Hace unos días el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) dio a conocer los datos de pasaje en metro y bus relativos al primer y segundo cuatrimestre de este año. Según explicaron Antoni Poveda, vicepresidente de Transport i Mobilitat del AMB, y Joaquim Forn, presidente de TMB, entre los meses de enero y agosto las redes de metro y autobús registraron cerca de 431 millones de pasajeros, lo que supone un incremento global de 6’6 millones. Sin embargo, si analizamos con algo más de detalle los datos podremos constatar que los resultados no son igual de positivos para metro y autobús.
Así, mientras el metro registró cerca de 8 millones de usuarios más entre enero y agosto de este año que durante el mismo período del año pasado, lo cual representa un aumento del 3’2%, en el bus los resultados fueron bastante más discretos, pues los autobuses de TMB registraron 2 millones menos de pasajeros (-1’7%) y los de gestión indirecta del AMB tuvieron un incremento inferior a 1 millón de usuarios (+1’8%). En definitiva, pues, la pérdida de pasaje registrada por el bus de TMB no se vio compensada por el aumento que experimentaron las líneas de gestión indirecta, sino por el metro.
Aunque el AMB y TMB lo obvian en su balance, debemos tener en cuenta que el importante corte que se produjo en Rodalies entre el 4 y el 27 de agosto para cubrir las vías en el acceso sur a Barcelona, que dejó sin servicio el tramo comprendido entre las estaciones de Sants, L’Hospitalet de Llobregat y Bellvitge, sin duda contribuyó a mejorar los registros del metro de ese mes respecto a los del año pasado.
En definitiva, los datos dados a conocer hace unos días no son malos en su conjunto, pues suponen la consolidación de la tendencia favorable que se apuntó ya a principios de año, cuando se hizo público que durante el 2010 había aumentado el número de usuarios del metro y del bus en un 2%. Aunque entre enero y agosto de 2011 el incremento global es algo menor (del 1’6%), desde ecomovilidad.net Barcelona lo consideramos razonablemente positivo teniendo en cuenta la situación económica actual.
No obstante, entendemos que el Àrea Metropolitana de Barcelona ofrece una visión que en determinados momentos resulta sesgada y poco crítica consigo misma. Para empezar, en los titulares de la nota de prensa en que se explicaban los últimos datos obtenidos únicamente se hablaba del incremento global registrado y se hacía referencia al metro y a los autobuses de gestión indirecta, que ofrecían datos positivos, pero no a los buses de TMB que, una vez más, obtuvieron malos resultados. Y es que no debemos olvidar que al descenso del 1’7% que se produjo entre enero y agosto de este año en los buses de TMB hay que sumarle otro decrecimiento, del 3’3%, que registraron durante el año 2010.
Además, el descenso de usuarios en los buses de TMB se atribuye básicamente al transvase que se produce hacia las estaciones de metro inauguradas durante los últimos meses en las líneas L2, L5, L9 y L10.
Desgraciadamente, TMB es poco proclive a reformular su oferta de bus y a redistribuir su flota como consecuencia de la apertura de nuevas estaciones de metro, lo cual merma su competitividad. Y así ha sido una vez más, como se pone de manifiesto al comprobar que los buses de Horta tuvieron un 22’8% menos de pasaje a raíz de la ampliación de la línea L5 de metro hasta Vall d’Hebron y que los buses de Badalona y Santa Coloma de Gramenet registraron un descenso medio del 7’6% en gran parte por las nuevas estaciones de las líneas L2, L9 y L10.
No obstante, en este resultado probablemente también debe haber influido el paulatino descenso en la velocidad comercial del bus en Barcelona, que actualmente es de apenas 12 km/h y que en las líneas que carecen de carril bus ronda ya los 10 km/h. Estos datos ponen de manifiesto una vez más la imperiosa necesidad de reformular por completo la red de autobuses de Barcelona con el objetivo de jerarquizarla. Como ya explicamos en su momento y demuestran los últimos datos facilitados por el Àrea Metropolitana de Barcelona y TMB, es imprescindible implantar una red ortogonal de autobús con alta frecuencia y velocidad para acabar con esta tendencia negativa. El Ayuntamiento de la ciudad condal debe poner esta cuestión, de una vez por todas, entre sus prioridades.
Por lo demás, conviene destacar que los autobuses de gestión indirecta que prestan servicio en el Baix Llobregat obtuvieron buenos resultados entre enero y agosto de este año, con incrementos que a menudo alcanzaban el 5% y que en el caso del Nitbús se acercaban al 8%. En cambio, en Barcelona y el Barcelonès Nord el Nitbús obtuvo datos muy similares a los de hace un año.
También el balance en el Aerobús, en el Barcelona City Tour, en el Barcelona Bus Turístic y en el Tramvia Blau es positivo. Así, el Aerobús ha registrado entre enero y agosto de este año un incremento de pasaje del 32%. Este resultado es sensiblemente superior al obtenido por el propio aeropuerto durante este período, que fue del 20’5%. Gracias a los buenos datos del Aerobús, su cuota modal es cada vez mayor: mientras en 2008 lo usaba el 9’17% de las personas que iban al aeropuerto, en 2009 eran ya el 10’38%, en 2010 se alcanzaba el 12’26% y actualmente es el 13%. Por su parte, durante los dos primeros cuatrimestres de este año el Barcelona City Tour ha visto incrementado su pasaje en un 29%, mientras que el Barcelona Bus Turístic y el Tramvia Blau crecieron en un 12’2%.
Lamentablemente, no podemos hablar demasiado de las líneas que perdieron más pasajeros, pues tanto el AMB como TMB son reacios a dar datos al respecto. Sin embargo, es evidente que, si en términos generales el bus tuvo menos usuarios que durante el mismo período del año pasado y el Àrea Metropolitana de Barcelona destacó que el Nitbús del Baix Llobregat, el Aerobús, el Barcelona City Tour, el Barcelona Bus Turístic y el Tramvia Blau lograron incrementos importantes, buena parte de las líneas convencionales debieron arrojar saldos negativos en comparación con los del mismo período del año anterior.