Desde hace unas semanas, los vecinos de Las Rozas tienen algo más complicado moverse por su localidad. El centro urbano y el barrio de La Marazuela se encuentran separados por las vías del tren, y el paso inferior de la estación era el camino natural para que los peatones cruzaran sin mucho inconveniente de un lado a otro.
Sin embargo, a mediados del año pasado, se comenzaron a realizar obras para cerrar con vallas la estación. Los vecinos se temían lo peor: la instalación de tornos, que solo permitiría el uso del paso subterráneo a los usuarios del tren. Por ese motivo, los grupos políticos municipales pidieron a Renfe que no los instalase hasta que hubiese alguna solución alternativa. Y de esta manera, todo siguió como siempre mientras se supone que el ayuntamiento diseñaba una pasarela para cruzar las vías y la autovía A-6.
Pero hace unas semanas Renfe consideró que había dado suficiente plazo e instaló los tornos (aunque aún no funcionando) y comenzó a cerrar la estación por las noches. Como aún no hay ninguna alternativa peatonal, esto supone el aislamiento nocturno de los vecinos que necesiten moverse de forma peatonal entre La Marazuela y el casco urbano. Y si Renfe decide poner en funcionamiento los tornos, también el diurno.
Las alternativas peatonales
Esto no sería problemático si los vecinos contasen con una alternativa peatonal para cruzar al otro lado de las vías, pero no es así. La alternativa más rápida, que lleva como mínimo 15 minutos según hemos podido comprobar sobre el terreno, obliga a circular por zonas sin acera, con grandes desniveles y altos bordillos, de muy difícil accesibilidad.
La otra alternativa supone un camino de más de 30 minutos, también por zonas con aceras estrechas o directamente sin espacio para el peatón, atravesar una pasarela sobre la carretera que se tambalea con el movimiento y cruzar a pie la incorporación a la autopista A-6. Ambas rutas tienen en común el paso por zonas oscuras y descampados, con la consiguiente peligrosidad en la noche.
¿Existen alternativas para mantener el paso?
En algunas estaciones de Cercanías, como Las Margaritas (Getafe) o La Serna, se dan casos parecidos en los que el paso inferior de la estación es la única conexión peatonal entre dos zonas de un municipio. En ese caso lo que se ha hecho ha sido situar los tornos en el acceso de cada andén, de forma que el paso peatonal sigue siendo accesible para cualquier ciudadano sin pagar billete. En el caso de Las Rozas es más complicado hacerlo, ya que el acceso al paso inferior está muy integrado en el andén y colocar vallas a su alrededor provocaría un estrechamiento poco recomendable en una estación de trenes.
Los ciudadanos pagan la dejadez de administraciones
En ecomovilidad.net defendemos el transporte público como eje básico de la equidad social, que permite la accesibilidad plena: permite a todos llegar a todas partes. Sin embargo, en este caso la decisión de una empresa pone en cuestión esta labor de unión del transporte y lo convierte en una barrera. En época de crisis nos preguntamos si realmente es más rentable comprar, instalar y mantener tornos en todas las estaciones cuando se podría combatir el fraude con sanciones más altas y un mayor número de revisores en los trenes.
En todo caso, no podemos culpar solo a Renfe. El ayuntamiento de Las Rozas no puede confiar la accesibilidad peatonal a todo un barrio a una infraestructura ferroviaria, porque pueden suceder cosas como estas. Y por las fotos que hemos tomado en el propio lugar, parece que el Ayuntamiento de Las Rozas tiene por delante una enorme tarea para hacer que sus calles sean accesibles para los peatones. Por ahora esperamos que la prometida pasarela peatonal (cuyas obras se supone que se inician en septiembre) sea un primer paso para ello.
En Las Margaritas, Getafe, Renfe Cercanías a efectuado como en este artículo el cierre del paso subterráneo que unía dos zonas del municipio separadas por las vías.
En este caso, nos vemos obligados a transitar de forma muy peligrosa por una carretera, sin acera y sin apenas arcén, que tiene las entradas y salidas a la A-42.
Lo peor es que este paso lo utilizan a diario decenas de chicos chicas que iban desde sus casas al otro lado de la estación, donde está ubicado su instituto.
Vergonzoso.
En este caso, el problema es del Ayuntamiento que no tiene acondicionada Las Rozas para la movilidad de los peatones. Se ha gastado 14 millones de euros en un puente faraónico por donde casi no pasan coches y no ha hecho nada por mejorar los accesos a La Marazuela.
Creo poder afirmar que ahora mismo es casi imposible que una persona en silla de ruedas pueda ir desde La Marazuela hasta el Casco Urbano, sin jugarse la vida.
Me parece lamentable ver como se gastan el dinero en poner tornos por doquier mientras tenemos algunas estaciones hechas una pena (Véase Getafe Industrial) o los baños cerrados o directamente ausentes en casi todas, obligando a la gente a mear en los propios andenes (ya que aquí hay demasiadas 446 y en los civias es bastante habitual que el baño esté fuera de servicio). Pero claro, la pasta importa más que el confort de los viajeros…
en Sitges (Barcelona) los ciudadanos disponen de una targeta propia para atravesar el paso sin coste…
discrimina los no ciudadanos pero como solución provisional funciona…
Siento ser tan tajante, pero en estos temas este país sencillamente DA ASCO. Es el país de las barreras, las vallas, las alambradas y los tornos hasta para ir a mear. Cuando se viaja a países que se toman el transporte público en serio y se observa no sólo que los sistemas son abiertos, sino que cuando los andenes están al mismo nivel de la calle son prolongación natural de la misma sin ninguna separación física, y siempre se puede acceder a cualquier andén desde cualquier lugar por el camino más corto, que muchos puentes ferroviarios son al mismo tiempo peatonales, que el ferrocarril no está vallado salvo donde hay pantallas acústicas, etc. etc., lo de aquí resulta sencillamente deprimente. Y ahora esto. Si al usuario del transporte público se lo pasan por el forro de los…, sometiéndole a innumerables molestias, rodeos y pérdidas de tiempo, el peatón es que sencillamente no existe en sus mentes.
Lo están haciendo perfecto para conseguir que la gente odie el ferrocarril (con motivo), que hablen de barrera urbana (con razón) y reclamen el que lo quiten de ahí. Luego nos quejamos de la mentalidad antiferroviaria de la gente.
La conversión del Cercanías en sistema cerrado es una de las mayores cagadas que se ha cometido en el transporte público de España en las últimas décadas.
Estoy harto de ser el único que compra/valida un billete en esa estación. Estuve durante 2 semanas utilizándola a diario. Y yo era el único que lo picaba a la entrada. Todos los días, sin excepción, pasaba igual. Y no me creo que todo el mundo tenga abono transporte….
Siento el problema que eso les provoque a los vecinos, pero realmente el fallo es del ayuntamiento por no alargar la pasarela de la A-6 sobre las vías del tren.
¿Son los tornos la manera de evitar el fraude? Mientras Cercanías siga sin penalizar a los viajeros sin billete (16€ para mí no disuade de nada) seguirá habiendo fraude con torno o sin él.
https://ecomovilidad.net/madrid/metro-sin-tornos-madrid
No es la unica manera, pero si una manera.
Quema muchisimo el pagar el transporte como si fuera un lujo y ver como la gente a tu alrededor «se lo ahorra»
Bueno siendo en Las Rozas no creo que la gente tenga problemas en sacar del bolsillo 1,60€ y tomárselo como un peaje para pasar al otro lado del pueblo.
Ojalá te toque a tí, listo
Luisito, tu diminutivo parece decir mucho de tu edad mental. En Las Rozas hay gente de todo tipo, y los que circulan a pie tienen todo el derecho del mundo para moverse por su barrio como hacen los de Getafe o Móstoles, por ejemplo
Esta situación dura ya 54 días.
En Las Margaritas este problema como tal no existe, pues en ambas direcciones, a menos de 5 minutos, existen puentes (¡¡¡Uno de ellos incluso habilitado para viandantes!!!) puesto que se da la circunstancia que la vía del tren transcurre paralelamente a la A-42
En cualquier caso, es absurdo que el ayuntamiento permite que el único paso en una zona quede cortado a antojo de una empresa, creando barrios casi aislados que pasan a ser vistos como barrios «de segunda»