Y con el AVE no llegó el fin del mundo…

Como este fin de semana la Sagrada Família es el centro de todas las miradas a raíz de la visita a nuestra ciudad del Papa Benedicto XVI, en ecomovilidad.net Barcelona queremos recordar la dura campaña que desde el Patronat de la Sagrada Família, con la complicidad de determinados medios de comunicación y partidos políticos, se ha llevado a cabo durante los últimos años para tratar de conseguir que el AVE no pasara junto al monumento de Gaudí.

Y ello pese a que su trazado entre Sants y La Sagrera por la calle Mallorca fue consensuado en el año 2002 por el Ministerio de Fomento (entonces dirigido por el PP), por el Departament de Política Territorial i Obres Públiques (al frente del cual estaba CiU) y por el Ajuntament de Barcelona (gobernado por el PSC, ERC e ICV-EUiA) y obtuvo el visto bueno de la justicia y de la UNESCO.

Por eso, ahora que las obras en el túnel del AVE han dejado atrás la Sagrada Família, los mensajes apocalípticos del patronato que la dirige o de la plataforma nimby “Volem l’AVE pel litoral” han perdido intensidad al constatarse que la obra es segura y que el impacto sobre el terreno es mínimo y siempre dentro de los índices que se habían previsto.

Ya casi nadie recuerda las lecturas interesadas de los agoreros que sólo pretendían obtener réditos electorales a corto plazo y que llegaron a proponer soluciones tan “lógicas” como que el AVE fuese de Sants a La Sagrera pasando por el Vallès o que el túnel se construyese bajo el mar. Afortunadamente, cada vez queda más lejos la psicosis que se creó en Catalunya en el año 2005 a raíz del hundimiento que se produjo en El Carmel, lo cual obligó a extremar las precauciones en las obras públicas, con el consiguiente encarecimiento de las mismas, y que hizo prevalecer a menudo los criterios políticos sobre los técnicos. Por eso, no deberíamos dar alas a quienes, con sus visiones catastrofistas, no hacen más que poner en duda la credibilidad de la obra pública e impiden el progreso de la sociedad.

Y hablando de impedimentos, cabe recordar que la visita del Papa provocará a lo largo del fin de semana restricciones de circulación en las inmediaciones del templo de Gaudí, lo cual obligará a modificar el recorrido de 30 líneas de autobús, anular 20 estaciones del bicing y dejar sin servicio, a partir de esta medianoche, la estación Sagrada Família y las correspondencias que en la misma existen entre las líneas L2 y L5 de metro.

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