Bici y fuentes: un duo imposible en Madrid

Fuente en la subida a la Dehesa de la Villa (FOTO M.Mateos)

Los que usamos la red de carriles bici de nuestra ciudad lo padecemos con frecuencia: basta que tengas una avería mecánica, un accidente o simplemente que se te acabe el agua para que no haya una fuente en kilómetros a la redonda. Y si, aunque no sea un elemento indispensable para la movilidad ciclista, la presencia de fuentes en los recorridos es algo que siempre se agradece.

No está de más recordar tal y como fue concebido el Anillo Verde Ciclista: un distribuidor circular con 45 áreas de descanso, situadas cada pocos kilómetros, estando las mismas equipadas con fuentes y otros elementos para el descanso como bancos y uñas apoyabicis. Bien, por norma general, el estado de estas áreas de descanso es lamentable: mobiliario roto, barro y desperdicios… y yendo al tema que nos ocupa hoy, la mayoría de las fuentes condenadas o desmontadas.

Ni que decir tiene que otros recorridos urbanos carecen completamente de estos elementos, son carriles concebidos con el objetivo de cortar una cinta inaugural, no con el objetivo de que los ciclistas tengan desplazamientos más cómodos y seguros. En estos carriles (O´Donnell, García Noblejas, Cuña Verde, Entrevías….) si hay alguna fuente o algún elemento para el descanso es porque ya estaban ahí antes de hacer el carril.

Todo esto provoca situaciones surrealistas como el que ante una avería mecánica que implique que nos pongamos negros de grasa (el cambio que no nos cambia, la cadena que se nos sale y hay que recolocarla…) tengamos que recorrer kilómetros y kilómetros y al final acabemos yendo a casa a limpiarnos o utilizando alguna fuente u estanque ornamental. Si, es una solución cutre, antihigienica y que no arregla la situación de fondo de quedarnos sin agua que beber durante el recorrido, pero parece ser que en el modelo del Ayuntamiento es lo que hay.

Y es lo que hay porque desde mediados de los años 90 el Ayuntamiento ha iniciado un plan de desmantelamiento del servicio público de fuentes de agua potable de nuestra ciudad. Con datos en la mano, en los años 80 mas de 4000 fuentes poblaban nuestra ciudad. A día de hoy, según nuestros amigos de A Pie, hay 2.559 de las cuales casi 2000 están en parques y jardines. Y en el medio millar de fuentes urbanas, la tónica es que o no funcionen, o sean incómodas o simplemente estén secas. Ni que decir tiene que no las encontraremos en los nuevos desarrollos urbanísticos, simplemente el barrio no se concibió con ellas. Por ello, este colectivo «donará» una fuente simbólica a la ciudad de Madrid. Será en Callao, el sábado, a las 12.00

Fuente sin agua en el Anillo Verde (FOTO: espormadrid.es)

En cambio, en este negro panorama, Madrid Rio aparece como un vergel. Gran cantidad de fuentes (casi en cada salida de emergencia del túnel) salpican el carril bici de esta actuación urbanística. Pero es una gota en un mar que, como hemos visto, está seco.

Y ante esto… ¿que soluciones tenemos?  Llevar una botella extra de agua para usarla de pascuas a ramos no es solución, al igual que tampoco lo es omitir el problema puesto que cuando menos nos lo esperemos nos encontraremos con él. Para empezar, la solución más sencilla para cuando nos quedamos sin agua que beber es pasar por caja y comprar en algún kiosko. Eso si, preparad la cartera.

Para limpiarnos yo recomiendo llevar un sobre de toallitas húmedas. No ocupa nada y se puede llevar en el bolsillo bajo-sillín sin problemas junto a las herramientas que necesitemos. Y para limpiarnos si nos caemos nada mejor que llevar un par de viales monodosis de suero fisiológico. También podemos añadir a este kit unos guantes de plástico del estilo de los que ponen en las gasolineras y los hipers, que sin duda nos vendrán muy bien para los apaños mecánicos.

Ante esto pensareis que nuestra bici va a parecer más una ambulancia o la sección de higiene personal de un hipermercado… y tendréis razón, todo ello por la inacción del gobierno municipal en su responsabilidad de mantenimiento y conservación de la red de fuentes de agua potable de nuestra ciudad.

Sobre el autor
Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Máster en Gobierno y Gestión Pública con especialización en políticas públicas de transporte y movilidad. Actualmente cursa estudios de doctorado con tesis sobre la Red Transeuropea de Ferrocarriles de Alta Velocidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 thoughts on “Bici y fuentes: un duo imposible en Madrid

  1. La razón de que cada vez haya menos fuentes es sencillamente que es económicamente más interesante -para algunos- que nos gastemos un euro en una botella de agua fresquita.
    Es lo mismo que se puede ver que pasa con los bancos en las ciudades: nada de bancos públicos, a sentarse al Bar -pagando-.
    Excusas se pueden buscar muchas (seguridad, despilfarro), pero la razón última es de intereses enconómicos.
    Lamnetablemente el interés de unos pocos se impone al interés de la mayoría.
    Salu2.

  2. Yo creo que es cuestión de economía. Lo que más interesa al ayuntamiento/comunidad son las carreteras. Se gastan la pasta en hacer esas cosas, e incluso alguna de ellas lo dejan porque no hay suficiente dinero.
    También es cuestión de votos. No hay tanta demanda de arreglar carriles bici y añadir equipación como para que sea un problema para los políticos en época de elecciones.

  3. El tema de las fuentes públicas en los 80 y principio de los 90 fue un problema, ya que los toxicómanos lavaban ahí sus jeringuillas (yo recuerdo a princpios de los 90 ver jeringuillas tiradas alrededor de una fuente en el parque Calero…). Ese fue uno de los principales motivos de la desaparición de muchas fuentes o de su clausura. No obstante este problema por suerte ya desapareció.
    Otro de los motivos, también puediera ser el despilfarro de agua que se hacía, especialmente en Verano (¿quién no ha hecho una guerra de globos de agua en el parque?).

    A pesar de esto,debería haber fuentes en el entorno de las zonas para hacer deporte y de los carriles bici, debería haber fuentes, y es un error la dejadez de las fuentes del anillo ciclista. Esperemos que las nuevas del Manzanares no corran la misma suerte.

  4. Bastante gráfico el reportaje. Efectivamente, las fuentes del Anillo Verde, por ejemplo, están dejadas de la mano de Dios. Absolutamente.

    Se puede entender que los destrozos provocados por los bándalos, sí, con B de Burro, hagan que las autoridades se retraigan a la hora del mantenimiento pero de ahí al abandono desde el primer momento en el que «cae» una fuente hay un abismo.

    🙁