El título integrado que tenemos en Madrid para viajar por transporte público es el Abono Transporte, que es además el único que ofrece viajes ilimitados. Creado a finales de los 80, fue una de las primeras medidas del Consorcio de Transportes de Madrid. En aquella época, fue toda una revolución en las tarifas, pero actualmente se ha quedado algo atrasado. Desde aquí queremos ofrecer algunas ideas para mejorar este título, el más usado por los viajeros madrileños:
– Desvincular el abono de los meses naturales: Es decir, que sea posible comprar (por ejemplo) un abono mensual válido del día 10 de un mes hasta el 9 del mes siguiente, tal y como se hace con los billetes de cercanías. De esta forma, cada usuario podría adaptar el título a sus necesidades y no habría aglomeraciones a principios de mes en las taquillas.
– Cambiar el nombre del Abono Turístico: Este desconocido título es, en muchos momentos, la mejor opción para quien necesita moverse mucho por la ciudad pero no necesita pagar el mes entero. Su nombre correcto sería Abono Diario o Abono Semanal, dependiendo de su validez. Llamarlo Turístico hace que se considere un billete para turistas y que no se le preste la atención que merece.
– Ampliación de la edad de uso del Abono Joven: en sus inicios, este título era válido sólo para menores de 18 años. Posteriormente se extendió hasta los 21 años. Es cierto que con esta edad mucha gente ya disfruta de sueldos equiparables a los de cualquier otro adulto, pero muchos otros aún se encuentran realizando sus estudios universitarios a tiempo completo y son, por tanto, dependientes. Quizás la mejor solución sería extenderlo hasta los 26 años (como el Carnet Joven) o adoptar un modelo como el barcelonés (abono a precio reducido para todos los menores de 21 años, y para los estudiantes entre 21 y 26 años).
– Cambio del diseño y soporte: A finales de los 80, el abono tenía el mismo tamaño que el antiguo DNI, pero hoy en día es una tarjeta enorme, fea e incómoda. Los datos que en ella figuran caben de sobra en una de tamaño tarjeta de crédito. También sería necesario adoptar de una vez el tan cacareado sistema de Tarjeta Sin Contacto, que lleva años en pruebas y que muchas otras ciudades españolas y europeas utilizan con normalidad. De esta manera, la tarjeta podría validarse de forma mucho más rápida y cómoda en los accesos.
– Compra de zonas individuales: Hasta hace pocos meses, un habitante de Alcalá de Henares que utilizase el transporte público tenía que pagar un abono zona B3, que incluye las zonas A, B1, B2 y B3, con un precio considerablemente superior. En la actualidad se pueden adquirir abonos que no incluyen las zonas interiores, pero sólo de dos en dos zonas. Lo ideal sería que cada usuario pudiese elegir por qué zonas va a moverse para no tener que pagar otras, ya sean una, dos, tres…
– Ampliación de la red de venta: En la actualidad, quien quiere comprar un abono debe desplazarse hasta el kiosco o estación de Metro, ya que es en las instalaciones de esta empresa donde se venden los títulos del Consorcio. ¿No sería natural que en sus propias instalaciones, es decir, en los nuevos intercambiadores de autobuses, se pudieran adquirir abonos? El proceso sería tan sencillo como instalar unas máquinas similares a las de Metro.
Del mismo modo, también podría llegarse a un acuerdo con Renfe para que el Abono Transportes se vendiese en sus máquinas de Cercanías. Y, ¿por qué no?, posibilitar la venta a través de internet, desde la web del Consorcio. La cuestión es facilitar lo máximo posible la adquisición a quien opte por el transporte público.
Yo pediria:
– un abono que combinara lso descuentes de FAMILIA NUMEROSA + DISCAPACITADOS para personas que pertenezcan simultanemanete a ambos colectivos.
– que lso abonos de F Numerosa se vendan tambien en las maquinas del metro
– GRATIS la emision
– poderlso gestionar por internet, (con certificado de la FNMT por ejemplo)
– que los abonos Joven tuvieran como UNICA FECHA DE CADUCIDAD aquella en al que el «joven» cumpla la edad reglamentaria
– ampliar el ABONO AZUL grandes discapacitados, sin miramiento de ingresos, como por ejemplo hace RENFE con la tarjeta Dorada
+ 1 si lo pierdes no tener que volver a pagarlo entero.
Saludos!
Estoy contigo Antonio, sería lo más sencillo sería eso, una especie de «Oyster» a 0’60 el trayecto por ejemplo… pero como no les merece la pena… todo lo que piensan que van a ser pérdidas nunca se paran a valorarlo.
Se parece mucho a las propuestas que siempre a defendido/defendiste en Andén 1. Desde aquí seguiremos trabajando para que esto sea una realidad.
En Ávila ya lleva un tiempo funcionando la Tarjeta sin contacto para el bonobus y es muy cómoda.
En Londres, si pierdes tu «Oyster», puedes pedir un duplicado y se te respeta el saldo que tuvieras (siempre que el que la encontró no lo haya usado antes de anularla). De hecho, hasta puedes registrarla enla web de Transport for London y ver en todo momento el saldo que tienes, que además no caduca nunca.
Yo añadiría tambien una cosa muy importante. Que se lleve un registro mediante el cuál puedan saber si has comprado el abono mensual para que en caso de pérdida puedan hacerte un duplicado presentando la tarjeta y no tengas que volver a comprar el abono y volver a pagar el mes.
Estoy de acuerdo con el resto de ideas, sobre todo con la de ampliar la edad de la tarjeta mensual y reducir el tamaño de la incómoda tarjeta.
Salu2
Tienes toda la razón. De hecho, lo que comentas podría hacerse con un sistema de tarjeta sin contacto, porque los datos estarían en los servidores del Consorcio. Así podrías consultar en máquinas, a través de internet o incluso del móvil cuántos viajes te quedan (en billetes limitados) o hasta cuándo vale tu Abono, qué zonas tienes compradas y tal…
Con una tarjeta sin contacto estilo tarjeta de crédito que funcionara con chip, podría incluso comprarse el abono por internet, teniendo un terminal de lectura como los del DNIe.
Respecto al tema de las edades, me parece que la medida más justa es la del abono más barato para estudiantes, pero… ¿Por qué no ampliarlo a otros colectivos económicamente sensibles? parados, pensionistas menores de 65 años, miembros de familias numerosas y de familias con miembros dependientes…
Por supuesto. Pero yo creo que este tipo de reducciones no deberían aplicarse sobre el abono, sino en el momento de la compra. Es decir, que no hubiese un «Abono Parados», sino que este colectivo pudiese comprar los cupones mensuales a un precio más barato por medio de algún tipo de identificación. De esta forma ganaríamos en sencillez del sistema.
Sí, tampoco proponía un Abono especial para ellos, sino que, dentro del Abono de adultos, hubiera descuentos para estudiantes (en lugar de alargar el joven sólo para ciertos jóvenes de más de 21), además de para esta clase de colectivos.