¿Por qué debemos pagar por el transporte público?

Foto: www.jornal.cat

Como preludio de dos artículos que publicaremos próximamente en que veremos cómo se combate el fraude en el transporte público y cómo creemos que debería perseguirse, hoy queremos reflexionar sobre los motivos que nos deben llevar a pagar por este servicio.

Existe un movimiento ciudadano que defiende la gratuidad del transporte público, al que cada día, de forma completamente oportunista, se une más gente. Al analizar el tema de los costes del transporte público (por qué vale lo que vale y por qué vale la pena pagarlo), conviene tomar en consideración las siguientes cuestiones:

– El coste del transporte público es muy elevado, pues si pagásemos su coste real el billete valdría más del doble que actualmente, rondando, pues, los 20 euros la tarjeta de 10 viajes y 3,50 euros el billete sencillo.

– Así, pues, la Administración aporta el 60% del coste del transporte público, mientras que el usuario carga con el 40% restante. Si fuese gratuito, de todas formas, el usuario lo acabaría pagando en impuestos, ya que éstos deberían subir, y mucho.

– ¿Pero por qué vale tan caro? Si en el fondo sólo son unos cuantos trenes corriendo de un lado para otro… ¿O no? Actualmente circulan 137 trenes en hora punta en el metro de Barcelona. Eso implica 125 personas conduciéndolos en todo momento (sin contar las líneas automáticas, que cuentan con 12 trenes), además de la necesidad de cubrir las estaciones de la red. Todo ello es por triplicado, ya que el metro funciona durante prácticamente todas las horas del día (20 horas de circulación de trenes) y sin contar el personal de mantenimiento, que no es precisamente poco. Así, pues, la plantilla de TMB, contando autobuses y metro, asciende a prácticamente 8.000 empleados, los cuales son necesarios para conseguir los niveles de calidad y seguridad suficientes que se están ofreciendo en la actualidad. A todo esto hay que sumarle los costes de electricidad, personal de limpieza, mejora de las estaciones, adaptación a personas con movilidad reducida y mejoras en los sistemas de seguridad y control de trenes, que consiguen el más que buen servicio de transporte público de que dispone Barcelona, con sus defectos y sus aspectos que hay que mejorar, sí, pero muy bueno, en definitiva. Sólo hay que visitar otras ciudades para empezar a valorar lo que tenemos aquí.

– Otro de los aspectos que afectan al precio del transporte público, que infravaloramos pero que deberíamos apreciar convenientemente, es la integración tarifaria. Gracias a dicha integración, con tan solo 0,79 euros podemos ir, por ejemplo, desde Almeda, en Cornellà de Llobregat, hasta el Hospital de Sant Joan de Déu, en Esplugues de Llobregat, combinando hasta cuatro medios de transporte, independientemente de que éstos sean gestionados por empresas diferentes. Aunque nos parezca evidente, la integración tarifaria no lleva tanto tiempo con nosotros y la mayoría de ciudades, como por ejemplo Madrid, no disfrutan aún de ella.

En definitiva, ahora que sabemos que los costes de explotación del transporte público son muy elevados, podemos llegar a la conclusión de que el hecho de que el usuario tenga que pagar por utilizarlo responde a dos razones muy sencillas. La primera de ellas es que, por lógica, debe recaer sobre el ciudadano que hace uso de este servicio una carga económica más elevada que sobre aquel que no lo usa, ya que, no olvidemos, el ciudadano que vive en el área metropolitana de Barcelona y no coge el metro también paga una parte de su coste de explotacion a través de los impuestos. La segunda de la razones es que, así, no banalizamos el transporte público, ya que a menudo tendemos a no valorar los servicios que se nos prestan de forma gratuita.

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One thought on “¿Por qué debemos pagar por el transporte público?

  1. por supuesto que se ha mejorado en el transporte público, pero es del todo injusto que el «supuesto deficit» recaiga unicamente en los titulares de viviendas o inmuebles. Un caso concreto es la persona que se compró un piso y además una plaza de parquin, resulta que tiene que pagar dos impuestos del TRIBUT METROPOLITÄ, además del correspondiente billete si sube al bus. En 60 años que tengo no he visto un impuesto tan injusto y arbitrario. En mi caso concreto tengo que pagar 23 euros por el piso y 7 € por el parquin, parece poco pero eso es porque me aplican una reduccion del 90% en la cuota . El dia que no apliquen tal bonificación me tocará pagar 109€ . Este pago solo afecta a aquellas personas que decidieron comprarse una vivienda, si vives de alquiler ,con el billete vasta. Tampoco se tiene en cuenta si en la vivienda hay una o catorce personas, ni los ingresos que tengas, se penaliza por haber comprado una vivienda ,»utilices o nó el transporte» ( QUE GENIOS TENEMOS EN AMB )