Una estación de metro casi completamente a oscuras es algo que pocas veces podemos ver. Aquí tenemos un ejemplo: la estación de Rubén Darío, en la línea 5, durante un apagón. Por suerte, las bandas fosforescentes hacen bien su trabajo, señalizando los escalones y los bordes de paredes y andén:
tengo 2 experiencias por apagones en el metro. Uno fue un fin de semana de verano con la estación de Republica Argentina en Obras. Había un cartel a la entrada de que había apagón y que se evitaran ascensores y escaleras mecánicas. En el andén había un vigilante de seguridad con una linterna que esperaba a los viajeros que se iban a bajar del tren. Eso sí, llegar al andén era un poco aventura.
La otra vez fue en la estación de Diego de León, circulaba el tren de la linea 4 con bastante retraso. En las pantallas marcaba «último tren en circulación lenta por seguridad» (había gente en el andén que decía haber esperado unos 20 minutos) sobre las 2 menos 5 de la madrugada apagaron las luces y por megafonía invitaban a abandonar la estación porque «todos los servicios habían finalizado», sin embargo en el andén había operarios y seguridad del metro, que no dejaron bajarse a nadie en la estación, pero si permitieron subir. Usaron la megafonía del tren para indicar que la estación estaba cerrada y que los viajeros que quisieran bajar tenían que hacerlo en Lista. El tren pasó sobre las 2:10. Estuvimos a oscuras unos 15 minutos en la estación y en efecto el tren iba bastante lento.