Desde hace unas semanas, el vestíbulo superior de la estación de Atocha Renfe dispone de un paso de pantalla móvil de gran anchura, que facilita el acceso de carritos, bicicletas y personas de movilidad reducida. Lo que debería ser una gran noticia se estropea por un feo detalle en la señalización. De los cuatro iconos, uno es el universal de PMR, mientras que los otros muestran a tres mujeres: una con un niño, otra con carrito de bebé y otra con un carro de la compra.
Tres actividades que hoy en día no deberían relacionarse con un sexo concreto, sin «encasillar» a la mujer en estas tareas. Aunque parezca que esta vez estamos hilando muy fino, hay que tener en cuenta que los pictogramas de señalización son generalmente asexuales, y sólo es necesario resaltar el sexo en casos concretos, como en los cuartos de baño o para indicar una mujer embarazada. Esperemos que Metro de Madrid rectifique en las próximas señales. Y ya de paso, que no se olviden de la bicicleta.
Vamos a ver; ¿Y los asientos de los autobuses, reservados para personas minusválidos? En ellos aparece la silueta de un hombre con un bastón o con un brazo escayolado. ¿Es que no hay mujeres invidentes o que se hayan roto un brazo? ¿Qué pasa con las personas que se han roto una pierna? Dice usted que los pictogramas son asexuados en general. ¿Dónde está escrito eso? Y puestos a requeterizar el rizo: ¿-Va a haber que pedir que pongan carteles para transexuales? No conozco a nadie que no entienda que esos pictogramas, con falda o sin falda, son para todo el mundo.
También decir que hay hombres embarazados, los hombres trans.
También está en La Elipa en el torno más grande adaptado para discapacitados y carros.