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La Generalitat de Catalunya eliminó la semanada pasada las dos paradas de autobús de la carretera B-124 en Castellar del Vallès, donde paraban las líneas de La Vallesana C1 (Sabadell – Castellar), C3 (Sabadell – Sant Llorenç) y N65 (Barcelona – Castellar) que daban servicio a los polígonos industriales Pla de la Bruguera y Can Carner, donde trabajan miles de personas.
A raíz de esta supresión, la parada de bus más cercana queda ahora a 1 km de la eliminada en la gasolinera del Pla de la Bruguera y a 1,8 km de la que había junto a la fábrica de la Sony. Eso significa que centenares de trabajadores que utilizaban el autobús se han encontrado, de un día para otro, que tienen que caminar de 10 a 30 minutos más en cada trayecto para acceder a su puesto de trabajo. Oficialmente, se trata de una supresión provisional, hasta la construcción de una rotonda y de un paso de peatones, pero no se da ninguna fecha para su restablecimiento.
El motivo alegado por el Departament de Política Territorial i Obres Públiques (PTOP) es el riesgo que tienen los usuarios del transporte público en el momento en que han de cruzar la carretera. Es la típica respuesta del refranero: «muerto el perro, se acabó la rabia». Con su sabiduría, PTOP nos ha mostrado lo fácil que es eliminar el riesgo.
Es evidente que este grave error incentivará el uso del vehículo privado y empeorará la calidad de vida de numerosas personas, más aún de aquellas que no tienen vehículo propio. En definitiva, ¿así es como se lucha a favor de la movilidad sostenible y responsable? ¿Es así como queremos ser europeos? ¿Dónde queda «la revolució dels petits gestos» con la que se llena la boca la Generalitat?
Tanto desde la asociación Promoció del Transport Públic como desde ecomovilidad.net Barcelona lamentamos profundamente esta decisión y reclamamos la reapertura inmediata de las paradas eliminadas, al mismo tiempo que exigimos que PTOP, como titular de la vía, emprenda de forma inmediata las acciones necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios del transporte público, instalando cualquiera de los dispositivos convencionales que existen para estas situaciones (semáforos para peatones u otros sistemas) para que se pueda cruzar la carretera sin riesgo.
Además, consideramos especialmente grave que la supresión de estas dos paradas se haya llevado a cabo durante el mes de agosto, cuando muchos de los trabajadores que las utilizan habitualmente están de vacaciones, de manera que no han sido informados adecuadamente sobre la decisión que se ha adoptado y cuando vuelvan al trabajo en septiembre se encontrarán que les han dejado sin ninguna alternativa razonable para llegar en transporte público. Restablecer el servicio en las paradas de estos polígons sólo cuando exista una rotonda y un paso de peatones es completamente injustificable, ya que las obras para su construcción no sólo no han empezado, sino que no lo harán, como reconoce PTOP, al menos hasta otoño.
Hace muchos años que estas paradas de autobús dan servicio a los trabajadores de los polígonos Can Carner i Pla de la Bruguera de Castellar, y desde hace tiempo se denuncia esta inseguridad. No puede ser que la respuesta sea ahora la eliminación de un consolidado servicio de transporte público en una zona con una elevada movilidad laboral.
