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Veo que la experiencia te permite saber de lo que estamos hablando.
Enhorabuena ! Es tan divertido, y como bien dices se puede afirmar que como también conocen los europeos del norte, <>.
No es coña. La bicicleta tiene dos ruedas en vez de cuatro, y la superficie de contacto es mucho menor.
Sobre nieve (no así en hielo, ¡cuidao!), las ruedas de la bici se «clavan» y contactan con el asfalto. En recta se puede circular a velocidad normal, y en las curvas sólo hay que tener cuidado de frenar antes, y no durante la curva.
El menor peso hace que la inercia en la frenada no sea ni comparable a la de un automóvil. Las típicas escenas de coches que se deslizan sin freno, o ruedas que patinan al arrancar, en bici son inexistentes.
Y teniendo en cuenta que en días como estos, las calles se colapsan, los buses ¡olvídate!, y Renfe tampoco es pletórica… no es ninguna barbaridad decir que «las bicicletas son para el invierno» 😛
¡Pues la próxima vez habrá que probarlo! 🙂
[a]
Es tan agradable, y seguro rodar en Bici sobre nieve. Que nadie que no lo haya probado se lo creería.
No dudes, y prueba en la próxima nevada, y si es tu caso; deja de pasear en coche con nieve, que nos intoxica, y además produce accidentes, o bloquea las calles.