Reforma de la calle Serrano: Nuestro análisis

El pasado sábado se inauguró oficialmente la reforma de la calle Serrano, tras dos años de obras. Ahora este importante eje luce un nuevo mobiliario exclusivo que le otorga una personalidad única, gracias a la cual Madrid podrá presumir de su particular “milla de oro”.

Sin embargo, el Ayuntamiento no se ha limitado a cambiar el pavimento o poner nuevas farolas. La movilidad ha sido un punto clave en esta reforma, otorgando más espacio al peatón y reduciendo el número de carriles de circulación.

Una vez terminadas las obras, un equipo de ecomovilidad.net ha recorrido la zona para publicar este análisis del resultado, desde el punto de vista del peatón, ciclista urbano y transporte público:

Reducción de carriles de circulación

De los cinco carriles de los que disponía la calzada para el tráfico privado, solo han quedado tres. Los defensores de la idea de que eso provocaría más atascos, pueden comprobar que Serrano se sigue colapsando solo en las horas punta, como ocurría antes, siendo el tráfico fluido el resto del día. Del mismo modo que más carriles llaman a más coches, la reducción de los mismos puede suponer pacificar el tráfico de la zona.

Echamos de menos una actuación similar en la calle paralela por la que fluye el tráfico en el sentido norte, Velázquez. No tiene mucho sentido reducir una calzada mientras que en la contraria se siguen manteniendo los cinco carriles y las estrechas aceras. Confiemos que pronto pueda extenderse una actuación similar a Velázquez, de manera que los flujos de tráfico queden compensados.

Eliminación de la fila de aparcamiento

Como podemos ver en otros ejes principales de la ciudad, el estacionamiento no suele estar permitido. Del mismo modo que asumimos que en una calle como la Gran Vía no se puede aparcar, un eje como Serrano debe seguir esa misma política. Para paliar esta eliminación de plazas de aparcamiento, se están construyendo a lo largo de toda la calle aparcamientos subterráneos con los que además, se ha financiado la totalidad del coste de la obra.

Tememos no obstante, que la prohibición de aparcar propiciará las paradas momentáneas, el “ratito”, más teniendo en cuenta el tipo de comercio de esta calle. Muchos “ratitos” mantendrán inhabilitados de forma casi permanente los carriles destinados al transporte público que se han habilitado a ambos lados de la calzada. La solución, vigilancia y multas a quien invada estos carriles, tanto para circular como para detenerse.

Ampliación de aceras


Una de las actuaciones más visibles de la reforma, es el considerable aumento del espacio destinado al peatón, resultado de la reducción de la calzada. Ahora Serrano es una calle agradable para pasear. No nos cansaremos de recordar que las ciudades deben ser para las personas, no para los coches. Solo podemos valorar positivamente esta iniciativa que además, se ha extendido a las calles aledañas.

Hemos detectado sin embargo, que en los días laborables el espacio ganado para el peatón es invadido sistemáticamente por una hilera de motos mal aparcadas sobre las aceras. El Ayuntamiento ha instalado unas pequeñas placas en las farolas recordando que la Ordenanza de Movilidad prohíbe expresamente esta práctica. Pero la ausencia de mano dura por parte de los agentes de la autoridad las hace inútiles. Es necesario que la moto deje de campar a sus anchar por las calles de Madrid y en particular sobre las aceras. Exigimos que se aplique la ordenanza y se multe a los que aparcan indebidamente.


Carriles bus-taxi-motos

En un principio, la reforma de Serrano iba a separar la circulación de taxis y motos de la de autobuses. Estos últimos iban a ver beneficiada su agilidad al disponer de un carril exclusivo, creando uno nuevo a la izquierda de la calzada por la que circularían taxistas y motoristas. Sin embargo, coincidiendo con la inauguración oficial, se tomó la decisión de última hora de permitirles también el uso del carril derecho. Se cambiaron rápidamente las placas “solo bus” que ya habían sido instaladas, perdiendo inexplicablemente el privilegio del que iban a disponer.

Este no es el único “ataque” contra el transporte colectivo en Serrano: la nueva configuración de carriles los ha hecho demasiado estrechos, impidiendo la posibilidad de instalar protectores físicos. Todos sabemos lo que ocurre en esta ciudad con los carriles bus que no tienen protección: los centenares de viajeros de las líneas 1, 9, 19, 51 y 74 serán víctimas de los “ratitos” que decidan tener los conductores incívicos. Confiamos no obstante que esto pueda resolverse en un futuro próximo y volvamos a ver en Serrano las “aletas”.

Nuevas marquesinas de autobús

Los viajeros de la EMT no están de suerte en Serrano. Se han instalado a lo largo de la calle nuevas marquesinas que a pesar de estar bien resueltas estéticamente, eligiendo un color más acorde con el resto del mobiliario, carecen de acristalamiento. Esto hará más incómoda la espera, sobre todo en invierno, al ser más difícil resguardarse del frío y la lluvia. La nueva disposición de la información a la izquierda de la zona de espera, dificulta además la visión, haciendo que sea más fácil poder perder el autobús.

A favor de las nuevas marquesinas, destacaremos que se han instalado paneles electrónicos de información en casi todas ellas, lo que facilita la utilización del transporte público.

Carril bici


La nueva Serrano también ha reservado espacio para las bicicletas, que poco a poco se van haciendo hueco en la ciudad. Una nueva “acera bici” recorre de norte a sur todo el eje. Sin embargo, una vez más, su diseño y señalización hace prácticamente imposible su uso, siendo necesario circular a una velocidad “de paseo” y estar atento permanentemente ante posibles obstáculos o invasiones por parte de peatones.

Si bien la movilidad ciclista no debe basarse en la creación de carriles bici, en grandes ejes saturados de tráfico motorizado la segregación puede ser positiva. Una vía ciclista en Serrano es una buena idea, pero debería haberse hecho bien: totalmente segregada, bien señalizada, sin entrar en conflicto con el peatón y conectada con otras vías ciclistas para darle continuidad. Nada de eso se ha hecho aquí, lo que provocará que muchos ciclistas sigan prefiriendo circular por la calzada.

En conclusión

Podemos concluir que las actuaciones que han transformado Serrano son positivas tanto para la movilidad como para el desarrollo de la zona. Alabamos que se haya tomado la atrevida decisión de reducir carriles y ampliar aceras, además de tener en cuenta al transporte público y a la bicicleta. Pero consideramos que estas buenas ideas se podían haber ejecutado mejor. Como hemos dicho en otras ocasiones, con voluntad todo es posible, y confiamos en que exista voluntad de corregir las imperfecciones de esta gran reforma.

Sobre el autor
Licenciado en Imagen y Sonido por la Universidad Europea de Madrid, siempre he sido un apasionado defensor de la movilidad sostenible y alternativa.

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17 thoughts on “Reforma de la calle Serrano: Nuestro análisis

  1. Ya puestos a preguntar, que os parece la calle Enrique Granados de Barcelona en comparación? La verdad y aunque nunca he ido en bici por ella (no me apetece mucho estar preocupado por donde dejarla) paree cómoda, aunque esos cruces en chanflan con otras calles me parecen algo peligrosos, y un peñazo para peatones.

    Aquí dejo el streetview de la calle http://maps.google.es/maps?f=q&source=s_q&hl=es&geocode=&q=barcelona&sll=40.396764,-3.713379&sspn=10.386448,12.634277&ie=UTF8&hq=&hnear=Barcelona,+Catalu%C3%B1a&ll=41.400151,2.150617&spn=0,0.041027&t=h&z=15&layer=c&cbll=41.390662,2.158611&panoid=glO8wv4rfoWIoUF79mclnA&cbp=12,157.05,,0,11.17

    1. Parece bastante cómodo, e incluso seguro como carril asi a primera vista de las fotos, quizá habría que recorrerlo para encontrar deficiencias.
      Las motos estan tan cerca, y a veces son tan rápidos, e impredecibles.

  2. Llevo 3 años yendo en bici por Madrid a diario. Y francamente es descorazonador el escasísimo interés de nuestras autoridades municipales en fomentar este uso de transporte. Quizá mi formación como arquitecto urbanista hace que sea más sensible a errores de bulto en los proyectos de vías públicas y demás espacios urbanos.
    El carril bici de Serrano es una auténtica vergüenza y es de risa si no fuera porque parte de los 490 € de IBI que he de pagar en breve van destinados a financiar dicha porquería. Y es que no hay nada bueno. N-A-D-A. Ni su ridícula anchura que impide el doble sentido o el adelantamiento, ni la cercanía a la calzada con un bordillo de 20 cm, ni su señalización distinguiéndolo de la acera, ni su recorrido por la acera que estorba a los peatones que esperan en los semáforos, ni lo incomodísimo que es circular salvando los rebajes de los vados de acceso a los garajes, ni los cuellos de botella que se dan en los quiebros cuando se cruza una calle perpendicular. T-O-D-O se ha diseñado mal. ¿Quién ha realizado el diseño?¿Quién lo ha revisado y ha dado el visto bueno? Eso sí, ya se ha inaugurado Serrano, ya se han hecho las fotos de turno y a seguir girando en esta rueda de jaula de hámster, sin avanzar.¿Tan complicado hubiera sido reducir un metro la acera y transformar un carril de coches en bici BIDIRECCIONAL, separado por bolardos de hormigón? Estoy indignado.

  3. Pingback: Anónimo
  4. Se nota un proyecto de obra a medias, queriendo atender a todos, y a nadie. Con un presupuesto millonario. Con un querer, y no poder ser una ciudad moderna, y quedar a manos de unos….
    El tráfico permitido lo delata, si comparamos con otras urbes que si apuestan por una verdadera modernidad sostenible.
    Para una obra tan costosa, y de tan larga ejecución, era deseable algo más de objetividad, y menos derroche.
    Vamos, un poco lo de siempre.
    Quizá demasiados carriles para los coches, que se deben expulsar para una calle tan comercial como quieren presumir.
    Todo lo importante a medias. Que no los tres carriles para particulares, que al final seran más por sus violentas invasiones.
    Unos futuros aparcamientos de zona que se supone para financiación de obra, pero que luego se convierten en todo gasto, y poca o nulas amortizaciones. Cuantos millones de derroche.
    Ademas que tanto aparcamiento acaba promoviendo de nuevo el aumento del tráfico en zona ya tan saturada.
    La vida sin coche no hay que inventarla, existe.
    Ya esta bien que se promueva que los coches sigan convirtiendo nuestras calles en sus estercoleros.
    Los carriles del trasporte colectivo, desamparados, y abiertos a su invasión, y abuso por los particulares.
    No se puede esperar mucho de la vigilancia, y eficacia de la policia. Deben estar muy hartos por algo, o alguien, porque apenas atienden las infracciones de esta ciudad, y desde luego no las multan, porque no se sabe porque no quieren recaudar.
    Del carril Bici mejor ni lo comento, de tan mal pensado, de tan peor proyectado; por cierto no se ha dicho que en mojado es muy peligroso. Hablemos de pista de patinaje en Bici.
    ¿ Para que lo habran construido ? ¿ Servira par algo ?
    Las aceras muy bien, han crecido bastante, y se ha renovado toda. Menudo gasto !!!
    Pero esta invadida por motos, y por zulos vallados de la contrucción. Que se supone se acabaran retirando. ¿ Seguro ?
    Demasiados cubos de basura, y reciclaje desperdigados por cualquier parte.
    Kaos en el ayuntamiento, y una ciudad que sige perdida.

  5. Respecto a los separadores, se junta la imperiosa necesidad de segregar el carril-bus (si no, será otro «carril-doble-fila») con el peligro de encerrar a ciclistas y motoristas.
    Una buena solución sería emplear una barrera permeable en lugar de las aletas, como las empleadas en algunos carriles bici de otras ciudades.

    A propósito, es irritante comprobar cómo el ayuntamiento concede todos los deseos al sector del taxi. Si ya tienen un carril exclusivo a la izquierda para evitar atascos, y tres más para circular ¿A cuento de qué les tienen que autorizar el carril-bus? ¿Para que estacionen en él y lo inhabiliten como hacen con el resto de carriles bus de la ciudad?

  6. Poner un carril bici en una calle paralela, Claudio-Coello, por ejemplo, tiene poca utilidad. Es calle estrecha, de poco tráfico y se va en bici muy bien por ella a la misma velocidad que el tráfico (que rara vez supera los 30 km/h).

  7. Bueno, lo de los momentitos es inevitable porque siempre puede haber alguien que tenga que dejar a alguien, lo mejor más que multar es preveerlos y dejar un espacio reservado para ello, y lo mismo para las motos. Pero hacerlo con un poco de cabeza, los chanflanes barceloneses son muy comodos para estas cosas, pero a la vez fastidian al peaton.

    Extender los carriles bicis si debe hacerse, además de manera imprescincible, en calles anchas con tránsito o en una paralela, para empezar por el bien de los ciclistas, por seguridad y velocidad, pero no sobre la acera, sino sobre la calzada, y en todo caso separado todo entre si, especialmente por el lado del tráfico para que no acabe en un carril de aparcamiento.

  8. Quizá otro error sea una cierta concepción aislada de la calle, en lugar de aprovechar para conectar con otros ejes peatonales importantes.
    El más obvio es el bulevar de Juan Bravo, que gracias a la rampa de aparcamiento que se está construyendo estará físicamente separado de la reforma de Serrano.

    y respecto a lo de perseguir las paradas de los coches, oído a Gallardón:
    «Con la reforma hemos conseguido que la comodidad de las grandes superficies de llegar con el coche al aparcamiento para hacer las compras, se resuelva con estos comercios de proximidad, puesto que se puede llegar a Serrano con el coche e incluso que te lleven las compras al vehículo. Es como un gran centro comercial abierto».
    Posiblemente se refiera al parking, pero teniendo en cuenta que la reforma asociada de Jorge Juan tenía prevista un carril y una fila de aparcamiento, y al final se cambió a dos carriles con una completa tolerancia a la segunda fila, me temo lo peor.

  9. No comparto vuestras esperanzas en lo que a las «aletas» se refiere. Como todos estamos de acuerdo, en que el carril/acera bici es un chiste, los ciclistas vamos a seguir yendo por la calzada.
    Las aletas, sobre todo con carriles tan estrechos, realmente suponen un peligro para nosotros, ya que no te dejan escapatoria ante un conductor que no esta atento a lo que tiene a su derecha si decide cambiar de carril.

    1. Reconozco que el peligro que expones puede existir, pero creo que la responsabilidad de ese riesgo debe caer sobre esos conductores que no están atentos y no sobre las «aletas», que al fin y al cabo están quietecitas en su sitio. No creo que un acto de conducta irresponsable deban pagarlo los miles de usuarios de autobús que se ven afectados si su carril está constantemente invadido.

      La situación ideal sería no tener que instalar los protectores, bien porque los conductores estuvieran concienciados y no invadieran el carril bus de forma sistemática, o bien porque existiera mano dura y multas por parte de los agentes de movilidad. Como esa situación utópica hoy por hoy no se da, la única forma realmente eficaz de garantizar agilidad a los autobuses es proteger físicamente su espacio. Y esos protectores en sí, no son peligrosos, como lo lo es ir en bici. Los peligrosos son los conductores que no cumplen las normas.

      1. Bueno, son tan peligros o no como los guardarailes en carretera lo son para los moteros. Conductores que no están atentos son un hecho, y no hace falta poner obstáculos insalvables que pongan en peligro vidas – hay otras formas de segregar el carril, pero dejando la permeabilidad para ciclistas y motos.

      2. La percepción que ir en bici es peligroso es mentira. Los ciclistas habituales tienen mayores expectativas de vida que los conductores o los motoristas.