Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana ha firmado su primer contrato enmarcado en el Plan de Patrocinio Corporativo con el hospital Casa de Salud mediante el cual la estación Amistat de Metrovalencia pasará a denominarse, durante un periodo inicial de ocho años, Amistat-Casa de Salud.
El acuerdo alcanzado con este hospital privado de la capital valenciana, gestionado por la Congregación de las Hermanas de Caridad de Santa Ana, es resultado del plan presentado hace seis meses con el que FGV pretende obtener ingresos adicionales a la gestión de la red de Metrovalencia y del TRAM de Alicante mediante el patrocinio de instalaciones o servicios.
La estación de Amistat del metro de la ciudad de Valencia, perteneciente a la Línea 5 que une el puerto con el aeropuerto, fue inaugurada en el año 2003 como parte del primer tramo de su línea. Está situada a escasos metros del hospital que le dará nombre y registró el pasado año, según datos de la empresa pública, un paso de 1.452.570 viajeros.
El cambio de nombre, tal y como hemos podido comprobar en las diferentes fotografías difundidas, mantendría en la señalética de Metrovalencia la tipografía tradicionalmente empleada e incluiría el imagotipo del hospital Casa de Salud. Amistat-Casa de Salud aparecerá en señalización, planos, cartelería, material informativo, documentación, megafonía y página web y se sumará al patrocino que este mismo centro hospitalario hace de la señalización de asientos reservados en los vagones del metro valenciano.
Pese al anuncio oficial del contrato, no han sido facilitadas todavía ni las fechas de implantación ni las cifras económicas que contempla el acuerdo y que podrían rondar los 6.000 euros mensuales —más de medio millón de euros en los ocho años de vigencia inicial—, según declaraciones de la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, durante la presentación del plan junto al director gerente de FGV, Pablo Cotino, el pasado mes de enero.
Lo veo bien pero no solo por el marco de los patrocinios sino que a las paradas les pondría nombres de lugares de referencia de sus proximidades. Es más fácil que la gente conozca lugares concretos que los nombres de las calles.