El pasado viernes la ATM de Barcelona y la Generalitat de Catalunya anunciaron la modernización del sistema de validación en la región metropolitana de Barcelona, basado en una nueva tarjeta sin contacto que substituirá progresivamente los 84 títulos integrados actuales, que funcionan con banda magnética. No se trata solo de una mejora tecnológica, sino también de un cambio de modelo tarifario, pues con el nuevo título el usuario ya no tendrá que calcular cuál es la tarjeta que le sale más a cuenta (T-10, T-50/30, T-Mes o T-Trimestre), ya que los descuentos se aplicarán en función del consumo real. Así el usuario evitará la compra de títulos inadecuados y no perderá viajes en caso que las previsiones de uso no se cumplan.
La T-Mobilitat substituirá las 84 tarjetas diferentes que ahora existen, ya que también permitirá viajar por todas las zonas tarifarias, así que ya no hará falta llevar diferentes títulos, o comprar billetes sencillos (los más caros) para usar en los desplazamientos ocasionales a otras zonas diferentes de la habitual. A medida que aumente el uso de la tarjeta se disminuirá el precio por viaje, manteniendo las bonificaciones sociales a familias numerosas, pensionistas, parados, etc.
Se podrá elegir entre el prepago y el postpago, como con la telefonía móvil. La modalidad de prepago tendrá dos fomatos: uno de cartón, con precio fijo por viaje, y uno de PCV, que incluirá descuentos en función del uso. La modalidad de postpago será personal e intransferible, ya que estará vinculada a una cuenta bancaria, emitiendo cada mes una factura detallada de los viajes realizados y su importe unitario, además de aplicar descuentos superiores a mayor número de viajes realizados.
El hecho de ser un título nominal y la introducción generalizada de la validación a la salida permitirá obtener una matriz de origen y destino exacta para cada servicio y tramo horario, cosa que facilitará la planificación de una oferta que responda a la demanda real de la movilidad. También reducirá el fraude zonal, ya que no validar a la salida implicará el cobro del máximo número de zonas.
La nueva tecnología permitirá implantar el chip y su antena en diferentes elementos: tarjeta de PVC, otros soportes como relojes o pulseras, o móviles que dispongan de tecnología NFC (Near Field Communication). Se implantará progresivamente a partir del 2014, después de una prueba piloto con un colectivo reducido de viajeros que permita evaluar su funcionamiento antes de su introducción definitiva.