Miles de usuarios vuelven a sufrir hoy las consecuencias de la falta de entendimiento entre TMB y sus trabajadores

Probablemente hoy sea un día complicado para la movilidad de la ciudad condal, pues hay convocada unajornada de huelga conjunta en metro y bus. No obstante, los servicios mínimos que se han establecido son diferentes en uno y otro medio.

Así, en el metro habrá el 50 % de la oferta habitual de 6:30 h a 9:30 h y de 17:00 h a 20:00 h, mientras que durante el resto del día funcionará con normalidad. En la red de buses, en cambio, se han previsto unos servicios mínimos del 33 % en las líneas 9, 11, 21, 24, 63, 65, 92, 95, 109, 150, 157 y D20, así como en el bus de barri, de 9:30 h a 14:30 h y de 20:00 h a la medianoche, de manera que fuera de estos horarios todas las líneas de autobús deben circular con la frecuencia de paso habitual. En definitiva, pues, solo quienes cojan el metro y los buses de TMB antes de las 6:30 h o entre las 14:30 h y las 17:00 h podrán esquivar hoy los efectos de la huelga. Los demás, directa o indirectamente, notarán sus consecuencias.

Desgraciadamente, esta no es la primera huelga que padecen los usuarios de TMB en las últimas semanas. Y es que desde mediados de septiembrese han convocadoenel metro y los buses de TMB un total de 18 jornadas de huelga. En concreto, en septiembrelas fechas elegidas por los sindicatos convocantesfueron los días 17 y 24, mientras que en octubre se optó por los días 1 a 5, 7 a 11, 15 a 19 y 22, si bien finalmente se desconvocaron los paros previstos entre los días 2 y 5 de octubre, por lo que acabaron materializándose 14. La magnitud de los hechos resulta aún más evidente si tenemos en cuenta que en los 22 días que llevamos del mes de octubre había prevista huelga a lo largo de 16 jornadas, que al final han terminado siendo 12.

No cabe duda de que, cuando se producen huelgas tan a menudo en el metro y en el bus, el daño que se causa en la imagen del transporte público es importante, pues el servicio que se ofrece a la ciudadanía no es el adecuado. Ello llevará a algunas personas a optar por ir a pie, en bici o con el bicing, otras elegirán FGC, Rodalies o Tram e, inevitablemente, habrá quien acabe desplazándose en moto o en coche.

Más allá de esta circunstancia, concurren también otros elementos que en absoluto contribuyen a ofrecer un servicio que pueda ser percibido como fiable por los usuarios. Hablamos, por ejemplo, del alcance de las protestas. Así, desde mediados de septiembre han tenido lugar paros de diferente índole: una huelga total en el metro,en el bus, en FGC y en Rodalies (17 de septiembre); una huelga total en el metro (24 de septiembre); una huelga total en el bus (1 de octubre); un paro parcial en el metro (7 de octubre); y ni más ni menos que diez paros parciales en el bus (todos los laborables desde el 5 de octubre). Los sindicatos convocantes han elegido, con toda la intención, las fechas con mayor repercusión mediática y social (las fiestas de la Mercè, un partido de fútbol entre el Barça y el Real Madrid, la implantación de la nueva red ortogonal de bus, etc.) y, a la vez, han optado por vías de protesta con escaso coste económico para los trabajadores, como los paros de 2 o 3 horas por turno de trabajo.

Con esta estrategia se juega al despiste con los usuarios, los cuales a menudo no reciben suficiente información sobre los cambios que se producen como consecuencia de las protestas y, si la reciben, no son capaces de memorizarla porque cambia con frecuencia.

No obstante, la responsabilidad en este ámbito no es solo de los sindicatos convocantes. También la Administración, a través de TMB, la EMT y el Departamento de Empresa y Empleo de la Generalitat de Catalunya, acaba generando confusión entre los usuarios al introducir cambios en relación a los servicios mínimos decretados. Algunos de estos cambios son lógicos, puesto que las diferentes circunstancias que concurren (si es un día laborable o si es festivo; si hay huelga en el metro, en el bus o en ambos, etc.) deben ser tenidas en cuenta a la hora de establecer qué servicios se consideran esenciales y, por lo tanto, deben prestarse igualmente pese a la convocatoria de huelga.

Sin embargo, en las últimas semanas se han cambiado, sin que existieran motivos que lo justificaran, no solo los horarios y los porcentajes de los servicios mínimos, sino también las líneas que se incluían o no en los mismos. Así, se han establecido diferentes porcentajes (del 20 %, del 25 %, del 33 %, del 50 %…) y se ha dado una larguísima lista de horas en las que comenzaban o terminaban los servicios mínimos (a las 5:00 h, a las 6:30 h, a las 9:00 h, a las 9:30 h, a las 10:00 h, a las 11:00 h, a las 14:30 h, a las 15:00 h, a las 16:00 h, a las 17:00 h, a las 18:00 h, a las 20:00 h, a las 0:00 h…; por no hablar de cuando, con motivo del partido de fútbol que enfrentaba al Barça con el Real Madrid, se anunciaron servicios mínimos que comenzaban en horarios tan peculiares como las 9:19 h o las 16:44 h, por ejemplo).

Hay que señalar, asimismo, que se han incrementado en 3 las líneas de bus que cuentan hoy con servicios mínimos, respecto de las que existían hasta ahora. Así, a las líneas 9, 21 63, 65, 92, 95, 109, 150, 157 y las del bus de barri, hay que añadir las líneas 11 (Trinitat Vella – Roquetes), 24 (Paral·lel – Carmel) y D20 (Pg. Marítim – Ernest Lluch). Aunque hoy hay huelga tanto en el bus como en el metro, los paros en uno y otro medio no se producen en las mismas franjas horarias, por lo que las necesidades de movilidad son similares a las de las últimas jornadas de huelga. ¿Significa eso que a partir de ahora las líneas 11, 24 y D20formarán parte de los servicios mínimos de bus? ¿Qué ha cambiado respecto a la semana pasada para que se haya adoptado una decisión en este sentido?

En definitiva, ante un conflicto laboral como el que se vive actualmente en TMB, que enfrenta desde hace semanas a parte de los trabajadores con la empresa, los usuarios acaban siendo las víctimas inocentes que esperan con paciencia que las partes implicadas lleguen pronto a un acuerdo. Sin embargo, la paciencia tiene un límite y nadie saldrá ganando si, cansados de recibir un servicio deficiente, deciden prescindir de TMB y se pasan al coche o a la moto.

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