Muchas empresas fabricantes de coches, que llevan años comercializando máquinas que contaminan nuestras ciudades, han decidido subirse al carro de la ecología tan de moda y nos venden sus nuevos modelos híbridos como la solución a todos los males, el milagro contra el cambio climático y los problemas de movilidad.
Sin embargo, no podemos dejarnos convencer tan fácilmente. Aunque son un avance considerable, los coches eléctricos son sólo parte de una solución, pero no la solución. Los coches eléctricos tienen una mayor eficiencia energética y una emisión reducida o nula de contaminantes en la ciudad, lo que sin duda es imprescindible hoy en día.
La mayoría de los coches ‘verdes’ son híbridos
Aunque llevamos años hablando de coches eléctricos, la mayoría de los que circulan por nuestras calles son en realidad híbridos. Es decir, vehículos que combinan un motor eléctrico con otro de combustión interna que se alimenta de combustibles fósiles. Por lo tanto, aunque menor, sigue existiendo dependencia del petróleo.
Hoy por hoy, apenas existen un pequeño número de vehículos 100 % eléctricos, aún poco potentes.
Siguen siendo un derroche de energía
Aunque todos los coches que circulasen fuesen eléctricos, seguiríamos en un gran problema de abastecimiento de energía. Y es que el coche privado consume mucha más energía que el transporte público para mover a la misma gente, simplemente por el hecho de que para mover a 1,2 personas (la media de ocupación de un coche en Madrid) hay que transportar también una máquina de más de 800 kilos.
Además, con una población llena de millones de coches eléctricos cargándose cada noche, habrá que realizar grandes inversiones en nuestras redes de energía para poder soportar toda esa demanda y los picos de consumo eléctrico.
Generar electricidad no sale gratis. Aunque es el combustible más flexible para su generación porque puede venir de fuentes renovables, todas ellas cuestan dinero y economizarla sigue siendo una necesidad. Que el coche eléctrico sea más eficiente que el de petróleo no lo hace eficiente de por sí.
Reducir el número de coches sigue siendo una necesidad
Eléctricos o híbridos, siguen sobrando coches en nuestras ciudades. Un atasco de coches eléctricos sigue siendo un atasco, que hace que se pierda tiempo y dinero. Un atropello de un coche eléctrico sigue siendo un accidente con muchas posibilidades de ser mortal. Y el espacio de todos que una persona ocupa durante horas con una máquina que no está usando, sigue siendo un espacio público que podría aprovecharse para cualquier otra cosa.
Los únicos inconvenientes que solucionan los coches eléctricos son la contaminación acústica y las emisiones al aire, aunque como hemos visto, en esto último tampoco cumple su objetivo del todo.
El camino que debe seguirse es el de reducir el número de coches. Nunca hemos pretendido erradicar este medio de transporte de la ciudad, sabemos que en ocasiones es necesario. Y si se mantiene sólo para estos casos, y se utilizan coches eléctricos, nuestro entorno lo agradecerá. Pero en ningún caso podemos pagar 30 000 euros para acallar nuestra conciencia y sentir que estamos solucionando los problemas de medio ambiente y movilidad. Porque llamar «ecológico» a algo que consume tanta energía (aunque sea eléctrica) y necesita tantos recursos para ser fabricado es injusto y bastante cínico.
¿Y cuál es la solución? Llevamos más de dos años defendiéndola desde aquí: uso racional del coche, transporte público, bicicleta y caminar. Nuestra salud, nuestro dinero y nuestra ciudad lo necesitan.
¿Para cuándo el coche con pila de hidrógeno? La tecnología ya está lista para utilizarse: http://www.microsiervos.com/archivo/tecnologia/al-volante-fcx-clarity-coche-electrico-celula-combustible-honda.html
¿Y las bicicletas eléctricas? Usas una máquina de 20 kilos para transportar a una persona de 80. Cuesta abajo o en llano no consumen. Cuesta arriba solo asisten al pedaleo. Como las antiguas velosoles, vamos, pero en eléctrico…
Bueno, yo también estoy totalmente de acuerdo con que el eléctrico no es la panacea, aunque al menos es un paso positivo. Asimismo, pienso igual en cuanto a la saturación, pues he escrito ya en varios sitios respecto a la necesidad de subsanar la «saturación del espacio» y no sólo la de las emisiones. Por eso mismo em parece muy acertado que se dé más opciones a la bicicleta o al transporte público, más bien para ciudad, así como a las webs gratuitas para compartir el coche privado (www.BlaBlaCar.es, http://www.Compartir.org, etc) o de alquiler (Hellobyecars, etc), para trayectos más largos. En cualquier caso, debe salir también una iniciativa conjunta desde nosotros, los habitantes de las ciudades, y no sólo esperar a las ofertas que se hacen desde los organismos oficiales o las empresas.
Para empezar lo que hay que cargarse es el concepto de coche particular, especialmente en el de tenerlo para emergencias, para los fines de semana, para poder llevar a la abuela al médico o para hacer la compra los sábados. Todos estos casos pueden y deben suplirse por un sistema de alquiler compartido (carsharing) que te permita rápidamente a cualquier hora elegir entre varios modelos, desde un utilitario a una furgoneta, pasando por un vehículo con más clase para una cita o un compromiso social,, un vehículo con 9 plazas…
Y luego está el que lo tiene para ir en vacaciones al pueblo, o a la playa, o a saber. En este caso es el alquiler convencional el que sale mejor de precio, bastante más que mantener el vehículo todo el año.
Con estos casos ya se eliminarían gran parte de vehículos de la vía publica que tienen poco uso sin perder servicio los usuarios, seguramente ganándolo. No se eliminan todos, obviamente, pero siempre es una alternativa interesante y que seguramente facilitaría que el que necesite un vehículo obligatoriamente para la movildad diaria se pueda plantear tener algo más ajustado a esa necesidad, una moto o un vehículo corto de dos plazas, en lugar de un «coche para todo».
¿Tienen los coches eléctricos una mayor eficiencia energética? Aisladamente sí. Pero si abarcamos todo el proceso completo, ya no estoy tan seguro.
Un coche convencional se alimenta directamente de hidrocarburos refinados, es decir, energía química, la cual se transforma directamente en energía mecánica.
En un coche eléctrico el proceso es más complejo. La mayor parte de la electricidad procede de hidrocarburos. Ahí tenemos una primer transformación, es decir, de energía química a energía eléctrica. Luego esta es sufre pérdidas en su transporta y cambio de voltaje hasta que llega al coche, en donde se transforma en la energía química almacenada en las baterías. Luego ésta es por fin de nuevo transformada en energía mecánica. Por tanto, múltiples transformaciones con las consiguientes pérdidas. Por eso no estoy tan seguro de que todo este proceso sea más eficiente energéticamente que el otro.
Sí es cierto que son mucho menos contaminantes en las ciudades, pero para producir esa electricidad que consumen hay que apoyarse en buena parte en la quema de hidrocarburos, que sí son contaminantes, aunque no precisamente en los cascos urbanos. A nivel global el balance no es tan positivo.
En realidad, los motores convencionales son muy poco eficientes, un 25% o así, con suerte, dependiendo del régimen del motor. Los motores eléctricos de un vehículo pueden pasar fácilmente del 70% (y los motores de gasolina que se usan para los híbridos también pueden funcionar permanentemente en un régimen más eficiente), y también en las centrales eléctricas de gas puede tener rendimientos mucho más altos, quizá el 90%. Aunque en generación y en el motor se aprovechara sólo el 70% en cada, sigue siendo casi un 50%, mucho más que un coche convencional.
Por más que le doy vueltas, no veo todo positivo respecto a los coches eléctricos, más bien, yo apostaría por los vehículos que se mueven a base de hidrógeno. Aún así, las nuevas energías para propulsar los vehículos no se están desarrollando demasiado, sencillamente porque a las empresas petrolíferas no les interesa. Y lo más importante, y cabe resaltar, es que, el petróleo apróximadamente en 50 años se agotará.
Por otro lado, nos estamos cargando el planeta, así que, coincido en que debemos tener conciencia y fomentar más el desarrollo del transporte público, en lugar de, el transporte privado.
¿Hidrógeno?
Que va. La mejor forma de suicidarte rápido.
El hidrógeno por su sencillez molecular casa con todo, lo que lo convierte en inmanejable a temperatura ambiente. Con la tecnología actual el hidrógeno conlleva unos costos adicionales inaceptables si queremos niveles razonables de seguridad.
De hecho, que yo sepa sólo se emplea como vector energético en la NASA.
Lole, en la EMT de Madrid y en muchas otras ciudades se han probado autobuses de hidrógeno, que únicamente emiten vapor de agua:
http://www.youtube.com/watch?v=MPQk-e82sKQ
La única pega es que estos coches y autobuses aún no se fabrican en serie, y de momento son todo prototipos y modelos en pruebas en constante desarrollo.
Un saludo
Es verdad. Me callo.
Un apunte a lo que comentáis de que «con una población llena de millones de coches eléctricos cargándose cada noche, habrá que realizar grandes inversiones en nuestras redes de energía para poder soportar toda esa demanda y los picos de consumo eléctrico», echad un vistazo a la web de Red Eléctrica de España sobre la demanda en tiempo real:
https://demanda.ree.es/demanda.html
La electricidad por la noche prácticamente se regala, se tiene que usar por ejemplo para bombear agua a zonas altas para luego soltarla y turbinarla durante las puntas del día, que es cuando más falta hace, no por la noche.
Un saludo
Javi, el problema no es de falta de generación de energía, que por las noches sobra. Las redes de AT lo aguantan bien, el problema es en las redes de baja tensión.
En grandes edificio de pisos, si todos los vecinos cargan su coche por la noche, la propia red del edificio se viene abajo. Ya ni hablamos si utilizan la «carga rápida»: los amperajes alcanzados por las cargas superan el propio consumo de las casas.
Es necesario instalar contadores «inteligentes» (electrónicos) que gestionen la demanda a lo largo de la noche en cada garaje. ¿Cuantas casas tienen dichos contadores?
Por los contadores «inteligentes» no te preocupes (o sí), que pronto los impondrán por ley en todas las viviendas.
Además el coche eléctrico dejará de ser eficiente energéticamente si acudimos a la recarga rápida.
A expensas de que el mejor ahorro es la ausencia de consumo, en el mundo real donde gran parte de la gente necesita el coche para sus desplazamientos habituales (no sé si son mayoría en realidad o no), y para ellos la mejora en la eficiencia energética está en el ahorro, y un aspecto determinante es el de la manera de abastecerse del coche eléctrico.
Se está imponiendo la idea de la recarga rápida, tal vez por el interés de las compañías eléctricas precisamente por su mayor consumo energético, pero debemos caer en la cuenta de que de esta manera el ahorro energético del cambio al vehículo eléctrico se va a neutralizar por la ineficiencia en el modo de recarga.
En mi opinión, si queremos salvar este escollo lo que debemos hacer es impulsar una batería universal para todo tipo de coche, o un módulo al menos para que cada coche disponga de energía según sus requerimientos, y ese módulo sea el que se recambie en las gasolineras, que efectuarían la recarga (lenta) en horario nocturno.
Seguramente existirán mil maneras de recargar las baterías, pero supondrán un cambio en los hábitos de reposición de energía, y el éxito en la introducción del vehículo eléctrico dependerá fundamentalmente de aspectos como éste.
El vehículo eléctrico es un paso más, pero no el paso definitivo.
Además, no hay estudios serios sobre los efectos de la contaminación electromagnética producida por los motores eléctricos.
Eso de ‘contaminación electromagnética’ me ha gustado. Me parto de risa. ¡Ah! Que no era un chiste…
Hombre, si los motores eléctricos tuviesen emisiones electromagnéticas nocivas, los usuarios de metro, trenes y tranvías habríamos manifestado algún síntoma tras 100 años de uso… ¿no?
Y los de lavadoras, neveras, consolad… digooo cepillos de dientes eléctricos…