Adaptar a PMR las estaciones existentes: Una obra muy compleja

S6002338A todos nos gustaría que todas las estaciones tuvieran ascensores, pero como vamos a ver a lo largo del presente artículo ascensorizar una estacion es una obra muy compleja y cara, sobre todo en aquellas estaciones ya construidas. En las estaciones nuevas todo es mucho más sencillo, puesto que gracias a la ejecución de la estación mediante pantallas, se consigue un gran espacio en el que poder instalar los ascensores sin complicados pozos y galerías, pero como dice el título vamos con las estaciones existentes.

Entre las existentes tenemos dos tipos fundamentales: las excavadas en mina y realizadas a gran profundidad, como son las de las líneas 6, 7, 9 y algunas de la línea 5, y aquellas realizadas a cielo abierto y poca profundidad, siendo típicas en las lineas 1, 2 y 4. En función del método constructivo de cada estación será necesaria una obra u otra para conseguir esta adaptación y en las estaciones que ya disponen de las instalaciones adecuadas podemos ver infinidad de sistemas: Ascensores directos desde el anden a la calle (Iglesia), ascensores inclinados (como el de Atocha Renfe), rampas de obra (Ventura Rodríguez), pasillos rodantes inclinados (Pacífico) y los casi universales ascensores verticales

Para explicar como se adapta una estación a PMR vamos a usar como ejemplo la estación de Pacífico, cuyas obras de adaptación finalizarán en próximas fechas, dado que actualmente se encuentra en fase de restitución del viario y del mobiliario afectado por las obras.

Accesibilidad mediante rampas: Línea 1

En determinadas ocasiones, y si el espacio lo permite, la solución más sencilla para para garantizar la accesibilidad en estaciones poco profundas son las rampas. Como hemos visto, no es la primera vez que se usa una rampa para mejorar la accesibilidad en el metro pero si es la primera vez en la que se aplica un pasillo rodante inclinado del tipo de los que se usan en los hipermercados.

Vista desde la parte superior de la rampa. FOTO: CERMI

Este pasillo, inclinado, permite agilizar la salida de los viajeros puesto que se gana en velocidad al usar una rampa en lugar de un tramo de escaleras, lo que redunda en una mayor capacidad de la estación. La instalación de este elemento no ha estado exenta de polémica, puesto que los colectivos de la discapacidad denuncian que el que da acceso al anden dirección Pinar de Chamartín incumple la normativa vigente, al tener una pendiente superior al 10%

Accesibilidad mediante ascensores: Línea 6 y vestíbulo

Ascensorizar el vestíbulo no genera mayor inconveniente, puesto que la profundidad suele ser escasa (generalmente menos de 5 metros) y solo en casos muy puntuales requere de la ejecución de galerias para llegar al mismo. En este sentido, la ejecución del ascensor de acceso al vestíbulo no ha supuesto mayor inconveniente.

Los inconvenientes llegan a la hora de instalar los ascensores de acceso a la línea 6, fundamentalmente por la profundidad de la misma, muy superior a las de las líneas ejecutadas a cielo abierto. En este caso, la mayor complejidad ha estado en ejecutar el ascensor que da acceso desde el vestíbulo al nivel de acceso a andenes de la línea 6. Para su ejecución ha sido necesaria la ejecución de un pozo desde la superficie (de varias decenas de metros de profundidad) para poder acceder a ese nivel sin practicar un complicado ascensor inclinado como los de Plaza de Castilla. Para más inri, este pozo se ha tenido que realizar bajo el puente de Pedro Bosh, lo que ha supuesto un reto y una dificultad adicional a la hora de realizar las excavación

Reposición del viario en el lugar donde se ejecutó el ascensor que une el vestíbulo y la L6

Reposición del viario en el lugar donde se ejecutó el pozo del ascensor que une el vestíbulo y la L6

Para finalizar, el acceso a los andenes está resuelto con un ascensor que baja desde el nivel de acceso a andenes al anden central de la estación. Ciertamente, la dificultad de su ejecución ha sido menor, puesto que para su construcción se han utilizado los espacios del antiguo puesto de mando (recolocado junto al vestíbulo) que estaban situados justo encima de dicho anden central.

Como hemos podido ver, adaptar a PMR una estación no es una obra precisamente poco compleja, sino más bien al reves, que requiere detallados proyectos y soluciones individualizadas, puesto que cada estación es un mundo propio.

Sobre el autor
Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Máster en Gobierno y Gestión Pública con especialización en políticas públicas de transporte y movilidad. Actualmente cursa estudios de doctorado con tesis sobre la Red Transeuropea de Ferrocarriles de Alta Velocidad.

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