Llamar a las cosas por su nombre (I)

Llamar a las cosas por su nombre (I)

El transporte y la movilidad sostenible se encuentran muy presentes en el día a día de todos nosotros. Así lo demuestra el gasto medio por hogar en transporte en 2014, que fue de 3.227 euros anuales, el 11,9% del total (INE). Por otra parte, el número de viajes por persona en las principales áreas metropolitanas oscila entre 2 y 3,6, con un valor medio de 2,9 (Informe del OMM 2013). Pero a pesar de ser un tema conocido de sobra por todos, en ocasiones hacemos un uso indebido de algunas palabras o expresiones para referirnos a situaciones o cosas concretas. Y en la actualidad, debido a la gran cantidad de conceptos nuevos que aparecen a diario, es muy importante llamar a las cosas por su nombre. ¿Queréis conocer los errores más frecuentes?

Frecuencia/intervalo

Y precisamente, comenzamos con la FRECUENCIA. Es correcto decir que “la frecuencia de paso del metro aumenta” para referirse a que la oferta del servicio mejora, pero, ¿cuántas veces no habéis escuchado la frase: “¿la frecuencia del metro en hora punta es de ‘X’ minutos”? Se trata de un error muy habitual, debiéndose utilizar en su lugar la palabra INTERVALO. La explicación se resuelve en parte consultando las definiciones de la RAE (aunque en estos casos es más conveniente consultar diccionarios más técnicos):

Frecuencia: número de veces que se repite un proceso periódico por unidad de tiempo.

Intervalo: espacio o distancia que hay de un tiempo a otro o de un lugar a otro.

O en otras palabras, intervalo es el tiempo que pasa entre la repetición de un suceso y la siguiente. Y por tanto, la frase correcta sería: “el intervalo del metro en hora punta es de ‘X’ minutos”.

Vagón/coche

En el metro, solemos referirnos a cada una de las partes del vehículo como VAGONES, influenciados quizás por la similitud que guardan con los trenes. Aunque su uso es correcto según la RAE, la confundimos con la que realmente se usa en el argot profesional: COCHES -de nuevo subrayamos que la RAE no es la mejor fuente para salir de este tipo de dudas-. Se trata de una de las confusiones más extendidas. Tal y como se observa en la RAE, ambos términos sirven para designar lo mismo indistintamente:

Vagón: en los ferrocarriles, carruaje de viajeros o de mercancías y equipajes.

Coche: vagón del tren o del metro.

No obstante, los profesionales ferroviarios utilizan COCHE cuando su finalidad es la de transportar viajeros, y VAGÓN cuando transporta mercancías.

Rotonda/glorieta

El eterno debate. Aún no existe una definición 100% clara que despeje todas las dudas. Acudimos de nuevo a la RAE:

Rotonda: plaza circular.

Glorieta: plaza donde desembocan por lo común varias calles o alamedas.

Lo cual no nos aclara nada. Si consultamos el temario oficial que ofrece la DGT para promoción interna (Tema 3.10 – el que aporta más información sobre el tema), observamos que solamente se hace referencia al término GLORIETA (nunca se habla de ROTONDA). La única pista que encontramos para saber que nos encontramos delante de una GLORIETA es la presencia de la señal vertical S-200 (ver Figura). En cualquier otro caso, nos encontraríamos ante una plaza de circulación giratoria, o como puede denominarse comúnmente, ROTONDA.

S-200 - Preseñalización de glorieta (Normas y señales reguladoras de la circulación, DGT)

S-200 – Preseñalización de glorieta (Normas y señales reguladoras de la circulación, DGT)

Nota 1: Respecto la distinción de glorieta/rotonda, y poniendo el ejemplo de Madrid, los nombres de Glorieta de Quevedo, Glorieta de Cuatro Caminos, etc. no ayudan para nada, pues ninguna cuenta con la señal ‘S-200 – preseñalización de glorieta’, y por tanto, no pueden considerarse como tal.

Nota 2: Como veis, la RAE no sirve de gran ayuda para resolver estas dudas. Es más conveniente consultar otras fuentes cuando se trata de palabras técnicas.

Sobre el autor
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos especializado en Transportes. Actualmente realizando estudios de doctorado en el Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT), en el área de Gestión de la Movilidad, donde además participa en varios proyectos relacionados con la ciudad y su movilidad.

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2 thoughts on “Llamar a las cosas por su nombre (I)

  1. Lo de «coche/vagón» es fácil de recordar al escuchar el aviso que hay en el Metro de Madrid en las estaciones en curva: «Al salir tengan cuidado para no introducir el pie entre coche y andén»