«Inventan» la T-11 ante al aumento desmesurado de tarifas

La mayor subida de tarifas en décadas ha agudizado el ingenio de los usuarios. Y es que, si hace un par de semanas apareció www.promobilletes.com, la iniciativa de dos ingenieros de la UPC que permitía bajar el precio de los títulos de transporte mediante el patrocinio de una empresa, ahora ha surgido otra idea que haría posible gastar menos en transporte público. Es la T-11.

La propuesta, lanzada por la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona a través de la web www.t11targeta.blogspot.com, pretende aprovechar al máximo las tarjetas que compramos.

Como la T-10 es un título integrado que permite hasta tres transbordos en un mismo desplazamiento y a menudo no le sacamos todo el provecho a esta circunstancia, los promotores de esta web nos sugieren que, cuando acabemos nuestro último viaje, en lugar de tirar la tarjeta, hagamos posible que otra persona se beneficie de ella.

De esta manera, con una T-10 podrían hacerse 11 viajes. De igual manera, una T-50/30 permitiría hacer 51 viajes.

¿Cómo funciona?

Para no tener que estar buscando a alguien interesado en usar nuestra tarjeta “agotada”, desde www.t11targeta.blogspot.com proponen que la dejemos en los márgenes de los puntos de información que hay en las paradas del metro y del bus, es decir, en los palos de parada y en las marquesinas del autobús o en los plafones informativos que hay cerca de las validadoras del metro. Su estratégica ubicación indicará que se trata de una T-11 y quien esté interesado en usarla, la cogerá. Recomiendan, eso sí, dejarla en puntos en que no paren los medios de transporte que hayamos usado en nuestro último viaje, pues en caso contrario no permitirá el transbordo.

Pero eso no es todo… Los promotores de esta peculiar iniciativa, quizás algo retorcida pero interesante, explican también en su web cómo se puede llegar a conseguir, de manera completamente legal, hacer hasta 20 viajes con una T-10. Se trata de coordinarse con alguien con quien se coincida regularmente, como miembros de una misma familia, compañeros de trabajo o vecinos. Los detalles, aquí.

¿Qué lecciones nos da la T-11?

Son varias y de diferente índole:

– Demuestra una vez más que existen alternativas imaginativas para gastar menos en transporte público sin necesidad de apretarse el cinturón.

– Pone de manifiesto el descontento entre la población por el mayor aumento de tarifas en el transporte público de los últimos lustros.

– Permite aprovechar al máximo el potencial del sistema tarifario integrado que tenemos en el área metropolitana de Barcelona. En ciudades como Madrid, por ejemplo, solo en casos muy concretos podría llevarse a cabo una iniciativa de este tipo…

– Promueve la solidaridad entre usuarios, frente al tradicional individualismo en que nos movemos.

¿Conseguirá arraigar esta iniciativa?

Sin duda, el secreto de esta iniciativa está en la difusión de la misma. Si nadie deja su tarjeta “agotada”, nadie se beneficiará de ella.

Sin embargo, ya hay lectores de www.t11targeta.blogspot.com que han comentado algunos de los inconvenientes que podrían surgir si se extendiera entre la población una iniciativa de este tipo, como que la Administración acabara reduciendo el tiempo durante el cual se permite el transbordo, que se desvirtuase la esencia del sistema tarifario integrado (garantizar la conexión entre dos puntos, independientemente de que exista o no una línea directa), que se generara suciedad con las tarjetas que cayeran al suelo o que surgieran “usuarios parásitos”, que usarían a menudo tarjetas “agotadas” de otras personas pero nunca comprarían una nueva.

Y tú, ¿qué opinas de la T-11? ¿Te parece un buen sistema? ¿Crees que conseguirá calar entre la ciudadanía? ¡Danos tu opinión!

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