Nada mejor que aprovechar que estamos en Semana Santa para ilustrar con esta imagen tomada en la calle Penedès de Cornellà de Llobregat el particular vía crucis al que en ocasiones parecen estar sometidos los sufridos usuarios del transporte público.
Dejando a parte las particularidades de la línea que para en esta marquesina (la 95 de TMB), pues tiempo tendremos para ello, cabe señalar que, aunque el cartel rojo que indica que es una «parada anul·lada» podría hacernos pensar que en ella no para ningún autobús, no es así. Ello es debido al hecho de que durante meses ésta permaneció fuera de servicio como consecuencia de las obras que se llevaron a cabo en la zona a raíz del programa FEIL.
Esas obras, sin embargo, acabaron, pero nadie parece haber reparado en ello, por lo que continúa el cartel de «parada anul·lada». La dejadez de la Administración ha sido aprovechada por supuestos «artistas» urbanos que han llenado de grafitis la parada.
La marquesina, sin embargo, contiene otros elementos que conviene destacar. Así, en el centro de la imagen encontramos la tira de la línea, que contiene el que en su día fue el recorrido de la línea, ignorando dos cambios sobre el mismo que se han llevado a cabo posteriormente. Además, a la derecha de la imagen encontramos un aviso de cambio de recorrido, el cual entra en contradicción con el cartel de «parada anul·lada». En definitiva, estamos ante todo un galimatías.
Pero eso no es todo, ya que los mapas de la red de metro y de la red de nitbus están también desfasados. Concretamente, el mapa de metro es el que estaba en vigor antes del año 2001, por cuanto ignora la apertura de nuevas estaciones, los cambios en la nomenclatura y la inauguración de la red de Trambaix y Trambesòs. En cuanto al mapa del nitbus, cabe decir que es anterior al año 2005, pues no contiene las numerosas mejoras introducidas desde entonces.
Por último, el polvo acumulado en la zona ha acabado adheriéndose a los cristales de la marquesina, dando lugar, en definitiva, a una imagen deplorable.
Para colmo, como puede observarse, a poco más de un metro de esta marquesina hay un palo de parada para esa misma línea, en la que, esta vez sí, la información de que se dispone está actualizada. ¿No valdría más la pena que hubiera un único elemento de mobiliario urbano (o marquesina o palo de parada) pero en condiciones dignas?
¿Tanta es la penitencia que se nos impone? ¿Tan grave es el pecado de querer utilizar el transporte público?
Como curiosidad, comentar que los grafitis y el polvo de esta parada han desaparecido. Ya sólo falta que quiten el cartel de «parada anul·lada» y que actualicen la tira de la línea…
Efectivamente, esta parada recoge casi todo lo que debería evitarse. Por suerte, es una situación excepcional en la zona 1.
Sin embargo, el mantenimiento y la información de que disponen muchas paradas de bus fuera de este ámbito es a todas luces mejorable. La información es básica para fidelizar a los usuarios del transporte público y la Administración debería hacer un esfuerzo en este sentido.
Afortunadamente, esta situación puede considerarse anecdótica. Como norma general, al menos en el área central de Barcelona, la señalización de las paradas de autobús es más que aceptable.