Cuando el metro abrió de noche una semana entera

Gente disfrutando de la Gran Vía, peatonalizada por la nieve

Aunque parezca que fuera hace una eternidad, estos días se cumplen dos meses de las históricas nevadas que trajo la borrasca Filomena, cuando Madrid se cubrió de un manto blanco de medio metro que dejó unas estampas bellísimas por toda la ciudad… y una red viaria impracticable. La nieve primero y el hielo después, además de todas las ramas caídas, impidieron durante varios días la circulación de autobuses, bicis, coches y hasta trenes de cercanías, e hizo muy difíciles e incluso peligrosos los paseos medianamente largos.

En esta situación el metro se convirtió en el único medio de transporte de la ciudad, y se decidió que pese al toque de queda era necesario que siguiera prestando servicio por la noche para evitar dejar incomunicados a cientos de personas.

Una semana del tirón

Antes de que llegara la nieve, y ante la alerta roja de la Aemet, se decidió que la noche del 8 al 9 de enero prestara servicio la línea 8 como lanzadera entre Nuevos Ministerios y las dos estaciones del aeropuerto, sin paradas intermedias. Esta no fue la primera vez que se hizo algo así: con la nevada de 2009 la 8 también abrió de noche a petición de Aena, aunque la situación en superficie no fue tan grave como lo fue este año.

Cuando al día siguiente amanecimos con medio metro de nieve se hizo patente la necesidad de dejar abierta toda la red, y así se hizo desde la noche del 9 al 10 hasta la noche del 15 al 16, cuando empezaron a prestar servicio los búhos municipales. En total, la red estuvo abierta 8 días y 7 noches seguidas, o lo que es lo mismo, 188 h de servicio ininterrumpido, salvo en algún tramo en superficie que fue cortado por la acumulación de nieve.

La frecuencia de trenes era comprensiblemente baja: según indicaba Metro en su Twitter, entre 20 y 30 minutos. En algunas líneas como la 8, la 11 o la 7b esta frecuencia se podría haber cumplido perfectamente con un solo tren para cada línea. Aun así, y pese al toque de queda y que muchos centros de trabajo tuvieron que cerrar, Metro registró 3800 viajeros la noche del 9 al 10, y 13 079 y 11 302 viajeros respectivamente las noches siguientes; la mayoría de ellos entre las 5 y las 6 de la mañana.

¿Y por qué no siempre?

La red de metro cierra cada noche para llevar a cabo tareas de mantenimiento en la vía y en los trenes, además de tareas de limpieza en estaciones. Estas tareas son imprescindibles, y algunas no se pueden llevar a cabo en horario de servicio. Sin embargo, desde el punto de vista técnico, está claro que la red puede soportar algunos días sin que estas tareas se realicen, o en el peor de los casos, compaginándolas con el servicio de viajeros en las horas de la madrugada.

Siete noches seguidas es un caso extremo, está claro, pero esta es la prueba final de que se podría mantener el servicio las noches de viernes y sábados. Obviamente la situación actual hace que no tenga sentido, pero en cuanto sea posible debería priorizarse solucionar de una vez por todas un problema que viene de muy lejos (y del que hemos hablado en numerosas ocasiones: aquí, aquí, aquí y aquí).

Sobre el autor
Madrileño en general y estudiante de ingeniería civil en particular.

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One thought on “Cuando el metro abrió de noche una semana entera

  1. Totalmente de acuerdo, muy necesario abrir los fines de semana. Aunque taxis y VTC no estarán muy de acuerdo probablemente..