El pago por uso en la tarjeta sin contacto: ¿compra de viajes, saldo o postpago?


En nuestro artículo dedicado a la nueva Tarjeta Transporte Público contábamos que en la primera fase en esta tarjeta solo se podrían recargar abonos transporte. Sin embargo, el sistema está preparado para tener hasta tres títulos de transporte cargados a la vez: un abono y dos billetes de diez viajes. Pero los billetes de 10 viajes (metrobús, bonobuses, etcétera) no son la única posibilidad de funcionamiento. En otras redes de transporte funcionan sistemas diferentes que repasaremos en este reportaje.

Sistema por viajes

Este es el sistema que está previsto que se implante en Madrid. El viajero almacena en su tarjeta un número determinado de viajes para una zona concreta, de modo que los va gastando a medida que utiliza el transporte público. Por ejemplo, en nuestra Tarjeta Transporte Público podríamos tener un billete 7 viajes para el metro y la EMT, 9 viajes para metronorte, 5 viajes para interurbanos de la zona B1…

Este es el sistema más tradicional, pero también el menos flexible. Tenemos que comprar los viajes por separado, como en la actualidad, con la única ventaja de tenerlos todos en un mismo soporte.

Postpago

Sería un equivalente al de los contratos de los móviles. Simplemente utilizamos el transporte público y a final de mes recibimos un cargo en el banco con el importe que hayamos utilizado. Al igual que en el sistema de saldo, podríamos estar permanentemente informados de cuánto llevamos gastado o contratar un abono transportes que se cargaría en nuestra cuenta.

La principal ventaja de este sistema es que permite premiar a los viajeros que lo utilicen mucho aunque no tengan abono transportes. Se puede hacer que el precio de cada viaje descienda a medida que se utiliza: por ejemplo, los 20 primeros viajes del mes a 1 euro cada uno, los 20 siguientes a 70 céntimos, los 20 siguientes a 50 céntimos… Incluso se podría establecer un límite para que la gente utilizase tranquilamente el transporte público sin temor a arruinarse con la factura: al llegar a una cantidad (por ejemplo 60 euros) no se nos cobraría más hasta el mes siguiente.

Este sistema ya se aplica, por ejemplo, en las carreteras de peaje: los usuarios abonados pueden atravesarlas sin pagar cada vez, recibiendo la factura cómodamente en casa, y con descuentos cuanto más las utilizan.

Por saldo

Un sistema de saldo funciona como el prepago de los móviles. Cada tarjeta se podría recargar con la cantidad que quisiéramos y en cada viaje se nos descontaría la tarifa correspondiente, según la zonas atravesadas. Además, si hacemos un uso intensivo del transporte público, con este saldo podríamos comprar abonos (diarios, semanales, mensuales…) para disfrutar de tarifa plana en las zonas que necesitemos.

Las tarjetas se pueden recargar en diferentes puntos como máquinas automáticas, estancos, supermercados, oficinas de atención al cliente… e incluso se pueden hacer promociones para premiar al usuario habitual. Por ejemplo: al recargar 20 euros, 2 euros más gratis.

Este sistema es el más sencillo de entender y manejar, y ya funciona en ciudades como Bilbao, Granada o Zaragoza. Es muy flexible ya que supone tener una una bolsa de dinero que gastar como necesitamos, en vez de ir acumulando viajes para un medio de transporte o zona determinados.

En nuestra opinión, sería el más conveniente para Madrid por su sencillez. Incluso podría convivir con un sistema postpago para quien prefiriese no tener que hacer recargas.

Una tarjeta que permite un sistema tarifario integrado

Estos tres sistemas de pago por uso tienen algo en común: permiten un sistema tarifario integrado. De hecho, casi podríamos decir que lo necesitan para no complicar al usuario.

Un sistema tarifario integrado, como hemos reclamado muchas veces en ecomovilidad.net para Madrid, es aquel que permite al usuario coger varios medios de transporte durante su viaje sin hacerle pagar por cada etapa. De esta manera, si para llegar a nuestro destino tenemos que coger dos líneas de autobús y el cercanías, no pagaríamos tres viajes (en realidad, tres etapas) sino uno solo. Quien necesita utilizar varios medios de transporte para llegar a su trabajo o centro de estudios dejaría de estar discriminado frente al que tiene la suerte de solo necesitar uno, aunque vivan a la misma distancia.

La Tarjeta Transporte Público es una ocasión ideal para simplificar nuestro caótico y en ocasiones absurdo sistema tarifario. Necesitamos que sea justo, fácil de entender y fácil de utilizar, porque es la única manera de captar usuarios nuevos.

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15 thoughts on “El pago por uso en la tarjeta sin contacto: ¿compra de viajes, saldo o postpago?

  1. Lo del postpago a mi me da un poco de miedo, teniendo en cuenta que la tarjeta es RFID, osea que puede ser leída con por alguien que tenga una maquinita para ello y la pueda copiar y gastarte viajes sin que te des cuenta hasta que te llegue la factura. ¿En las condiciones de uso especifica algo respecto a esto?

    En cambio para los abonos si lo veo interesante, ya que si lo pierdes, al estar los datos de los billetes comprados gestionados de forma centralizada, bastaría con pedir un duplicado del carné en vez de tener que comprar de nuevo el billete mensual como pasa ahora.

  2. Con la nueva tarjeta los abonos mensuales serán de 30 días pero ¿qué pasa con los abonos anuales?
    ¿Desaparecerán con la implantación del sistema de tarjeta sin contacto o se podrá sacar el abono anual con un periodo de validez de 365 días sin necesidad de rellenar formularios en un periodo de tiempo determinado?

  3. Veamos cómo respiran las mentes pensantes de madrid…
    Desde luego la opción «postpago» va a ser que no: quieren la «pasta fresca» por adelantado, la Espe está tiesa y no llega a fin de mes (como ya nos dijo en plena burbuja economica… imaginad ahora cómo estará)

    1. Ni idea de en Ámsterdam, pero en el cercanías de Madrid hay un proyecto piloto al respecto con trabajadores de Vodafone con un móvil compatible con NFC…

      Salu2!!

      1. El problema es que el pago por móvil siempre tendrá que ser algo accesorio. Aunque llegue a ser mayoritario, no se puede obligar al 100% de los usuarios de un servicio público a disponer de teléfono móvil, y mucho menos a que sea un smartphone con tecnología NFC.

        Por lo tanto, la tarjeta sin contacto puede convivir perfectamente con el NFC, aunque no ser sustituida por él.

  4. En Nueva York va así, y cuando compras un billete de 10 viajes en realidad lo que estás haciendo es recargar (pongamos que sigue costando el sencillo 1.50€) 15€ de saldo pagando 12€ como incentivo por cargar más dinero de golpe…

    En Países Bajos tienen la misma tarjeta para todo el país y para todos los operadores por tanto el funcionamiento principal es con efectivo cargado en la tarjeta, aunque luego puedes cargar «bonos y descuentos» de las distintas redes y operadores (por ejemplo por 60€ al año, 40% de descuento en trenes en hora valle).

    Por lo visto querían hacer compatible el sistema con la tarjeta Móbilis valenciana así que hacerlo con efectivo creo que sería la forma más adecuada, si no, sería un absoluto caos.

  5. Y mi pregunta es:

    Yo tengo un bono de 10 viajes en tren, zona 0A y otro de 10 zona A-B1. Entro al tren en una estacion de zona A ¿de donde descuenta?
    Y para rizar el rizo, salgo por una estacion que tiene los tornos abiertos y no paso la tarjeta (total, ¿para que? ya la pase al entrar y las puertas estan abiertas?

    Y se me ocurren mas combinaciones que no se si el sistema seria capaz de distinguir

    1. Sería tan fácil como desvincular los bonos con las zonas a recorrer. Tienes un bono de dos zonas, da igual cuales.

      Y con los sistema prepago o postpago, ni siquiera tendrías un bono, tendrías saldo y ya está.

      Respecto a los tornos abiertos, el modo Londres: no validar a la salida equivale a pagar la tarifa máxima. Ya verás como TODO el mundo valida a la salida.

    2. El ejemplo que has puesto, teórico eso sí, es absurdo: pagas dos veces… es mucho mas barato un bono de tres zonas en cercania, que DOS de 2 zonas… Piénsalo.

  6. Un artículo que expone de manera muy clara las alternativas que existen. ¡Felicidades por ello! Ahora «solo» falta que los políticos tomen nota…