El transporte público en agosto

Con la llegada del mes de agosto, la movilidad de Barcelona varía sustancialmente. Así, el tráfico se reduce de manera considerable y el aparcamiento en el área verde y en buena parte de la zona azul no es de pago. Entre tanto, en lo que a transporte público se refiere, los principales operadores (TMB, Rodalies Renfe y FGC) reducen su servicio para adaptar la oferta a la menor demanda de estas fechas.

Sin embargo, existen honrosas excepciones a este recorte en el servicio durante la época estival. Así, por ejemplo, tanto el tranvía como el Nitbus mantienen los mismos horarios que existen durante el resto del año, lo cual es especialmente relevante en el caso del tranvía porque los estudiantes universitarios, ahora de vacaciones, representan una parte significativa de sus usuarios. Desde ecomovilidad.net Barcelona no podemos más que valorar positivamente, pues, que Trammet, Tusgsal y Mohn hayan adoptado esta medida que, sin duda, repercute en la calidad del servicio que ofrecen a sus usuarios.

Si bien la reducción de la oferta que aplican TMB, Rodalies Renfe y FGC no ocasiona las habituales aglomeraciones, durante el mes de agosto en determinadas líneas o estaciones el servicio que se ofrece no es el adecuado, por cuanto el descenso de pasaje es menor al recorte programado o, incluso, porque, en determinados trayectos, como aquellos con origen o destino en la playa, el número de usuarios aumenta durante el verano.

Sería conveniente, pues, que los gestores de transporte público tuvieran en cuenta diferentes factores que desaconsejan reducir drásticamente la oferta en estas fechas. Así, hay que tener presente que desde hace unos años las vacaciones se concentran cada vez menos en agosto y se distribuyen de forma más homogénea entre julio y septiembre. Además, la crisis ha obligado este año a muchas familias a quedarse en la ciudad condal. A ello hay que añadir que Barcelona se llena de turistas en esta época, con lo que, en definitiva, la movilidad varía en su forma, pero continúa estando muy presente en el día a día.

Por todo lo anterior, no parece lógico que se mantenga intacta o incluso que se reduzca la oferta por ser agosto en líneas en las que aumenta el pasaje. Tampoco es de recibo que, a raíz del recorte en el servicio y según hemos constatado, la frecuencia de paso de los trenes en la línea L5 de metro supere los 8 minutos en hora punta (cuando habitualmente es de 3 minutos) y que tanto en esta línea como en la línea L1 los trenes lleguen a ir tan llenos en determinados momentos que no parece que estemos en el mes de agosto.

Creemos, pues, que en agosto TMB ha de mantener, al menos en hora punta, buena parte de los medios materiales y humanos de que dispone para adecuar su oferta a las necesidades de la ciudadanía, especialmente en la línea L1 de metro, ya que hasta el 12 de septiembre ésta actúa como alternativa a las líneas R3, R4 y R7 entre Arc de Triomf y Fabra i Puig por las obras de construcción de la estación de Rodalies de La Sagrera.

Si a las aglomeraciones puntuales y a la menor frecuencia de paso se suman el calor propio de estas fechas y la excesiva duración de algunos trayectos resulta difícil que la ciudadanía apueste por el transporte público, sobre todo si en coche o moto se puede aparcar prácticamente en cualquier sitio. Por eso quizás convendría que el Ajuntament de Barcelona optara por seguir cobrando el área verde y la zona azul en agosto y que los ingresos que se obtuvieran por esta vía se destinaran a financiar parte del coste de mantenimiento del transporte público durante este mes, de manera similar a como se hace para sufragar los costes del bicing.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *