Glòries, de paraíso para el coche a espacio para el ciudadano

La cuestión que probablemente ha generado más polémica durante los primeros días de mandato de CiU al frente de la alcaldía de Barcelona está relacionada con la movilidad sostenible. Nos referimos a las contradictorias declaraciones que el nuevo alcalde (Xavier Trias), el regidor de Urbanisme (Antoni Vives) y el regidor de Mobilitat (Eduard Freixedes) han hecho sobre si el derribo del anillo viario de Glòries, también conocido como “tambor” o “tortell” de Glòries, es o no una actuación prioritaria para el ayuntamiento en el actual contexto económico.

Y es que este espacio ha sido objeto de numerosas críticas durante los últimos años. Así, hace tres décadasla Plaça de les Glòries Catalanes era un conjunto absolutamente desordenado de carriles de circulación que creaban un efecto barrera en la zona y donde el espacio destinado al peatón era absolutamente testimonial.

Sin embargo, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 se acometió una reforma en profundidad en la zona con el fin de reordenar el tráfico y dignificar el espacio, dando lugar al actual anillo viario que pretende poner orden en el punto en el que confluyen las tres vías más importantes de Barcelona: la Avinguda Diagonal, la Gran Via de les Corts Catalanes y la Avinguda Meridiana. No en vano, Ildefons Cerdà concebió en su día la Plaça de les Glòries Catalanes como el centro neurálgico del área metropolitana de Barcelona. Cabe indicar, además, que, como consecuencia de esta reforma, en la parte inferior del anillo viario se creó un park & ride, bautizado con el nombre de MetroPark y que tuvo un éxito escaso, así como un depósito dela Guàrdia Urbana al que se llevaba buena parte de los vehículos retirados por la grúa municipal.

El resultado de esta obra, sin embargo, no estuvo exenta de polémica, pues no logró crear un espacio que invitara al uso ciudadano. Por eso, apenas una década después de su construcción el consistorio barcelonés apostaba ya por redefinirlo en profundidad, si bien las obras, que finalmente supondrán el derribo por completo del “tortell”, no comenzaron hasta el año 2008.

Esta nueva reforma de la Plaça de les Glòries Catalanes, que aún hoy se encuentra en una fase incipiente, es muy ambiciosa, por cuanto lleva aparejadas actuaciones como el traslado de los Encants Vells al Parc del Bosquet de Glòries, la construcción del Disseny Hub Barcelona (DHUB) y del edificio Ona, la deconstrucción del “tortell” y el soterramiento de los ejes viarios, la creación de un parque de 105.000 m2 y la construcción de un gran intercambiador en el que se prevé que confluyan la línea L1 del metro, la línea L8 de FGC, Rodalies y el tranvía.

Mientras no se derruyera completamente el “tambor”, y teniendo en cuenta que este proyecto era a medio-largo plazo, el ayuntamiento decidió que el espacio que en su día ocupó el park & ride y el depósito de vehículos de la Guàrdia Urbanasería reconvertido provisionalmente en dos carriles bus, los cuales son utilizados actualmente por las líneas diurnas que circulan en la zona, es decir, la línea 7, la 56, la 92, la B21 y la ruta este del bus turístico Barcelona City Tour. Estos carriles bus, cuyo coste de construcción superó los 650.000 euros, fueron inaugurados hace casi dos años y permiten mejorar la fluidez de más de 40 autobuses por hora. En el momento de su inauguración se preveía que sería necesario eliminar definitivamente estos carriles bus a finales de este año o a principios del 2012.

La inversión total que se prevé en la reforma que se está ejecutando en Glòries superará los 450 millones de euros, si bien la coyuntura económica obligó hace unos meses a  aplazar la construcción del edificio Ona y estos días se ha llegado a plantear la conveniencia de paralizar el conjunto de la actuación.

En definitiva, pues, la reordenación de Glòries que se inauguró en 1992 acotó el espacio público destinado al vehículo privado y pretendió, con escaso éxito, dar mayor protagonismo al peatón. Gracias a la creación de un amplio espacio verde sin viaductos que lo cuarteen y a la creación de una gran estación intermodal, desde ecomovilidad.net confiamos que la nueva reforma que se está llevando a cabo actualmente en la zona acabe siendo un referente no solo a nivel urbanístico, sino también en materia de movilidad sostenible.

A la espera de que las obras vayan tomando forma durante los próximos meses y años, se da la curiosa circunstancia de que los usuarios del autobús esquivamos buena parte de los atascos que generan los 140.000 vehículos que entran y salen de Barcelona por la Gran Via de les Corts Catalanes gracias a los carriles bus que se encuentran ubicados en un espacio que durante años ha estado ocupado por coches. Y parece que seguirá siendo así durante bastante tiempo…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *