¿Por qué no votar la opción C en la consulta de la Diagonal?

Desde Ecomovilidad hemos defendido firmemente la necesidad de reformular el tramo central de la Diagonal. No nos hemos escondido: la configuración actual de esta vía no nos gusta. De hecho, pensamos que llega con muchos años de retraso. No podemos olvidar que, con la construcción de las rondas con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, la Diagonal perdió su función como calle para cruzar Barcelona de un extremo al otro.

Por ello, creemos que ya va siendo hora de que la Diagonal se convierta en un eje cívico, con unas aceras suficientemente anchas para pasear tranquilamente e ir de tiendas, con zonas verdes de calidad y en buen estado de conservación, con un transporte público eficiente y al nivel que merece Barcelona en el siglo XXI.

Por lo tanto, votar C supone:

1. Mantener una vía colapsada. Tanto los conductores como los usuarios del autobús sabemos que a determinadas horas no es, ni de lejos, la mejor vía para circular.

2. No mejorar la red de bus. En este tramo el bus de TMB alcanza una velocidad comercial bajísima: 8 km/h. Esto es así por el intenso tráfico, pero también porque la red de bus actual no es eficiente. Hay que reestructurarla para crear la llamada Retbus. La reducción de líneas permitirá optimizar los recursos, ofreciendo servicios de alta frecuencia con carriles bus protegidos.

3. Conservar un arbolado de baja calidad. Los estudios han demostrado que su estado de conservación es bastante malo y que en los próximos años habría que renovar gran parte de los ejemplares.

4. No acabar con una vía ruidosa, contaminada y con alta accidentalidad. Quienes defienden que la reforma de la Diagonal perjudicaría gravemente a los árboles (lo que, por cierto, no necesariamente sería así) no tienen presente que dejar la Diagonal como está será lo que matará, más temprano que tarde, los árboles de esta vía.

5. Poner trabas a la optimización de la red de tranvías. El tranvía ha demostrado desde su implantación, hace más de seis años, su éxito, alcanzando un número de usuarios tan alto que ha llevado a reforzar la oferta en hora punta y consolidándose como el medio más valorado por los usuarios, por delante del resto de medios (metro, FGC, Rodalies, bus…). El tranvía por toda la Diagonal multiplicaría las posibilidades de conectar con el resto de medios y lo haría con unos costes muy razonables, creando puestos de trabajo.

6. Menospreciar el comercio. La anchura de las aceras de la Diagonal, que en algún tramo ocupan poco más de un metro, no invita a utilizarlas para ir de compras. Se ha demostrado reiteradamente que si el peatón no goza de un espacio de calidad en la calle no pasa por él.

7. Conservar un carril bici poco eficaz. En su día el carril bici de la Diagonal supuso todo un avance en las políticas de defensa de la movilidad sostenible. El uso intensivo que se hace actualmente de la bici, por el incremento de los carriles bici, por la puesta en marcha del bicing, pero también porque ha demostrado a menudo que es más rápida y útil que el resto de medios, hacen necesario dotar a las bicicletas de un espacio propio, segregado del peatón. De esta manera ganará la bicicleta, pero también quienes se desplacen a pie, pues dispondrán de un espacio más adecuado para pasear sin tener que sufrir por su seguridad.

En definitiva, votar C supone perder la oportunidad de mejorar una calle que necesita dar protagonismo a la movilidad sostenible. Está en las manos de los barceloneses decidir si se aprovecha esta ocasión o si se deja pasar hasta no se sabe cuando…

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