El metro, accesible para (casi) todos

El metro de Barcelona es hoy un poco más accesible que hace una semana. Y no lo decimos porque hayan concluido las costosas obras de reforma de alguna estación y, con ellas, se hayan eliminado barreras arquitectónicas en beneficio de todos, pero especialmente de quienes van en silla de ruedas. No. En esta ocasión la actuación que ha permitido hacer más accesible el metro a una parte de la ciudadanía no ha requerido una inversión millonaria.

Nos referimos a la edición, en colaboración con la ONCE, de una versión en braille de la Guía del metro, que se presentó ayer mismo. Esta guía en formato bolsillo, de la cual se han editado 2.000 ejemplares, puede conseguirse en los Puntos TMB de atención al ciudadano, que se encuentran en las estaciones de Universitat, La Sagrera, Diagonal, Sants-Estació y Sagrada Família.

Aunque las personas con problemas de visión representan un porcentaje pequeño de la población, desde ecomovilidad.net queremos felicitar a Transports Metropolitans de Barcelona por esta iniciativa que facilita el acceso al metro de este colectivo, pues gracias a ella se pueden conocer las frecuencias de paso, las correspondencias y la ubicación de las diferentes estaciones.

El Departament de Política Territorial i Obres Públiques (hoy, de Territori i Sostenibilitat), a través de la ATM, y muchos de los operadores han llevado a cabo durante los últimos años medidas de diferente índole que, poco a poco, van permitiendo el acceso universal al transporte público.

Así, conviene recordar, en primer lugar, el ambicioso Pla Director d’Accessibilitat Universal que está ejecutando TMB y que permitirá acabar en los próximos años con todas las barreras arquitectónicas que aún hoy existen en el metro. Gracias, en parte, al hecho de que las líneas L2, L9, L10 y L11 ya están completamente adaptadas, hoy más del 80% de la red carece de barreras para las personas con movilidad reducida. Podéis consultar aquí el listado completo de estaciones accesibles.

Además, las obras de mejora que se han llevado a cabo en los últimos años en la red de metro han ido reduciendo paulatinamente las estaciones en las que los trenes no están al mismo nivel que los andenes. Asimismo, buena parte de los trenes disponen ya de espacios habilitados para sillas de ruedas.

También los autobuses de muchas compañías son ya accesibles para personas con silla de ruedas, pues, al ser vehículos de piso bajo, incorporan rampas con las que entrar y salir de forma autónoma y un espacio especialmente reservado para que puedan viajar seguros. Así, por ejemplo, la red de autobuses de TMB está completamente adaptada a personas con movilidad reducida desde el año 2007. Y es que, por suerte, cada vez es más difícil ver en Barcelona autobuses no ya con peldaños, sino simplemente no adaptados a este colectivo.

Las mejoras, sin embargo, van mas allá. Así, por ejemplo, TMB cuenta con encaminamientos para invidentes en muchos de los pasillos y andenes del metro y, desde hace unos meses, también en buena parte de las paradas de bus. El sistema utilizado en las paradas de autobús, sin embargo, se ha tenido que revisar, pues el material de sellado al suelo no ha dado los resultados esperados y se despega fácilmente, con el peligro de tropiezo que supone sobre todo para las personas mayores.

Por otra parte, el sistema de megafonía interior de los vagones del metro y el aún incipiente sistema de megafonía en el bus permiten conocer cuál será la próxima parada. Ello es muy útil para quienes utilizan estos medios de transporte de manera esporádica, pero resulta prácticamente imprescindible para las personas con problemas graves de visión. Además, los botones de los ascensores y los que hay en los autobuses para solicitar parada tienen relieve para que sean identificados por las personas con discapacidad visual.

Asimismo, las máquinas de autoventa de TMB están adaptadas para que las personas con movilidad reducida puedan adquirir sin problema los títulos de transporte. Estas máquinas cuentan, además, con un sistema de navegación para personas ciegas que les ayuda durante el proceso de compra a través de la voz y de serigrafías en braille. También la web de Transports Metropolitans de Barcelona tiene un diseño plenamente accesible, pues sigue las recomendaciones de la ONCE y de la Web Accessibility Iniciative.

Finalmente, queremos destacar un elemento que facilita las cosas a los invidentes cuando utilizan el transporte público y que pasa desapercibido para muchos de nosotros. Nos referimos a que la mayoría de los títulos de transporte que se expiden desde que se puso en marcha la integración tarifaria cuentan con una pequeña muesca en uno de sus lados. Esta permite a las personas con problemas de visión saber cómo deben validar su billete.

En definitiva, pues, la edición en braille de la Guía del metro es un elemento que se suma a muchos otros que ayudan a las personas con discapacidad a utilizar cada vez con mayor autonomía el suburbano. En ecomovilidad.net Barcelona nos felicitamos por estos pequeños pasos que se dan para promover el acceso universal al transporte público.

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One thought on “El metro, accesible para (casi) todos

  1. La aventura del metro incluye: 1.- Test de inteligencia, creación de mapa mental para intentar ir de un punto a otro de la ciudad eligiendo las estaciones que según TMB son accesibles. 2.- Calcular el tiempo necesario del recorrido para llegar a tiempo a la cita dando margen a los posibles contratiempos. 3.- Bajar a la zona de validación de billetes y adivinar cual es el acceso para sillas de ruedas. 4.- una vez validado el billete y visto que el acceso para sillas de ruedas está cerrado adivinar donde hay un intercomunicador para pedir que te abran el acceso para sillas. 5.- Usar el ascensor, si es que las personas que pueden andar te dan cabida o en su defecto… esperar al siguiente. 6.- Llegar al punto específico del anden donde se supone que coincide con el vagón con espacio reservado para sillas. 7.- al llegar el convoy descubrir que la altura y la distancia entre andén y vagón no es operativa para persona en silla sin acompañante. 8.- Pensar rápido como pedir que los que están dentro del vagón salgan a echarte una mano. 9.- Una vez dentro del vagón comprobar que las plazas reservadas para sillas de ruedas están ocupadas por mamas con sus bebés en su cochecito y acomodarte donde menos estorbes. 10.- Quedarte en medio entre las dos puertas de acceso al vagón pues si no eres adivino no sabrás si se abre una u otra. 11.- Armarte de paciencia y soportar a esas personas que piensan que eres idiota o que no sabes donde ponerte e intentan solucionarte la vida pero en realidad es que les molesta que uses el metro. 12.- Llegar a la estación de destino, si hay suerte es accesible y si no a bajarse en la siguiente. 13.- Salir vivo del vagón y buscar el ascensor para salir. 13.a. Llegar al ascensor y encontrar una pegatina rosa fosforito con el texto «Ascensor fuera de servicio». 14. (leer el punto 4 que es parecido) 15.- (el punto 5 se repite también aquí. 16.- Salir a la calle, respirar y darte cuenta de que en silla de ruedas cada día es una salida de deporte de aventura.