¿Cómo hacer huelga sin afectar a los viajeros?

huelga

Nuestro transporte público vive unos tiempos convulsos. Tras años de bonanza y extensiones de líneas al infinito que se han revelado como malas ideas, toca pagar todo aquello que se construyó, con subidas en las tarifas, recortes en el servicio y a los sueldos de los trabajadores. Y ahí es donde llega la conflictividad laboral, que se ha traducido en huelgas los últimos meses.

Las huelgas no son nada agradable, porque nos obligan a ir más apretados en el metro o autobús, lo que se suma al efecto de los recortes, o a buscar rutas alternativas. Suele criticarse a los trabajadores por estas huelgas, quizás olvidando que para ellos también supone un esfuerzo económico: recordemos que un día de huelga es un día que el trabajador no cobra.

El argumentario del partido en el gobierno, y que ha calado en parte de la ciudadanía, es que los trabajadores se aprovechan de poder paralizar Madrid para hacer presión, «utilizando a los ciudadanos como rehenes». Y ciertamente somos nosotros los afectados por sus protestas, ya que quienes deciden sus sueldos por lo general no pisan el metro más que una vez cada cuatro años, cuando un par de meses antes de las elecciones se inaugura una flamante estación de techos altos.

En este artículo vamos a tratar de buscar alternativas para que los trabajadores puedan protestar por lo que consideran que es un recorte de sus derechos pactados. Por lo tanto, si eres de los que crees que los conductores del metro o autobús no deberían poder ejercer su derecho constitucional a la huelga, confundes esto con unas vacaciones o vas a hablar de los supuestos sueldos multimillonarios que cobran, mejor no sigas leyendo. Vamos a hacer un artículo constructivo y esperamos que los comentarios también lo sean.

¿Qué alternativas hay para protestar sin afectar al ciudadano?

Resulta difícil creer que los trabajadores planteen sus protestas con ánimo de fastidiar a los ciudadanos. Sin duda saben que es uno de los efectos secundarios de sus paros (por eso se hacen en hora punta), pero el objetivo cualquier protesta es crear presión para que los que tienen el poder de decidir cedan, al igual que una manifestación en un descampado de las afueras no serviría de nada. La idea es que los paros generen un descontento ciudadano tan fuerte que fuerce a la empresa a negociar.

Cuando hemos planteado la pregunta de qué alternativas se nos ocurren para que los trabajadores protesten sin afectar a los ciudadanos, mucha gente parece tener la solución: que abran los tornos del metro y dejen pasar a todo el mundo gratis. A priori parece la mejor solución: la empresa se enfrenta a una situación en la que se ve perjudicada y por lo tanto, presionada para llegar a un acuerdo, y los usuarios no se verían afectados. De hecho, se beneficiarían.

Sin embargo, no es una solución posible. Los cauces de protesta están establecidos, y al igual que en tu empresa no puedes llevarte ordenadores a casa para quejarte, los trabajadores del metro no pueden incumplir el reglamento de viajeros aprobado por el gobierno. No se trata solo de que los viajeros irían sin el seguro obligatorio al no portar billete, lo que unido a las previsibles aglomeraciones por el efecto llamada de lo gratis, podría causar problemas con los seguros si alguien tienen un accidente en las instalaciones. Se trata de que si un trabajador abre los tornos y deja pasar a todo el mundo gratis, la empresa tiene todo el derecho a despedirle. Por lo tanto, solución descartada.

Foto: EFE/Javier Lizón

Foto: EFE/Javier Lizón

Los trabajadores también podrían plantearse una huelga de celo. Este tipo de protesta consiste en una aplicación estricta de todos los protocolos de la empresa: por ejemplo, no circularía ningún metro al que le fallase cualquier mínimo sistema, o no abriría un vestíbulo que no tuviese todos los fluorescentes en perfecto estado. No cabe duda de que este tipo de huelga perjudicaría aún más a los viajeros que los simples paros delimitados en horas y avisados con tiempo.

La huelga a la japonesa tampoco es una opción. Sí, sería estupendo que por un día se acabasen los recortes y todos tuviésemos autobuses y metro cada minuto, haciendo a la empresa un gasto desmesurado que la empujase a negociar sin perjudicar a los viajeros… pero no es posible por razones prácticas (cambiar la frecuencia de los trenes requiere la coordinación de toda la empresa) y legales: un trabajador no puede coger un autobús fuera de turno y salir a la calle a circular con él. Sería considerado prácticamente un robo de material, e igualmente podría ser despedido.

Servicios mínimos

Una huelga es, como hemos visto, una manera de hacer presión. En sectores estratégicos, la administración puede establecer servicios mínimos. El problema llega cuando esa misma administración que tiene la potestad de definir servicios mínimos es contra quien se protesta. Así, en ocasiones se han establecido servicios mínimos que los jueces han decretado ilegales, como los que se marcaron en la huelga general de 2010. En otras ocasiones sucede lo contrario, como cuando se llevó a cabo una huelga sin servicios mínimos, que también fue declarada ilegal.

Problema de comunicación

Parece, por lo tanto, que los trabajadores tienen pocas alternativas para protestar salvo las actuales. Quizás existe un problema de comunicación por parte de los sindicatos.

Hoy en día, cuando se convoca una huelga de metro o EMT, los usuarios apenas reciben noticia de los servicios mínimos y poco más. Quizás no haya posibilidad de evitar las molestias, pero sí de explicar por qué se está luchando y tratar de ganarse el apoyo de los ciudadanos. Utilizando los nuevos canales de comunicación (blogs, redes sociales, etc) para comunicar a los viajeros la situación, e incluso yendo por las estaciones y paradas las jornadas de huelga para repartir folletos, mucha gente seguiría cabreada, pero seguro que muchos otros podrían conocer la versión de los trabajadores además de la de la empresa y gobierno, y con ambas en la cabeza, poder establecer su criterio.

¿Qué se te ocurre a ti para que los trabajadores puedan reivindicar sus peticiones afectando solo a la empresa y no a los viajeros?

Nota sobre los comentarios: Desgraciadamente, cuando tocamos un tema mínimamente polémico, siempre hay quien falta al respeto. Borraremos todos los comentarios insultantes hacia empresas o sindicatos, o todos los que busquen polémica en vez de un debate maduro y constructivo.

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53 thoughts on “¿Cómo hacer huelga sin afectar a los viajeros?

  1. La idea de apertura de tornos y que no se entienda por qué es ilegal es simple, si uno trabaja en una tienda y por hacer huelga abre el almacen para que los usuarios roben lo que quieran será inmediatamente despedido y todo el mundo entenderá porque, pues es lo mismo, se paga por un artículo o en este caso por un servicio, como un servicio es intangible y un artículo no, parece que está mas normalizado lo de colarse.
    En este país cada uno va a lo suyo y a que le molesten lo menos posible y no se solidariza con el resto de trabajadores, así que las huelgas pasan por molestar al usuario porque es la única forma de conseguir algo.
    Quizás si en una huelga todo usuario que llegue tarde reclama la devolución de su billete, la administración se lo pensaría mas y negociaría antes, pero claro por 1 euro que nos gastamos en un café no sale a cuenta perder 15min de nuestro tiempo escribiendo una reclamación, es mas cómodo decir que la culpa de todo es de los huelguistas y segyur nuestro camino. Pero 1 euro de cada uni entre todos es mucho dinero.

  2. Las huelgas por definición tienen que «molestar» pues sin esa «molestia» no hay presión y la empresa se pasa las peticiones de los trabajadores por el forro.Nuestros abuelos lucharon por dejarnos unos derechos y un trabajo más digno y eso lo hemos perdido con esta crisis, quizás lo que nos hace falta es volver a molestar y molestar hasta que recuperemos lo que era nuestro y la crisis nos quito

  3. El problema que yo veo en estas huelgas es que se efectúan únicamente en las horas puntas, cuando todo cristo va a trabajar. Especialmente notable cuando encima los viernes se hace de mañana, y no de tarde (jornadas reducidas, imagino).

    La cosa es ¿por qué no se hacen huelgas 24 horas completas? A pocos sectores he visto hacer huelgas por horas. Cuando hacen una, no se trabaja (salvo servicios mínimos si es que los hay) durante días completos.

    No será su intención tenernos de rehenes (o eso quiero creer yo también), pero es la impresión que da con las huelgas «horarias».

    1. Los servicios mínimos no son elección nuestra, sino del Ayuntamiento u órgano competente. Son ellos quienes nos obligan a respetar ciertas horas que tenemos que cumplir o nos pondríamos en riesgo de despido.

    2. Como dice el artículo, las huelgas sirven para hacer presión. Los huelguistas pierden dinero. Si se hace una huelga parcial, ¿Como pensais que se hace mas presión perdiendo el mismo dinero?,¿En hora punta o en hora valle? Respondiendo a esta pregunta tiened la respuesta a porque siempre se hacen en hora punta

    3. Hace poco se hizo una huelga todo el día pero el ayuntamiento fijo mínimos del 60% hora valle y 80% en hora punta y la empresa priorizo lineas, quizás por eso no te diste cuenta. Para un trabajador perder un día de Sueldo y ver que su esfuerzo está siendo boicoteado quizás no le haga mucha gracia… Y quizás por eso se plantean más parones que días de huelga.
      Esa es mi humilde opinión.

  4. ¿Qué tal si vamos a la raíz del problema? No se puede mantener la calidad del servicio ni los sueldos porque tenemos una red sobredimensionada que usa cada vez menos gente, y las huelgas actuales ayudan a que baje más el número de viajeros.

    Hagámoslo al revés: La huelga de metro podría hacerse para fastidiar a quien coja el coche y favoreciendo a quien coja el metro: manifestaciones legales cortando en la medida de lo posible el tráfico privado, y garantizando que ese día el transporte público funciona mejor que nunca, para forzar a un trasvase modal.

    No es fácil, porque a la vez que se bloquearía el tráfico privado habría que garantizar el paso de los autobuses, bien porque se busquen tramos donde el los tráficos estén separados, bien porque los diversos grupos de manifestantes abran el paso a los autobuses.

    ¿Ideas de cómo solucionar la logística?

    1. Es que son dos cosas distintas.

      Sin duda incentivar el transporte público pasa por desincentivar el privado. Siempre sin caer en la barbaridad de al final terminar castigando los dos. Es decir, la apuesta debe ser ambiciosa, sin medias tintas, una buena red de metro/cercanías, que llegue en buenas condiciones a todos y con una calidad del servicio elogiable, junto a una penalización del tráfico privado en forma de aparcamiento regulado, peajes…

      Pero si los trabajadores de Metro no tienen capacidad ni tan siquiera para abrir tornos o sacar trenes, dudo muchísimo que puedan cortar una carretera importante de manera «legal». Dudo que esto tuviera además capacidad de presión directa sobre la dirección de Metro, que estaría más como mero espectador que como protagonista.

      No pienso que existan fórmulas mágicas. Todo debe pasar por mucho trabajo de los representantes en informar y ganarse al viajero con información veraz y sin recurrir constantemente a las fórmulas más tradicionales. Con una masa de acción social así de grande, se podrían plantear cosas mucho más potentes, incluso a nivel político.

      La presión popular suele tener, en democracia, los efectos deseados si se trabaja en la dirección correcta.

      1. En este caso se trata de presionar al gobierno autonómico, que es quien decide sobre qué financiación tiene el metro, así que sí tendría sentido afectar a ciudadano «no viajeros».

        Por otro lado, cortar una calle con una manifestación es facilísimo. Sucede varias veces por semana en Madrid, con el beneplácito de la delegación de gobierno, que rara vez puede intervenir prohibiéndolas.

  5. En mi opinión solo se deben considerar como servicios mínimos, los que por su naturaleza, sean esenciales para la vida: servicios sanitarios, bomberos y demás servicios de emergencia y en el porcentaje justo para garantizarla.
    Por lo tanto, el metro no se debe considerar como un servicio esencial y vital. Por lo tanto, no se deberían establecer servicios mínimos en las huelgas de transporte.

  6. Después de este animado debate, yo no acabo de ver propuestas salvo hacer lo que se ha hecho históricamente o no hacer casi nada salvo poco más que estar quietos.

    Estamos presenciando embobados la subasta de uno de los actores de reparto de eso que se llamaba «Estado del Bienestar»: el transporte público. Entre privatizaciones, recortes y justificaciones de eficiencia, algunas sensatas y otras burdas tramas demagógicas a más no poder, se va a morir de éxito. Se está perpetrando la mayor tropelía política que la mayoría de nosotros jamás ha visto.

    El derecho de Huelga es sagrado. Nada que objetar. Pero creo que aquí no se debe discutir algo que es de Perogrullo, sino su capacidad para resolver el problema que nos atañe.

    No es lo mismo parar una empresa privada cuyo producto/servicio se produce y distribuye en competencia con otras (las cuales harán su agosto en perjuicio de la primera), que parar un Servicio Público, prestado en monopolio por razones de barreras de entrada brutales, y cuyos usuarios, curiosamente dueños del mismo, son los más castigados y no tienen capacidad de decisión salvo cada 4 años ¿No es incoherente?

    Paremos un momento y pensemos.

    Llevamos un par de décadas viviendo la mayor revolución desde la máquina de vapor. Y puede que incluso mayor. Nuestras estructuras ya no valen en un mundo globalizado, excesivamente complejo e imprevisible, donde la información fluye casi sin esfuerzo. Una simple avalancha de órdenes telemáticas coordinadas por un hashtag puede arruinar al Tesoro de un país y sumirlo en el caos. Ya no hay Asociaciones con locales, presidentes y juntas. Hay blogs, facebooks, twiteers y aparatos que nos globalizan incluso en la penumbra de nuestros hogares. Este debate de cientos (miles) de personas sería impensable, salvo enorme esfuerzo colectivo y gran desembolso económico, hace, tan solo, treinta años.

    Lo que no ha cambiado es el objetivo: la presión social. Pero sí la forma de llegar hasta él. Aquí hay personas que de esto saben: ¿Cómo convencer a la gente, al viajero aturdido por tanto KO, que debe involucrarse? ¿con una huelga?… ¿Ponemos los pies en el suelo de una vez? ¿o nos acomodamos en las antiguas estructuras automáticas? Ahí lo dejo para no hacer un soliloquio.

    Y sé que por lo siguiente me van a linchar.

    Nadie dice que esto sea fácil, no lo es, y toca trabajar y luchar como nunca. No es bueno autocompadecerse ni buscarnos autolimitaciones. Eso es asumir la derrota antes siquiera de empezar. Precisamente ahora es cuando, si se saben jugar las cartas de la nueva situación tecnológica, están los medios más equilibrados.

    Los paros parciales terminan asumiéndose por el usuario, para colmo, con perjuicio para el propio servicio, que se vacía. Atroz sin paliativos. La huelga, si queremos que sea efectiva y se opta por esa solución, en solitario o combinada con otras, creo que debe ser muy contundente. Y que cada uno saque sus conclusiones.

  7. En realidad no hay despidos previstos (de momento) pero si importantes bajadas salariales. En cualquier caso, no es tan sencillo: los trenes son de Metro, no de sus trabajadores.

    Si los trabajadores sacan a circular autobuses/trenes sin autorización de la empresa, no sólo se arriesgan a ser despedidos, es que incluso podrían ir a la cárcel.

    Y ni mucho menos da igual que esté circulando a que esté en el taller. Todas las revisiones de mto. preventivo están programadas según unos ciclos de km. Sacar trenes «porque sí» obligaría a adelantar los ciclos de mantenimiento. No es tan fácil.

  8. Igual que el monopolio de la violencia lo tienen la policía y demás, el único arma que las leyes dan a los trabajadores a la hora de negociar con la empresa es la huelga.
    No echemos culpas a los trabajadores de Metro. Como usuarios deberíamos apoyarlos para que consigan algo y se terminen las movilizaciones cuanto antes.

    1. No estoy de acuerdo en que, como usuarios, deberíamos apoyarlos. Deberíamos apoyarlos si lo que reivindican es justo y si el perjuicio que pueden provocar es comprensible.

      1. Vuelves a reivindicar los servicios mínimos más altos, para no causar perjuicio a los usuarios. Pero con unos servicios mínimos del 75% yo dudo muchísimo que se pueda ejercer presión. Es más, si asi fuese, que pudiesen ejercer presión con un 75% de servicio, los sindicatos lo firmarían encantados, yo creo. Ejerecer presión y menos trabajadores dejan de recibir su parte del sueldo del día.

        Es más, servicios mínimos del 50% han sido declarados abusivos. Pero bueno, explicame tu visión: como pueden reivindicar su derecho a huelga sin perjudicar al usuario.

        Y creo que es bastante justo lo que reivindican, ¿no crees? Que no les bajen el sueldo. Y si no he entendido mal, que se respete el convenio que tienen firmado.

  9. El derecho a huelga lo que hace es privilegiar a los trabajadores que pueden provocar un gran trastorno a muy corto plazo (es decir, privilegia a los trabajadores de servicios frente a los de industrias)

    1. Pues yo creo que tienen más capacidad de parar la producción (industrias)y con gran número de trabajadores.

      Para eliminar esa posición en la que unos trabajadores pueden ejercer más presión o menos, por las características de su empresa, debería haber huelgas sectoriales, en las que que se ejerce más presión, independientemente de las características de la empresa donde se trabaje.

      De esta forma, todos estarían más o menosigualados y no habría el «privilegio» que dices.

  10. Quien tenga que hacer huelga, y pueda, que la haga. Quien no, que no. Hay muy poca regulación legal (vacío que se ha suplido irregularmente con jurisprudencia…) sobre el ejercicio del derecho de huelga, pero la poca que hay es para garantizar que no se cause demasiado perjuicio a la empresa. Ánimo a todos en estos tiempos. Y paciencia.

  11. Me imagino que la pregunta del titular es puramente retórica. Pues cuando un negocio se fundamente en dar un servicio de transporte y los empleados hacen huelga defendiendo su puesto de trabajo, es de cajón que el usuario final se va a ver afectado.
    Yo preguntaría, si como ciudadanos que vemos como cada vez Metro es más caro, con menos servicio, y con unos políticos forrándose empeñados en destruirlo como empresa pública viable y no en gestionarlo bien, ¿estamos dispuestos a ser solidarios con los trabajadores de metro que ven esto de primera mano? ¿o ensuciamos el derecho a huelga mientras esperamos a que privaticen Metro finalmente también?

  12. En todo de acuerdo Adri.
    Pero cada vez que los trabajadores de Metro han hecho huelga, les han obligado a dar unos servicios mínimos que no lo son, sino muy superiores como comentas, y al llevarlo a juicio, recordamos que siempre las sentencias han dado la razón a los trabajadores, reconociendo que el servicio prestado durante la huelga ha sido muy superior a los mínimos exigibles.

  13. Interesante debate el que tenemos hoy encima de la mesa.

    Por mi parte, considero imposible ejercer el derecho a huelga sin que el viajero quede perjudicado, aunque sea mínimamente, por simple causa-efecto. Pero esto no debe ser motivo para impedir el derecho constitucional a la huelga.

    Primer debate. ¿Qué son servicios mínimos? En teoría, deberían ser los suficientes para permitir la movilidad de la demanda, dimensionando la oferta para un %ocupación próximo al 100%. En otras palabras, «lo justo y necesario». Desde mi punto de vista, los servicios fijados en la huelga exceden con creces el mínimo imprescindible. Mas aún, si tenemos en cuenta que existen modos de transporte público alternativos en toda la red, algo que no sucede en interurbanos o parte de la EMT.

    Es evidente que si cuando la Comunidad dimensiona unos servicios mínimos tan generosos (47%-56%) está minimizando el impacto de la huelga. Quizás estos servicios debieran estar marcados por ley de forma indefinida, para todos los casos y… gobiernos, claro.

    El otro debate es el tema mediático. El aparato propagandístico de la administración (o «medios afines») ha logrado desprestigiar el objeto de la huelga, incluso difundiendo datos sesgados o falsos como salarios u horas de trabajo incorrectas. No olvidemos que los empleados de Metro no son funcionarios como tal, sino que trabajan en empresas públicas con un convenio vigente. Si el convenio se incumple, el trabajador tiene pleno derecho a protestar por sus condiciones laborales.

    1. ¿He de entender que la administración y «medios afines», con su aparato propagandístico, desprestigia el objeto de la huelga y difunde datos sesgados o falsos, pero que los sindicatos siempre difunden datos veraces y no usan ningún aparato de propaganda?

      El porcentaje de servicios mínimos puede ser discutible (¿47% es mucho, 20% es poco?) y estoy de acuerdo en que deberían estar marcados por ley (¿una ley de Huelga?), pero curiosamente ningún gobierno, ninguna oposición ni ningún sindicato ha luchado porque eso salga adelante.

      1. Puedo garantizar que, en esta ocasión, los datos difundidos por los sindicatos de Metro de Madrid que se indican un par de comentarios más arriba son completamente veraces. Algo que, por desgracia, no es lo habitual en las huelgas.

        Es más, algunas de estas estadísticas, como los 40 trenes parados, el cierre de vestíbulos o la reducción de servicios, están basadas en las estadísticas difundidas desde ecomovilidad.net, pese a que esta página no tiene vinculación con ningún sindicato, ni ninguno de sus miembros trabajamos en Metro de Madrid.

      2. Pero no es comparable el aparato mediático de la administración (y medios afines) con el aparato mediático de los sindicatos. Teniendo en cuenta que los medios de comunicación, casi todos (si no son todos) están controlados por el gobierno o son afines de una forma u otra a los mismos intereses.

        Por cierto, en la ley que marque los servicios mínimos, no solo gobierno, oposición o sindicato debería marcar cuales deben ser los servicios mínimos. Los usuarios también deberiamos tener nuestra opinión de forma directa (no a traves de los reprentantes políticos).

        1. Yo sí que los comparo, pero bueno… Lo que quería decir sobre la ley de servicios mínimos no era sobre quién tiene que decidir, sino que ninguno de esos tres colectivos han movido un dedo para sacarla adelante

    2. Sobre los servicios mínimos en Metro de Madrid, en las últimas huelgas, solo una puntualización que creo que todo el mundo debe conocer: en la actualidad, ante una huelga, se producen unas negociaciones para intentar acordar estos servicios mínimos entre el comité de huelga y la dirección de la empresa. Estas negociaciones casi nunca fructifican, y termina siendo el presidente de Metro de Madrid (Sr Cavero) el que solicita a la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid que apruebe los «mínimos» que el solicita. Y aquí viene lo «gracioso»…. es el consejero de transportes (Sr Cavero) el que aprueba y firma los «minimos» que el mismo a propuesto…. Es decir, juez y parte…. Así, no es de extrañar que los servicios mínimos sean siempre abusivos e ilegales (como se puede demuestra con sentencias judiciales).

  14. Esta claro que no hemos encontrado aún otros recursos para sustituir el uso de la huelga.
    Me llama mucho la atención que si oigo hablar a otro européo, por ejemplo un francés; de las molestias que le supone una huelga.
    Confirme que el huelguista esta en su pleno derecho, y que como ciudadano debe respetar, como espera ser respetado si algún día necesita también ir a la huelga el mismo.
    La huelga es un derecho que a mucho españoles les supera, y no entienden; por lo que piensan que es injusto que se hagan huelgas.
    …y ahora con los recortes, y el pp manipulando la educación. Seguiremos sin entender que es la huelga.

  15. Apoyo al mantenimiento de un transporte público y de calidad.

    Los trabajador@s de Metro de Madrid y EMT informan a los ciudadanos de que los Gobiernos Central y Autonómico intentan esquilmar y saquear el transporte público.

    Para ello han comenzado por:
    • Reducir un 20 % los autobuses y hasta un 50 % los trenes en Metro, aumentando el tiempo de espera.
    • No invertir en repuestos, incrementando el número de averías, con el consiguiente peligro para la seguridad.
    • Cerrar 21 vestíbulos en Metro de Madrid, recientemente renovados con una gran inversión económica.
    • Reducir el número de vigilantes de seguridad y de agentes de limpieza.
    • Aplicar tres subidas tarifarias en menos de un año: 11% en mayo de 2012, 2% en septiembre de 2012 y 4.5% en febrero de 2013.
    • Pagar 144.000.000 € por el alquiler de trenes, de los cuales 40 están sin utilizar.

    Lo que ustedes desconocen es:
    • Que los sueldos de los gestores (más de 80.000 € anuales) salen de sus impuestos y billetes.
    • Que la subida de tarifas se utiliza para desviar dinero público al transporte privado concertado (autobuses interurbanos y Metro Ligero Oeste)
    • Que se han incrementado en más de 240 los directivos puestos a dedo por el Gobierno de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid en Metro y EMT.
    • Que se han gastado más de 700.000 € en un estudio privado de viabilidad del que no se conocen sus conclusiones.
    • Que se han contratado asesores privados por 340.000 € (ARINSA) para la negociación del Convenio Colectivo de Metro de Madrid.
    • Que se paga a Telemadrid por el Canal Metro 790.083, 51 € anuales, más 296.621 €, a ISC Madrid, por su mantenimiento.
    • Que se pagan 440.000 € a la consultora MCKINSEY & COMPANY, S.L. por actualizar el Plan Estratégico de Metro.
    • Que a pesar de la propaganda, los salarios en Metro y EMT no han subido, y que lo cierto es que en 2012 el gasto de personal en Metro de Madrid ha sido menor que en 2008.
    • Que los acuerdos alcanzados, y que ahora son criticados, han sido firmados por las Administraciones Públicas.
    • Que los trabajador@s de Metro y EMT, abogamos por la reducción de las tarifas y extender a desempleados y estudiantes la denominada TARJETA AZUL (6,20 €

    1. Este comentario es copia de la nota de prensa enviada a los medios por el Comité de Empresa de Metro de Madrid ante la pasada huelga de los días 19, 20 y 21 de marzo. Asimismo, este texto, ha sido repartido mediante octavillas por los trabajadores de Metro por las estaciones en esos días. También este texto ha sido insertado como publicidad en periódicos como «20 minutos». Todo ello, con la finalidad de informar a los ciudadanos de la problemática en Metro de Madrid.

  16. Dudo de la efectividad de una Huelga en un Servicio Público. El derecho a la Huelga se incubó en un contexto industrial que difícilmente es extrapolable a la producción de un servicio pagado en buena parte con dinero de todos y sobre el que en la mayoría de ocasiones no hay muchas alternativas.

    Lo veo constantemente en la Línea 9/TFM. Durante los paros las frecuencias se desploman, pero aún más los viajeros (aparcamientos disuasorios vacíos), que tardan semanas en volver a llenar los vagones hasta los topes.

    El mensaje que acaba llegando al usuario, castigado por paros intermitentes que se suman a tarifazos y frecuencias inverosímiles, es el de ser una moneda de cambio antes unas y otras pretensiones, quedando completamente ajeno al verdadero problema de fondo: El deseo de privatización de un Servicio Público, desconocido por la mayoría.

    Los representantes deberían esforzarse más en buscar otros caminos. Informar correctamente y sin usar la demagogia, se me antoja vital. El usuario no es tonto y hay que llegar a él con argumentos veraces y bien trabajados.

    El que tenga de su lado al usuario, al viajero, ganará esta batalla. La CAM lo sabe y lo demuestra en cada jornada de paros.

    1. Suscribo lo que dices, especialmente el tema de la demagogia. Si al final el único planteamiento es que cualquier huelga es válida y que nos tenemos que aguantar las molestias porque lo que reivindican es moralmente bueno y sólo están pensando en nosotros, frente a esa panda de desaprensivos que son los dirigentes de la CAM, pues estamos apañados

      1. No se trata de que cualquier huelga sea buena, sino de que la Constitución y las sentencias judiciales ya han marcado la pauta de por dónde deben desarrollarse.

        Podrán gustarte o no, estar de acuerdo o no, pero ese no es el propósito de este artículo, sino buscar una manera de que los trabajadores puedan ejercer este derecho (al margen de que nos parezca bien o mal lo que piden) afectando lo mínimo a los usuarios, pero que sea de forma efectiva.

      2. Ya, claro. Huelgas no. ¿Pero qué alternativas propones para que no se desmantele el transporte público ni la perdida de derechos laborales? Porque miro los libros de historia, y solo aparezca una: que la presión del pueblo, de una forma u otra, haga que las cosas cambien.

        1. Huelgas sí.

          Pero creo que hay que tener en cuenta que un Servicio Público es un tipo de trabajo distinto a la producción de materiales, por ese aparece el concepto de servicio mínimo. En efecto, no es fácil definir cuánto es un servicio mínimo (y menos que sea la empresa contra la que haces huelga la que los establezca), pero creo que, en caso de duda, hay que pensar en los usuarios y tender más hacia arriba que hacia abajo.

          La alternativa que plantea el artículo de mejorar la comunicación me parece muy adecuada, sobre todo porque hay mucho que hacer por parte de los sindicatos.

  17. Existen dos problemas a la hora de hacer una huelga, en el Metro o donde sea.

    1) Que la misma ley, en ciertos casos como Metro, Aena, Renfe, Sanidad etc etc limita muchísimo el derecho a secundar la huelga de los trabajadores mediante la imposición de servicios mínimos por parte del gobierno, que es parte interesada. Esto deja en una clarísima indefensión a los trabajadores que quieren protestar.

    2) No existen formas de presionar a una empresa que no sea afectando a sus clientes. Si, se puede hacer daño a su imagen corporativa, pero cuando son monopolios públicos este sistema no sirve absolutamente para nada.

    Por cierto: la «huelga a la japonesa» es un bulo, un hoax. Es mentira que se haga huelga trabajando más. De hecho lo que suelen hacer es sabotear las producciones trabajando mal, lo que implica mayores costes de producción dado que hay que rehacer todo el trabajo. Si, igual los trabajadores de Metro podrían sabotear las instalaciones, pero nuevamente afectará a los usuarios.

    Igual el problema está en que la gente tiene que cambiar el chip. Si eres trabajador, o esperas serlo por ser estudiante o estar en paro, no debes ver a los trabajadores que defienden sus puestos de trabajo, o los servicios públicos en este caso, como un enemigo sino como alguien como tú. El problema está en que hay demasiado trabajador que se cree al mismo nivel que los grandes empresarios como Botín u Ortega. Y en trabajador meto a pequeños empresarios. En España hay un déficit de conciencia de clase bestial y buena parte de la culpa la tienen los dos sindicatos mayoritarios que han favorecido esta desmovilización endémica que tenemos.

    1. Muy cierto lo que comentas, hay muy poca mentalidad de trabajador, clase u obrera, como le queramos llamar. Y creo que las huelgas de metro están mal enfocadas. Creo que deberían tomar ejemplo de la educación y la sanidad. No solo reivindican sus derechos, sino los derechos de todos.

      Y estos, a su vez deberían tomar ejemplo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que han sabido poner encima de la mesa política y mediática el tema de los desahucios y la vivienda.

      1. Sin embargo, pienso que es mejor que reivindiquen sus derechos y no los «derechos de todos», porque ¿cómo saben cuáles son los derechos de todos? Quizá yo piense de otra manera (por ejemplo, me puede parecer mejor privatizar servicios públicos); para eso están las elecciones, para decir claramente mi opinión.

        A mi modo de ver, el ejemplo de la PAH, ya que no sólo han puesto encima de la mesa el tema de los deshaucios, sino que podríamos pensar que su manera de reivindicar es más una coacción y una amenaza.

        1. Bueno, estamos hablando de como podrían ser más efectivas su reivindicación. Y poner a la ciudadanía de su lado es una forma. Las formas serína varias: desde que ellos, como trabajadores en asamble, aprueben reivindicar también eso, que se una a un grupo de ciudadanos que ya reivindique el transporte público…

          Si los usuarios comprender por lo que se reivindica, le serán menos molestas, o al menos más llevaderas, las huelgas, que es de lo que estamos hablando.

          Me gustaría contestarte a lo otro, pero desviariamos mucho el tema. Si quieres escribeme un email:
          Mi nick de ecomovilidad (arroba) gmail.com

          1. Sí, perdón, ha sido culpa mía desviarme tanto del tema…

            En efecto, es fundamental la información, pero también deben tener en cuenta que, aunque informen, la gente puede no estar de acuerdo con sus reivindicaciones.

  18. Hola, sólo algunas puntualizaciones:

    Pienso que, en muchas ocasiones, sí que «utilizan a los ciudadanos como rehenes», ya que con sus huelgas nos afectan directamente, con la agravante de que no podemos elegir: estemos o no de acuerdo con sus reivindicaciones, vamos a sufrir sus protestas. Por eso opino que los servicios mínimos deben ser altos, porque deben evitar que la gente que no tiene culpa lo sufra.

    Lo del problema de comunicación estoy de acuerdo: deberían informar más y mejor de sus motivos para la huelga. El único problema que veo aquí, a tenor de la experiencia de otras huelgas, es que en muchas ocasiones la información se convierte en coacción (los famosos «piquetes informativos») y eso tampoco debe ser porque les quita toda la credibilidad.

    1. Por los motivos que he expresado en mi anterior comentario, no sé como puede verdaderamente reivindicar sus derechos sin perjudicar al usuario. Creo que ha sido un tema muy interesante por parte de Ecomovilidad, y un aplauso por mi parte. La gente se queja de que hay huelga, pero no se paran a pensar que podrían hacer para presionar y no afectar a los usuarios.

      Yo he ido solo a un par de piquetes en mi vida, a las dos ultimas huelgas generales, y te puedo decir que fueron totalmente tranquilos. Como una manifestación. Lo de la violencia son casos aislados, que tienen repercusión mediática porque llama mucho la atención. Además, un «piquete para los viajeros», si se enfoca para explicar los motivos de la huelga, no veo donde estaría la violencia. Si ni siquiera se intentaría convencer a la gente de que no vaya al Metro o el Autobús. Solo informar. Pero es buena idea la que comentas, y deberían tomar notas los sindicatos del transporte público.

      1. Sí, pero no debería haber ningún caso (aunque fuese aislado). Para mí los sindicatos pierden credibilidad cuando intentar justificar dichos casos aislados en vez de expresar claramente su repulsa frente a ese tipo de actos.

        1. Cajahuete:
          No se cómo está el tema en Madrid, pero supongo están más o menos como nosotros, en Barcelona.
          El tema no es ya sólo los cuatro años de congelación de sueldo, ni que nos quieran hacer trabajar aún más días por menos dinero, ni la precariedad de los contratos de compañeros que llevan más de siete veranos en bolsa trabajando al 25, 50 y 75% sin la posibilidad de pasar a un contrato del 100%.
          El tema es que a todo eso le añadimos, los despidos del sector limpieza y seguridad, que es cada día hay menos, y para mí lo más grave: Antes el mantenimiento de los trenes era anual y/o a los 200.000 kilómetros, ahora ese mantenimiento se hace cada dos años y/o a los 400.000 kilómetros. Estamos hablando que salen trenes a línea con fallos en las tarjetas de puertas, por ejemplo, que pueden y han hecho que se abran las puertas en medio de un túnel y circulando.
          Si no te parece importante que luchemos por las vidas de nuestros usuarios…
          Ya no sólo es un tema de abuso y explotación, precariedad de contratos, etcétera. ¡¡Es que hay vidas en peligro!!

  19. Realmente creo que lo que habría que replantearse es el ¿por qué es ilegal hacer huelga de tornos abiertos y la de paros no? O sea, yo es algo a lo que nunca encontraré sentido. Es más, con la huelga de paros las pérdidas de la empresa deben ser irrisorias, teniendo en cuenta que el 70% de los viajeros usamos abono transportes, y que lo tenemos pagado de antemano. Por lo tanto, esos días, la empresa va a cobrar sin ofrecer servicio, que es lo que a mi me parece indignante. Si quieren hacer huelga, que la hagan, pero deberíamos tener derecho a que nos devuelvan la parte proporcional del abono transporte; igual que cuando hay huelga en los trenes de Larga Distancia, o en las líneas aéreas, tienes derecho a una devolución del 100%.

    1. Tal vez me equivoco. Pero según tengo entendido, por cada vez que pasamos el billete supone un mayor ingreso desde la Comunidad de Madrid que se transfiere a Metro.

      Lo que ocurre, cuando hay servicios mínimos del 50% (declarados ilegales), muchas veces el mayor problema que se platea al usuario es que tiene que esperar el doble e ir más apretado. Y Metro se ahorra el dinero de los sueldos de ese día, y al final sale ganando.

      Creo que lo que apuntas, que nos devuelvan la parte proporcional del abono, sería un muy buen punto (junto con servicios mínimos más reducidos) para que las huelgas sean realmente efectivas.

      1. Efectivamente estas equivocado. Desde que la Comunidad de Madrid se hizo cargo al 100% de Metro de Madrid, la aportación por cada billete validado se ha reducido de 1.70 € a 1.28 €.
        Sin embargo, la aportación por el mismo motivo para TFM (empresa privada) es de 3,05 €, y para el Metro Ligero Oeste (también empresa privada) es de 6,60 € por billete. ¿Por que estas diferencias?.

        1. No sé si no me has entendido a mi, o yo no te estoy entendiendo. Creo que decimos lo mismo, solo que tú con datos 😀

          A ver. Cuando yo paso mi abono transportes para entrar al metro. ¿Supone un ingreso de 1.28 € para Metro?

          1. Eso es. Cada vez que pasas el abono supone 1.28 € para Metro de Madrid en la actualidad. Hace solo unos meses, suponía 1.70 €., por lo cual, te indicaba que las aportaciones han disminuido.

          2. Otro dato: hasta hace pocos meses la «propiedad» de Metro de Madrid estaba compartida entre la Comunidad y el Ayuntamiento. Este último aportaba 140 millones de € para el mantenimiento del Metro. Al hacerse la Comunidad con el 100% de Metro, este, dejó de ingresar, logicamente, la aportación del Ayuntamiento y sin embargo la Comunidad no aumentó la suya…. con lo cual, se ha producido un desfase de esos 140 millones…

        2. Ugesan, porque en estos sitios ya no es un Servicio Público, que se supone debe prestarse para maximizar objetivos macroeconómicos, sino un servicio prestado por una empresa privada que lo que debe es maximizar el beneficio, objetivo microeconómico.

          Por eso las frecuencias son menores y por eso, al menos en el TFM, las esperas en las estaciones suelen superar a la demanda. No es raro ver gente en los andenes de Rivas urbanizaciones esperar varios trenes hasta lograr meterse en uno. Todo ello con unos precios que llegan a duplicar al resto de la red por una única estación (no te digo ya por todas ellas): ahí tienes parte de ese incremto en el pago a TFM.

          O que la coordinación con el resto de la L9/Cercanías sea un burla manifiesta al usuario. Todo ello es denunciable, muy denunciable.

          Esto es, que se le pagará al TFM lo que haga falta hasta que los dueños hagan negocio y que a estos, que la mayoría de periferia use el coche hasta encontrar un transporte público decente donde no exista SER, se la trae al pairo.

          Y este es el modelo que le espera al resto de la red de Metro que, lo mires por donde lo mires, nunca será rentable para un empresa privada, salvo que se le pague por ello y encima se le permita dar un servicio pésimo. Esto, señores, no es patrimonio del TFM ni de la periferia.

          Y si la gente lo supiera, a lo mejor, cambiaba el chip. Hace poco me lo contaron un grupo de ciudadanos que se dedican a protestar por el tercermundista servicio del TFM, poniendo reclamaciones, repartiendo folletos de su dinero a los viajeros, creando un contexto necesario, puerta a puerta, persona a persona.

          ¿Empezamos por ahí?

        3. La aportación pública se rige según la tarifa técnica, es decir, la diferencia entre los ingresos por billetes y los costes totales de explotación, entre el nº de usuarios.

          Cada vez que picamos nuestro abono, la Comunidad realiza una aportación para cubrir el déficit tarifario. Las concesiones tienen una aportación mayor por dos motivos:
          -Tienen menos viajeros en relación a su oferta.
          -Sus costes de explotación son bastante superiores, al no tener la infraestructura y el material amortizados.

          Metro Madrid tiene una tarifa técnica más baja porque es una red mucho más utilizada que MLO o TFM, de ahí la diferencia en la aportación.