Cuando los atascos son buenos

El sueño de cualquier persona que tenga que coger el coche para ir al trabajo todos los días es que desaparezcan los atascos. Sería un gran alivio tardar solo 15 minutos de la casa a la empresa, y no la casi una hora que uno puede llegar fácilmente a tardar. En horas punta recorrer una distancia de apenas unos kilómetros puede llevarnos mucho más tiempo del que emplearíamos si no hubiera atascos.

Sin embargo, parece que estamos destinados a pasar horas y horas en el coche con el alto coste que esto conlleva. Quizá los atascos no nos supongan un desembolso inmediato de dinero, pero sí tienen un coste social, ya que el tiempo que pasamos en un atasco lo podíamos estar empleando en la oficina, adelantando trabajo; podríamos dormir media hora más; o sencillamente podríamos estar más tiempo con nuestra familia. Por todo ello, a nadie se le ocurriría decir que los atascos son buenos para la sociedad.
Analizando esta paradójica afirmación con más detalle, podremos llegar a varias conclusiones muy interesantes:

  • Con la inversión en infraestructuras para aliviar los atascos se produce un doble efecto: por uno se aumenta la demanda del transporte privado lo que técnicamente se conoce como «demanda inducida»; y por otro el transporte público pierde atractivo, pues las carreteras son más rápidas (al menos durante un periodo inicial, antes de llegar producir atascos de nuevo). Sin embargo, manteniendo el nivel de los atascos e inviertiendo en transporte público de calidad los propios ciudadanos se cansarán de estar sentados en su coche viendo pasar el tiempo y finalmente se decidirán por el transporte público.
  • Asimismo, como el número de usuarios del transporte público crecerá, los mismo ciudadanos serán los que pidan mayores inversiones para ampliar líneas de metro o mejorar el sistema de autobuses urbanos o metropolitanos. El público en general no entenderá la inversión en transporte público como una utopía o gasto innecesario, pues se verán directamente afectados por estas mejoras.
  • El hecho de que haya calles colapsadas por el tráfico hace que la circulación con bicicleta sea más segura, ya que será la propia bici la que adelante a los coches y no al contrario. Es frustante para el conductor ver cómo las bicicletas lo adelantan y van más rápido que él, así que el propio conductor se dará cuenta de que está usando el medio equivocado.
  • Lo mismo ocurre con el transporte público. Si los conductores ven que los autobuses o trenes los adelantan sin cesar (porque tienen un carril reservado para su uso) y que sus pasajeros llegan antes a su destino, entonces estarán más dispuestos a dejar el coche en casa y coger el autobús/tren.
  • Con los atascos, el entorno se vuelve más seguro, ya que los coches van a menos velocidad. ¿Acaso no es más fácil cruzar las rotondas de Cibeles o Neptuno cuando hay atascos y los coches no pueden correr?
  • Otra consecuencia positiva de los atascos es el efecto redistribuidor de la demanda. Expliquemos esto mejor. Esta palabreja se refiere a que los conductores asimilarán los horas punta y harán todo lo posible para evitar viajar en esas horas. Unos no tendrán más remedio que hacerlo, pero al menos intentarán en la medida de lo posible cambiar su rutina diaria. Así, los atascos podrían facilitar los planes de movilidad dentro de las empresas en los que los trabajadores pedirán mayor flexibilidad para diseñar sus horarios con el fin de evitar atascos. Por ejemplo, entrar y salir a trabajar una hora más tarde, cuando el tráfico puede haber disminuido. Por otro lado, las personas evitarían los desplazamientos a zonas comerciales de las afueras de la ciudad (cuyo número aumenta desgraciadamente cada vez más) en los momentos en los que los atascos serán mayores: en lugar de ir a comprar un sábado a las 7 pm irían a las 5 pm, o directamente irían al supermercado de al lado de casa. De esta forma, los atascos contribuirían a un uso más adecuado y homogéneo de las carreteras y evitaría la necesidad de ampliar carreteras que en determinadas horas están colapsadas pero que durante la mayor parte del día se encuentran infrautilizadas.

El transporte urbano y metropolitano se reduce a la necesidad de las personas de moverse de un punto A a otro B con el menor coste , la mayor comodidad y en el menor tiempo posibles.

Por ello, desde ecomovilidad pensamos que la estrategia adecuada para conseguir una transporte sostenible es hacer que moverse de A a B en transporte público sea más barato, más cómodo y más rápido que en coche.

Sobre el autor
Ingeniero de Caminos por la Universidad de Granada con un máster en Transportes por el Imperial College London.

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21 thoughts on “Cuando los atascos son buenos

  1. Mi padre antes cogía el coche para ir desde casa (Fuenlabrada) hasta el trabajo (Madrid-Arturo Soria), y tal vez tardaba menos con el coche, pero corría mas riesgo de equivocarse y acabar en la otra punta de la ciudad; ahora prefiere pillarse Abono Transportes y cogerse Bus-Cercanías-Metro-Bus
    Tambien tengamos en cuenta eso, el transporte público tiene una red más simple que las carreteras y calles, y por tanto, la facilidad de perderse es menor y menos riesgosa

    Un saludo

    1. Pues creo que yendo al mismo sitio de siempre uno acaba aprendiéndose el camino, aunque sea por las malas. Además, con la red de Cercanías tal y como la tenemos y el desconocimiento que tiene mucha gente de la red de autobuses, cosillas que tengo vistas y comprobadas (de hecho, esto último quedó bien clarito cuando lo de la huelga total del metro) creo que perderse en transporte público tampoco es tan difícil.

  2. Buenos días,

    Perdona que te escriba de forma pública pero no he encontrado otra forma de contactar contigo. Me gustaría que colaboráramos mutuamente intercambiando enlaces ya que tu blog trata de la misma temática que mi página.

    Si estás interesado escríbeme a [email protected]

    Un saludo,

    Mar

  3. Pues cuando se decidan a emplear la vía de Santa Catalina para meter trenes directos de Villaverde a Vallecas, a lo mejor dejo el coche en casa, pero, mientras tanto, como me invitan a dar toda la vuelta por Atocha y tardar hora y media o más para un sitio que en coche en media hora estoy y siempre sin atascos, PASO del transporte público para esto. También podrían crear una línea que vaya por la M-45 o la M-50 de la zona sur al Corredor del Henares, pero como eso parece que no da votos, no se hace y así andamos algunos…

  4. Hay muchas cosas de este artículo que son utopías… P.Ej: Un conductor, viendo todos los días los trenes pasar en la A2 no deja el coche y se cambia el tren. Usa el coche porque lo necesita. Y aunque haya atasco tarda menos en coche que coger bus+tren+metro (De Camarma de Esteruelas a Cuzco, por ejemplo).

    Saludos.

    1. a) ¿Seguro que todos NECESITAN el coche? Habrá quienes sí, habrá quienes no. Habrá conductores que no tendrán otra alternativa y otros que aunque la tengan, no se la piensan.

      b) ¿Cuantos conductores de la A-2 vienen desde Camarma (6.000 hab), y cuantos desde Alcalá, Torrejón y Coslada (400.000 hab)?

      Si estuviera en marcha la línea de Cercanías por Hortaleza (nada utópico) muchos conductores tardarían menos en tren que en coche.

      1. Bueno, yo no veo los trenes porque no pasan al lado de la autovía, pero aún así los atascos de la A-42 con frecuencia empiezan mucho antes de la primera estación de cercanías (incluso antes del límite autonómico de Madrid).

        El resto del tráfico es mayoritariamente (al menos con mi experiencia por conocidos) debido a trayectos que, aunque son posibles con transporte público, son mucho menos eficientes en cuanto a tiempo incluso con atascos (transporte público con trasbordos y tiempo caminando vs. coche + atasco + aparcar) y a veces en cuanto a costes (obviamente tener coche es mucho más caro, pero si ya lo tienes, a veces te sale mejor porque en mi opinión el sistema por zonas no es el mejor del mundo para todos los casos, más si hay trasbordos entre sistemas de por medio).

        Para poner un ejemplo más concreto… tengo amigos que tardan 15 mins en coche vs. 45 en Cercanías+Metro, apenas les compensa comprar bonos porque tienen que transbordar entre redes distintas, el abono transportes solo les sale a cuenta si usaran el transporte público el 100% de los días y aún siendo así no se ahorran tanto así que muchas veces optan por no comprarlo por miedo a perder el dinero si lo pierden….
        Total, les sale a unos 4€ ida y vuelta con bonos en transporte público… lo mismo que se gastan en gasoil por los 15km que hay por carretera.

        1. Esto mismo es lo que digo. No sólo hay que tener en cuenta las zonas donde no hay transporte público (y que por lo tanto la gente tiene que coger el coche sí o sí) o es muy deficiente, sino también aquellos trayectos que son muy engorrosos y suponen en tiempo de viaje una diferencia abismal en comparación con el coche. Ir de Camarma a Cuzco, como dicen por ahí, no creo que lo haga mucha gente, pero creo que el tráfico de la M-40+M-45+M-50 justifica una línea transversal que una la zona sur con la este, o bien otra cosa que llevo deseando años: una segunda línea circular por la periferia de Madrid, ya sea de metro o de cercanías (preferiría lo segundo, pero bueno). Basta ya de estirar líneas como chicles, SEGUNDA CIRCULAR YA!!!!

        2. Estoy de acuerdo. El sistema tarifario actual desincentiva el uso del transporte público al usuario ocasional, es decir, al que no tenga abono transportes.

          Para colmo, los desplazamientos no radiales en transporte público son penalizados en tiempo: la carencia de conexiones transversales obliga a «ir al centro y volver». También en coste: pagando varios billetes B>A + A>B lo que puede suponer fácil entre 3 y 5 € por viaje. Incluso con bonos.

          En comparación, los coches tienen grandes autopistas de circunvalación para hacer muchoas menos kilómetros. No podemos convencer al ciudadano de que se pase al transporte público en este tipo de trayectos si tarda más y paga más. Urge un nuevo sistema de tarifas y la mejora de las redes transversales.

          1. ¿Mejora de redes transversales?
            Pero es que eso no es tan fácil. De hecho nos ha llevado décadas construir una red de transporte concebida para poder mover cientos de miles de personas de la periferia al centro y viceversa.

            Pretender llevar grandes masas de población entre puntos de la periferia puede suponer muchísimo más tiempo y dinero. Es implanteable.
            ¿Y además para qué? Porque la causa de estas nuevas necesidades de transporte son consecuencia de las deslocalizaciones empresariales. De empresas que antaño tenían su puestos de trabajo en el núcleo urbano y que se han lucrado trasladándose a la periferia al calor de la especulación inmobiliaria.
            Así que montar tales redes de transporte no hace sino recompensar las deslocalizaciones ya realizadas e incentivar otras nuevas.

            Más bien lo que hay que poner son zancadillas a esas deslocalizaciones. Por ejemplo, no construyendo el túnel de la M50. No se trata de mejorar las redes transporte de masas para que sean competitivas con el vehículo privado, sino restar competitividad para que valga más la pena usar los transportes públicos.

      2. ¿Por Hortaleza? Lo lógico sería que los trenes de cercanías del Corredor del Henares entraran en Madrid por Avenida de América (con trasbordos con el Metro en Canillejas y en Avenida de América)

    2. Villagandes
      El uso del vehículo particular conlleva una externalidades que su conductor no paga, sino que recaen en el conjunto de la sociedad. Esto obviamente es injusto.
      Indudablemente si dichas externalidades fueran costeadas por quien las ocasiona, entonces todo quisque iría en trasnporte público, al margen de que se tarde más que en coche.

  5. Las grandes ciudades como Nueva York, Londres o Berlín han renunciado a acabar con los atascos aumentando la infraestructura. Está demostrado que es un bucle sin fin: si hay atasco y se hacen nuevas calles y carreteras, se atascarán en un futuro próximo.

    Una vez que nos hemos resignado a la imposibilidad de acabar con la hora punta, es el momento de ofrecer alternativas viables (perdurables en un plazo de tiempo indefinido) que permitan «evitar» el atasco en otros modos para quien lo desee.

    El carril-bus, y los medios ferroviarios (cercanías, metro y tranvía) son, junto a caminar y la bici, los más eficaces, pero es necesario potenciarlos para alcanzar la máxima eficiencia, que es en lo que se enfoca el artículo de hoy.

    1. No se puede comparar Madrid con NYC, Londres o Berlín. Son ciudades diferentes con necesidades y demandas diferentes.

      Por ejemplo, la zona 30 (conjuntos de calle donde se debe ir en vehículo a 30 kph como máximo) se puede aplicar en Berlin o Barcelona perfectamente pero en ciudades como Madrid es una sinrazón. Los madrileños en su conjunto no queremos una ciudad para pasear y es normal que los coches tengan prioridad, no es bueno aplicar ideas de fuera que no tienen en cuenta los intereses de los habitantes de la ciudad.

      Otro ejemplo, el SIRAT en el Metro de Madrid funciona muy positivamente pero el mismo sistema aplicado a Paris, Berlin o Barcelona implicaría el colapso de su red ferroviaria. Hay que tener en cuenta que en Madrid, lo que demandamos los Madrileños no es llegar antes al destino sinó esperar menos en el andén y por eso el SIRAT es bueno.

      O la ampliación del Metro. En Berlin seria un fracaso ampliar un centenar de kilómetro de metro para obtener los mismos pasajeros en términos absolutos que antes de la ampliación pero en Madrid el objetivo de la ampliación de Metro no era la captación de nuevos pasajeros sinó su redistribución para seguir con el SIRAT.

      Resumiendo, no se puede comparar ciudades con intereses y talantes diferentes entre sí. Cada una tendrá soluciones diferentes porque tienen objetivos diferentes.

  6. Cuanto mas superficie se añada al abuso del tráfico, mas coches acudiran, y mas atascos, y más grandes seran.
    Es dificil bajar a un drogadicto de su coche. La droga coche le domina.
    Prefiero ser algo más libre andando, pedaleando, o dejandome llevar por un buen trasporte público.

  7. Sí, estoy de acuerdo con el razonamiento. De hecho, en su día me indujo (entre otras razones) a mostrarme contrario a las grandes inversiones realizadas por el ayuntamiento madrileño en la M-30, pues en ese sentido no han supuesto una mejora sustancial en cuanto a atascos se refiere, sino simplemente que los han soterrado.

    Así mismo la demanda de vías de circulación por parte del vehículo privado es insaciable: cuantos más carriles, túneles, autovía se construyan, cuanto más se amplie la capacidad viaria, más coches se sumarán a la fiesta.

    Al final, más consumo de combustible y más contaminación (pese a los filtros). Y por supuesto, más gasto público en infraestructuras. Que no siempre podremos pagar razonablemente.