza saber que billete tiene que usar para ir a un sitio, ya que dentro de metro, con las lineas de metronorte, sur, este, aeropuerto, con un billete diferente cada una, y que no están integrados para hacer transbordos entre diferentes medios.
Pues me ha gustado mucho el artículo, tanto por su contenido como por cómo lo cuentas
Me ha gustado mucho el artículo. Refleja muy bien la situación real del Metro que muchos llevamos denunciando tantos años. Y lo peor es que lo comentas por ahí y te tachan de loco, pues las campañas del mejor Metro del Mundo han calado hondo entre los madrileños.
No obstante, hay tres aspectos en los que no coincido:
1. Denunciar el uso de materiales de construcción inadecuados, a parte de alarmista, me parece faltar al respeto a los profesionales y colegas que trabajaron en la ejecución y proyección de la obra. Hay muchos controles de seguridad y muchos profesionales detrás de una obra para que en todo momento se cumpla con la normativa. No discuto el tema de calidades, pero afirmar que se pone en peligro al viajero es una acusación grave y una falta a la profesionalidad de los que allí trabajaron.
2. La planificación nunca es mala. A la larga ahorra dinero. La construcción de estaciones (sin su apertura) de cara al futuro es una buena medida de ahorro. Especialmente si la línea iba a pasar por allí si o si, como es e caso de Arroyo del Fresno. Tenemos precedentes de construcción de estaciones n su día innecesarias como Las Musas, que estaba en medio del campo.
3. El tema de la publicidad. Uno de los objetivamente mejores Metros del mundo, el Metro de Londres, hay estaciones en las que a uno le cuesta ver los baldosines de la pared por la cantidad de publicidad que hay, especialmente en las paredes donde hay escaleras mecánicas, no queda a penas hueco sin publicidad. Un buen método para la financiación. Mientras no cause equivocación al viajero, bienvenida sea la publicidad.
Por lo demás me ha gustado mucho el artículo.
Un saludo.
P.D. La tablet me ha traicionado. ¿podriáis juntar todo mi comentario? Gracias.
¡Hola Naranjo!
Gracias por comentar. Sobre lo que dices, unas puntualizaciones:
Lo del peligro para los viajeros de TFM no es cosa mía, son declaraciones de Manuel Melis. Podremos estar más o menos de acuerdo con él, pero creo que es una fuente autorizada para opinar.
Sobre las estaciones preparadas, no me opongo a ellas, pero sí a cómo se hizo Arroyo del Fresno: con escaleras mecánicas, carteles colocados, vítrx instalado… que hoy en día está totalmente deteriorado tanto por el vandalismo como por el paso de los años, de manera que habrá que invertir en instalarlo nuevo cuando por fin se abra.
Sobre la publicidad, me gusta que se promocione el transporte público, no un medio en concreto, y menos si el resultado que se consigue es que la gente sea totalmente acrítica con el metro y lo pongan por delante de cualquier otra opción de movilidad, muchas veces más necesaria. Si el CRTM de verdad tuviese la autoridad en comunicación, no tendríamos que haber vivido esto.
¡Gracias por comentar y un saludo! 🙂
Una de las cosas que más me fastidian es que tras los años «dorados» donde el metro era lo más importante y como bien decís se inauguraron mil estaciones en mitad de la nada, aun hay zonas en Madrid capital como mi antiguo barrio (la zona de Casilda de Bustos y San Ignacio de Loyola), con más de 50 años de existencia y gran cantidad de personas mayores viviendo allí, que se quedaron sin metro.
Sí, vale, pusieron Aviación Española, pero para la gran mayoría es una estación bastante apartada, en el rincón más lejano de toda esa zona, cerca de la A-5 y que solo beneficia realmente a las zonas de Parque Europa y Santa Margarita. Por suerte, tanto el barrio de San Ignacio como Casilda de Bustos cuentan con cinco lineas de autobuses, pero se sigue tardando una hora o más en llegar al centro con ellas. Manda huevos que se tarde menos de Tres Cantos o Parla, por poner dos ejemplos, al centro de Madrid que desde zonas de Madrid capital como esta.
y quieren seguir ampliándolo. de mirasierra a montecarmelo, que hacer trasbordo en plaza castilla es muy cansado! pero quitan frecuencias y vamos todos como sardinas en lata. esto es un despropósito.
Te van a linchar por esta entrada, pero a mí me ha parecido magistral. Y si esa gente que te va a linchar por haber escrito esto se molestara en leer la entrada antes, igual hasta se daban cuenta de que lo grave no es criticar las líneas absurdas, los trenes parados o las tarifas abusivas, sino que esas cosas hayan llegado a existir. Pero, por desgracia, hay demasiada gente que prefiere mirar al dedo.
Al final tenías razón. Los comentarios tipo «pues he viajado y los demás metros son peores» están apareciendo, sin entender de qué va el artículo.
En fin…