La mujer en el transporte público

Las estadísticas dicen que perfil de usuario del transporte público es una mujer de mediana edad.

No obstante, aprovechando que hoy es el Día Internacional de la Mujer, queremos analizar si las mujeres están presentes de manera significativa en la nomenclatura del transporte público. Para ello, tomaremos como referencia el nombre de las estaciones de metro, de tranvía y de las líneas urbanas de FGC.

En el metro la presencia de mujeres en la nomenclatura de estaciones es absolutamente residual. Basta poner como ejemplo el hecho de que en toda la red (más de 100 estaciones) solo encontramos una mujer no vinculada directamente con la Iglesia: Maria Cristina. Si ampliamos el análisis a estaciones con connotaciones religiosas, pasan a engrosar la lista Santa Eulàlia, Santa Coloma y Santa Rosa. No obstante, estas paradas no se llaman así especialmente para honorar a personajes eclesiásticos, sino para definir el barrio o distrito en que se ubican las estaciones. Si hablamos, en cambio, de hombres, la lista se amplía bastante, hasta superar la quincena sin contar las referencias a santos: Rambla Just Oliveras, Urquinaona, Baró de Viver, Pep Ventura, Badalona / Pompeu Fabra, Lesseps, Alfons X, Verdaguer, Jaume I o Virrei Amat, entre otros. Incluyendo las alusiones a santos, como Sant Andreu, Sant Martí o Sant Roc, la lista alcanza los 25 nombres.

En el tranvía, pese a su implantación mucho más reciente, nos encontramos con una situación muy similar a la del metro, con Maria Cristina y, quizás, La Fontsanta y Fontsanta / Fatjó como únicas referencias femeninas, frente a 16 alusiones a seglares o religiosos masculinos, como Ignasi Iglésias, Rambla de Sant Just, Ernest Lluch, Francesc Macià, Pere IV o Espronceda, entre otros.

Finalmente, en Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya la situación está algo más equilibrada, aunque sigue predominando el hombre. Así, encontramos 2 alusiones a mujeres (Almeda y Reina Elisenda), frente a 4 referencias a hombres (Sant Josep, Ildefons Cerdà, Sant Gervasi y Plaça Molina).

En resumen, hoy por hoy la mujer sigue infrarrepresentada en el nomenclátor de las paradas de transporte público. Y es que, frente a las 45 estaciones dedicadas a hombres, solo hay 9 alusivas a mujeres. Serán 24 y 3, respectivamente, si tomamos en consideración solo aquellas no asociadas a santos y santas. Cabe destacar, asimismo, que mientras que las mujeres presentes en los nombres de estaciones son reinas, santas o una terrateniente, en el caso de los hombres encontramos mucha más variedad en cuanto a su actividad principal: lingüistas, arquitectos, obispos, políticos, poetas, reyes, santos…

Para acabar, conviene decir que, pese al esfuerzo hecho por el Ayuntamiento durante los últimos años para incorporar mujeres en el nomenclátor de la ciudad, su presencia aún es mínima en el transporte público. Los motivos podríamos encontrarlos sobre todo en que:

– Difícilmente se cambia la nomenclatura de vías importantes, como Muntaner, Entença o Rocafort, que aluden a hombres y dan nombre a estaciones de metro o FGC.

– Muchas de las referencias recientes a mujeres en el nomenclátor no recaen en calles o plazas, sino en espacios “secundarios”, como interiores de manzana.

– A menudo la parada recibe el nombre del barrio en el que se ubica y, cuando este tiene connotaciones religiosas, prácticamente siempre alude a santos y no a santas.

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