¿Existe la obsolescencia programada en el transporte público?

Foto: 20 Minutos

Hace unos meses, numerosos blogs y redes sociales difundieron el documental de La 2 Comprar, tirar, comprar donde se investigaba un concepto con cierto caracter de leyenda urbana: la obsolescencia programada, es decir, el deterioro previsible de bienes de consumo provocado por los fabricantes para garantizar la venta continuada de los mismos. Un fenómeno detectable en aparatos tecnológicos, electrodomésticos e incluso automóviles, y siempre acompañado de la frase «Las neveras de antes duraban más».

Sin embargo, lejos de centrarnos en estos productos destinados al público general, encontramos situaciones dentro de la obra pública propias de este fenómeno. Antes de ello, vamos a meternos en materia.

¿Cómo son las líneas del metro de Madrid?

Como muchos sabréis, nuestro metro tiene dos tipos de líneas según su gálibo. Las más antiguas tienen túneles y trenes de gálibo estrecho (2,3 m.) mientras que las líneas más recientes son de gálibo ancho, de 2,8 m. La longitud de los trenes también es diferente: las composiciones ‘largas’ de 6 coches miden 90 m. en las líneas de gálibo estrecho, y 115 m. en las de gálibo ancho.

5000 en doble (72 m) en la estación de Las Musas (115 m). Foto: treneando.com

Desde los años 70, las nuevas líneas siempre se habían construido con andenes de 115 metros en previsión de albergar trenes largos algún día, y así evitar las complejas obras de ampliación de andenes, como las de la línea 1 en los años 60. Algunas líneas tardaron muchos años en ver sus andenes completos. La línea 7 se abrió en 1974 y hasta 2006 no tuvo trenes de 6 coches. Con la antigua 8 (Fuencarral-Nuevos Ministerios) pasó algo similar desde 1982 hasta 2002.

Aún hoy, varias líneas no tienen trenes que abarquen todo el andén. Sin embargo, sus andenes son aprovechados al completo cuando hay algún evento especial que obligue a reforzar el servicio, como pasó en la línea 9b durante Rock in Rio, o en las líneas 8 y 11 para la JMJ.

El caso de MetroNorte y MetroEste

En el plan de Ampliación 2003-2007 dos nuevas líneas se saltaron esta tradición de hacer andenes largos: la 7b Estadio Olímpico – Hospital del Henares, y la 10b Tres Olivos – Hospital del Norte, conocidas como MetroEste y MetroNorte respectivamente. Ambas fueron ejecutados con la extraña longitud de andenes de 90 metros, que permiten albergar trenes de 6 coches de gálibo estrecho, o de ‘4 coches y pico’ de gálibo ancho.

De momento operan con trenes cortos de 3 coches de gálibo ancho, pero… ¿qué pasará en el futuro? En su día se justificó esta medida como un ahorro en la construcción de las estaciones. La construcción de estas líneas ha sido extremadamente costosa (y dudosamente rentable), y recortar 20 metros la longitud de las estaciones suponía un pequeño ahorro en la ejecución de pantallas y el vaciado del cajón de la estación.

Fases de ejecución de una estación. Clic para ampliar. Fuente: Comunidad de Madrid

Nos enfrentamos a dos posibles escenarios. Si se cumplen las previsiones, llegará un momento en el que sea necesario añadir un quinto coche a los trenes, y entonces no quepan en los andenes. Sería necesario una nueva obra más costosa, ya que ni siquiera se ha dejado preparada la ampliación de andenes: habría que demoler las bóvedas de los túneles y cortar la línea completa varios días. Ahora eso parece lejano, pero también las líneas 7, 8 y 9 llevaban pocos viajeros en sus inicios, y ahora llevan trenes completos.

Si no se cumplen las previsiones de viajeros (y de momento no se cumplen en ciertos tramos), no sería necesaria la ampliación de andenes, pero tendríamos un mini-metro que ha costado cientos de millones de euros, pero que movería menos gente que un tranvía. En definitiva, un juguete carísimo, como el de aquel anuncio de los filipinos que se hacían su propio metro en su aldea por imitar al de Madrid.

Obsolescencia programada: el negocio redondo

La excusa del ahorro suena bastante peregrina cuando vemos las proporciones: más de 1 400 millones de € gastados en MetroNorte y MetroEste, y recortamos una mísera cantidad en longitudes de andén. Otras personas argumentan una cuestión de imagen: con estos andenes de 90 metros se consigue un metro ‘grande’, pero no tan grande como para que los trenecitos de 3 coches parezcan ridículos en las estaciones, como pasa en TFM.

El último razonamiento que nos ha llegado forma parte de una rumorología con cierta base. Ante la previsible falta de demanda en nuevas obras de metro (no sólo por falta de fondos, sino también porque no quedan lugares lógicos donde llevar el metro) las propias empresas constructoras propusieron a Mintra la construcción de andenes cortos. Así se reducía el coste y el plazo de ejecución, apurado hasta abril de 2007, un mes antes de las elecciones. Las constructoras se aseguraban unas obras de necesidad dentro de varios años, mientras que la Comunidad conseguía su objetivo de ‘poner Metro’ a tiempo en Alcobendas, San Sebastián, Coslada y San Fernando.

Así, ambas partes salían ganando, y el problema de los andenes… pues ya se resolverá cuando llegue. Como nunca nos confirmarán esta hipótesis, ¿Tú que opinas? ¿Por qué se recortó la longitud de andenes?

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6 thoughts on “¿Existe la obsolescencia programada en el transporte público?

  1. Cuando hablamos de construcción no puede haber obsolescencia programa en el sentido tradicional, es decir, que se estropee y se rompa porque mucha gente podría morir y para eso se firman papeles para que haya responsables pero supongo que esta manera deficiente planificar sabiendo, ahí está la clave, que habrá que modificarlo si podría considerarse así. Una burla a los ciudadanos que pagamos impuestos.

  2. No existe obsolescencia programada, lo que ha habido es una falta de previsión e inversiones en infraestructuras mal planificadas.

    La idea de Metro a todos los sitios es agradecida por los ciudadanos pero cara de mantener. Cuando lo optimo hubiera sido otra solución menos costosa y mucho más práctica. Pero el Metro es el Metro. Y que queréis que os diga para tener un Metro que llega muy muy lejos pero con tantas estaciones y cambios de metros en estaciones, prefiero no tenerlo y continuar yendo en autobús.

    Referirnos a algo como «obsolescencia programada» se puede hacer cuando nos referimos a objetos que se fabrican con un tiempo de duración, ya sabéis lo casos de las impresoras, baterías de algún dispositivo electrónico pero no es el termino adecuado para hacerlo cuando lo hacemos a infraestructuras.

  3. Dos posibilidades:
    1.Buscaban ahorrar costes siguiendo criterios cortoplacistas.
    Conclusión: banda de incompetentes.

    2.Eran conscientes de lo que hacían y buscaban deliberadamente hacer negocio en el futuro.
    Conclusión: atajo de bastardos.

    Me inclino más por la opción 1 como más plausible. Porque ninguna empresa del gremio de la construcción tiene garantizada su contratación para futuras ampliaciones de andenes sabe dios cuántos lustros después.

    En cambio, no tiene nada de raro que el político de turno se preocupe simplemente de que la infraestructura se haga rápidamente en su legislatura. De forma que lo que ocurra después… pues si es reelegido, veremos qué se puede hacer. Y si no es reelegido… morcillas.