En estos tiempos en los que los recortes parecen ser el pan nuestro de cada día y cuando ya se rumorea que podrían volver a subir las tarifas del transporte público en Barcelona, cabe preguntarse qué gastos superfluos o desproporcionados podrían reducirse o eliminarse en este ámbito.
El programa “8 al dia”, de la cadena de televisión 8tv, llevó a cabo en enero un interesante análisis sobre este tema, que ponía de manifiesto que hoy por hoy todavía se producen prácticas cuestionables. Para empezar, cabe destacar el complicado galimatías de siglas que conforman el transporte público del área metropolitana de Barcelona: ATM, AMB, EMT, TMB, FGC, etc. Ello demuestra que son muchos, quizás demasiados, los entes que gestionan esta materia.
Así, del Àrea Metropolitana de Barcelona, cuyo presupuesto es de 247 millones de euros, depende la Entitat Metropolitana del Transport, la cual ordena, gestiona, planifica y coordina el servicio de transporte colectivo de viajeros. Sus directivos son alcaldes y concejales que, al parecer, cobran más de 1.000 euros en dietas por cada reunión. Teniendo en cuenta que se celebran unas 40 reuniones al año, el coste anual de estas es de un millón de euros. Sin duda, de aquí se podría recortar sin que se resintiera el servicio…
Por su parte, de la Direcció General de Transports del Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya depende la ATM, la cual tiene un presupuesto de 1.059 millones de euros y se encarga de planificar infraestructuras, de elaborar contratos-programa con operadores, de velar por la financiacion del transporte público y de fijar las tarifas a través del Consell de Mobilitat. No ha trascendido a la opinión pública si los directivos del Consell de Mobilitat de la ATM, que son altos cargos de la Generalitat y de ayuntamientos, cobran dietas o complementos por asistir a reuniones, pero resulta sospechoso que, cuando se pregunta sobre esta cuestión, todo el mundo guarde un absoluto silencio…
Asimismo, el regidor de Prevenció, Seguretat i Mobilitat del Ayuntamiento de Barcelona preside el Consell d’Administració de TMB. Al parecer, este órgano, formado por 30 miembros, casi todos ellos cargos públicos, gastó en 2010 230.000 euros en dietas, de manera que cada miembro del Consell d’Administració de TMB recibió unos 600 euros por reunión. Y ello, pese a que cobran por una tarea asociada directamente al cargo que desempeñan enla Administración o en el ente del que dependen. Lo peor de todo, sin embargo, es que algunas personas forman parte de hasta tres consejos de administración diferentes, por lo que llegan a cobrar tres dietas.
Pero aún hay más. Según denunciaron los sindicatos en su día, 300 altos cargos de TMB cobran nada más y nada menos que 27 millones de euros al año o, lo que es lo mismo, cada uno de ellos recibe anualmente unos 90.000 euros. Eso hace que, según estas mismas fuentes, el 7% de los directivos de TMB (¡ojo!, el 7% de los directivos, no el 7% del total de trabajadores) cobren aproximadamente el 15% de la masa salarial de esta empresa pública. Y es que, según parece, mientras en el año 2010 el sueldo de la mayoría de los trabajadores de TMB se redujo en un 4% porque pudieron hacer menos horas extras, los miembros del Consell d’Administració vieron como sus sueldos aumentaban un 5%, pese a la crisis económica y al plan de reducción de gastos en 56 millones de euros que puso en marcha la empresa y que ha obligado a suprimir líneas de bus y a aumentar el tiempo de espera del metro en hora valle y durante los días festivos.
Así las cosas, ¿de verdad los ciudadanos no podríamos seguir teniendo un transporte público de calidad si se eliminasen determinados gastos y sin que hiciera falta aumentar las tarifas?
Podéis ver el análisis completo del programa “8 al dia” clicando en este enlace (primera parte) y en este otro enlace (segunda parte).