Tal y como se anunció hace un par de semanas, en octubre comenzarán a funcionar cinco líneas de la nueva red ortogonal de autobuses diseñada por el Ayuntamiento de Barcelona.
Cuando se haya implantado completamente, esta dispondrá de un total de veintiocho líneas (diecisiete en sentido mar-montaña, ocho en sentido Llobregat-Besòs y tres líneas radiales), las cuales cubrirán los principales corredores de la ciudad condal.
Desde ecomovilidad.net Barcelona hemos manifestado reiteradamente que era necesario emprender la reforma de la red de autobuses para dotarla de mayor velocidad y, en consecuencia, para hacerla más competitiva frente al coche. Es por ello que valoramos muy positivamente que por fin comience a materializarse, aunque nos hubiera gustado más que se implantase antes y toda de una sola vez, y no a lo largo de diferentes años.
El precedente de Vitoria
Ojalá la nueva red ortogonal de buses de Barcelona obtenga tan buenos resultados como los que ha conseguido Vitoria en una operación parecida. Esta ciudad implantó en sus calles el tranvía en el año 2008 y llevó a cabo una valiente reestructuración de su red de autobuses en el 2009 para hacerla más eficaz y competitiva.
En primer lugar se analizaron a fondo las necesidades de movilidad; a continuación la ciudadanía fue ampliamente informada sobre las medidas que se adoptarían y sobre las ventajas que comportarían; y finalmente se cambió la red de buses de un día para el otro. La valoración que la población hizo de esta reestructuración fue muy positiva, como lo demuestra el hecho de que el número de usuarios del transporte público de Vitoria aumentó más de un 40% en solo dos años. Queda demostrado, pues, que si las cosas se hacen bien pueden obtenerse unos resultados muy satisfactorios.
Los principios de la red ortogonal
Volviendo a casa, el proyecto de red ortogonal e interconectada que se presentó recientemente en Barcelona reúne las siguientes características:
– Competitividad, ya que se prevé que estos autobuses que la integren circularán en hora punta cada 5-8 minutos y alcanzarán una velocidad entre un 10% y un 15% más alta que el resto de buses. Además, con un solo transbordo se podría llegar prácticamente a cualquier punto de la ciudad.
– Convivencia con otros buses, si bien la red ortogonal y el tranvía serían la base del transporte público de superficie, pues disfrutarán de prioridad semafórica y de mejoras en los carriles bus.
– Concentración de corredores, ya que estos se han establecido en base a criterios de demanda y operatividad.
– Adaptación a la realidad actual y futura, puesto que pretende ajustarse a las necesidades de movilidad, que varían en función de la zona a la que se da servicio.
Pronto analizaremos las diferencias y las similitudes entre el Retbus de Jordi Hereu y la red ortogonal que finalmente implantará Xavier Trias. También hablaremos de los aspectos más interesantes del proyecto que comenzará a implantarse en octubre, así como de los que menos nos gustan.
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