Cuatro argumentos a favor de los 80 km/h

Ahora que el Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya ha decidido cambiar los parámetros de velocidad máxima en las carreteras del área metropolitana de Barcelona, suprimiendo en muchos casos el límite de 80 km/h, conviene tener presente que:

1) A 80 km/h hay menos muertos y menos heridos. Los estudios apuntan a una reducción de la siniestralidad del 30% en las vías en que se ha aplicado este límite de velocidad. Por otra parte, todos los estudios europeos confirman que la relación entre el incremento de velocidad y el incremento de accidentalidad es exponencial.

2) A 80 km/h los vehículos circulan con velocidades más homogéneas. Por tanto, se producen menos aceleraciones y frenazos y hay menos riesgo de entrar en congestión. Otra consecuencia de esto es el incremento de velocidad media en las horas punta de la mañana y de la tarde.

3) A 80 km/h se reduce la distancia de frenado y se incrementa la capacidad de las autopistas. Se enseña en las universidades tomando la referencia del Highway Capacity Manual, la norma norteamericana con la que se diseñan las autopistas y autovías de prácticamente todo el mundo. La velocidad máxima no incrementa la capacidad de una vía porque:

– El tráfico no tiene un comportamiento lineal, como si fuese un fluido, ya que a más velocidad se incrementan las distancias de seguridad y se pierde espacio para circular, hay una mayor dispersión en las velocidades individuales de los vehículos y aumenta la posibilidad de frenazos bruscos ante cambios y, por tanto, nos acercamos a la rama de circulación inestable.

– La mayoría de estudios de tráfico sitúan los valores de capacidad máxima de una autopista o autovía alrededor de los 60-80 km/h.

– Es totalmente falso argumentar que la reducción a 80 km/h provoca más congestión que la limitación previa. Al contrario: el límite establecido en 2008 ha reducido parcialmente la congestión porque ha reducido las inestabilidades del tráfico (dispersión de velocidades) y ha supuesto una transición más adecuada entre los 120 km/h de zona interurbana y los 50 km/h de zona urbana.

4) Las reducciones en las emisiones son superiores a las reducciones del tráfico causadas por la crisis. En las vías en que se ha aplicado la medida la reducción de la intensidad media de tráfico fue del 1’9% entre 2007 (antes de los 80 km/h) y 2008 (después de los 80 km/h), mientras que la reducción de emisiones de PM10 y óxidos de nitrógeno fue del 11%.

Sobre el autor
Ricard es ingeniero técnico en obras públicas y presidente de la ONG "Promoció del Transport Públic", una de las más importantes de Catalunya en la defensa del transporte público y la movilidad sostenible.

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