¿Había razones para la huelga de TMB?

Durante las últimas semanas, los ciudadanos de Barcelona hemos estado pendientes de la huelga convocada por los trabajadores de TMB entre el 27 de febrero y el 1 de marzo, coincidiendo con la celebración del Mobile World Congress. Una huelga que, finalmente, no se ha producido.

A continuación analizamos los aspectos más relevantes de este conflicto laboral.

¿Cuál era la postura de ambas partes?

La convocatoria de huelga tenía su origen en la intención de TMB de congelar los sueldos este año y no abonar los atrasos del 2011 a sus trabajadores, dada la difícil situación económica por la que, al parecer, pasa la empresa. El pago de estos atrasos figuraba en el último convenio firmado entre Transports Metropolitans de Barcelona y sus trabajadores, hace ahora dos años, y suponen unos 700 euros por empleado.

Los trabajadores pedían, asimismo, que se dieran a conocer los sueldos de los más de 600 directivos y técnicos que no se rigen por el citado convenio, así como que se publicaran las cuentas de la empresa de los últimos años y que se detallara cuánto se había gastado en publicidad, marketing, contratos de mantenimiento con empresas externas y actuaciones como el Primavera Cultural y MouTV, entre otros. Finalmente, los trabajadores ponían de manifiesto que recientemente se ha rescindido el contrato a 50 conductores de autobús que desde hacía dos años trabajaban en la empresa.

Por su parte, la empresa ha manifestado en los últimos días que 23 directivos se han bajado el sueldo un 25% desde el año 2010, mientras que los trabajadores sujetos al convenio cobran ahora un 12% más que hace cuatro años, a pesar de que el IPC acumulado durante este tiempo ha sido de poco más del 7%. Asimismo, indicó que el ahorro que se preveía en sueldos era de 16 millones de euros.

El sueldo medio de un trabajador de TMB sujeto a convenio varía en función de las fuentes consultadas. Según UGT, los conductores de autobús cobran unos 29.000 euros brutos al año, es decir, unos 1.300 euros netos al mes, si bien el 10% de la plantilla es mileurista. En cambio, según la empresa, los sueldos oscilan entre los 28.000 y los 40.000 euros brutos al año. En cualquier caso, parece ser que los salarios en TMB son aproximadamente un 30% más altos que la media en el sector.

¿Cuáles eran las reacciones ante la convocatoria de huelga?

Ante este conflicto laboral, la inmensa mayoría de los representantes políticos de Barcelona, así como de los medios de comunicación, se pusieron del lado de TMB, con llamamientos a la responsabilidad de los trabajadores. Sin embargo, a menudo fueron más allá y utilizaron frases apocalípticas.

Así, por ejemplo, el alcalde Xavier Trias llegó a manifestar que la huelga era un hecho gravísimo porque podría llevar a Transports Metropolitans de Barcelona a una situación catastrófica y porque, en su opinión, el Mobile World Congress es tan importante como unos Juegos Olímpicos.

Para Joaquim Forn, presidente de TMB, la convocatoria de huelga era un error grave y poco responsable que hubiera perjudicado la imagen exterior de Barcelona y que habría afectado a la ciudad y a sus ciudadanos. Desde TMB se llegó a manifestar públicamente que el transporte público de la ciudad condal estaba al borde de la quiebra.

La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, manifestó la semana pasada que los trabajadores de TMB estaban jugando con puestos de trabajo, con la imagen del país y con un congreso, el de los móviles, que ha costado mucho que viniera a Barcelona, lo cual pondría en entredicho la reactivación económica de Catalunya. Por todo ello pedía un ejercicio de responsabilidad, de sentido común y de generosidad a los trabajadores.

También hicieron un llamamiento a actuar con responsabilidad muchos de los representantes políticos que están en la oposición municipal, como Assumpta Escarp (PSC), Alberto Fernández Díaz (PP) y Jordi Portabella (UxB), criticando la coincidencia de la huelga con el Mobile World Congress.Jordi Portabella, por ejemplo, comentó al respecto que aprovechar el congreso de móviles para hacer reivindicaciones laborales es legítimo, pero no era lo que convenía hacer.

También la prensa se posicionó mayoritariamente en contra de la convocatoria de huelga, con titulares como el de El Periódico de Catalunya que decía que TMB iba a la huelga “solo” por 700 euros al año por trabajador.

Por su parte, los hoteleros también criticaron que los trabajadores de TMB hicieran huelga. Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, manifestó que la decisión era muy poco solidaria y desproporcionada y que no era necesario internacionalizar el conflicto.

¿Cómo ha acabado la cuestión?

Los servicios mínimos que dictó el Departament d’Empresa i Ocupació de la Generalitat en caso de llevarse a cabo la huelga eran bastante amplios en comparación con los decretados en convocatorias anteriores.

Así, si hacían huelga tanto en el metro como en el bus, en hora punta (de 6:30 a 9:30 y de 17:00 a 20:00) habría un 65% del servicio, mientras que en hora valle se reduciría hasta el 30%. En cambio, si solo había huelga en el metro o en el bus, en hora punta habría un 50% del servicio y en hora valle, un 20%.

Sea como sea, tras negociar por separado los trabajadores de metro y los de autobús con la empresa, los empleados recibieron la oferta de congelar los salarios este año y cobrar los atrasos del 2011 entre el 2013 y el 2014. Esta propuesta salarial fue ratificada por cerca del 75% de los trabajadores del suburbano en un referéndum con votación secreta que se celebró el viernes y el sábado.

Los conductores de autobús, en cambio, esperaron hasta el domingo por la noche para tomar una decisión. Así, en una asamblea extraordinaria celebrada en las Cotxeres del Triangle estos trabajadores acordaron desconvocar la huelga, pero rechazar la propuesta de la empresa y seguir negociando con ella.

Conclusiones

Este conflicto laboral entre TMB y sus trabajadores ha puesto de relieve algunos aspectos que nos parecen interesantes. Repasémoslos:

– Al hablar de este tema, los representantes políticos han hecho hincapié en que una huelga en TMB precisamente cuando se celebra en Barcelona el congreso de telefonía móvil más importante del mundo era un error. Sin menospreciar la importancia de este congreso, parece que el daño que pudiera causarse a 60.000 congresistas era más importante que el ocasionado a las centenares de miles de personas que diariamente se mueven en transporte público por Barcelona y su área metropolitana.

– La movilidad ha demostrado ser un pilar sobre el que se sustenta Barcelona, de manera que sin movilidad sostenible la ciudad condal no funciona. Por eso es tan importante saber encontrar un término medio entre el derecho a la huelga y el derecho a la movilidad.

– Las fechas escogidas por los trabajadores para hacer huelga eran estratégicas para la negociación, pues probablemente sus reivindicaciones no se hubieran atendido igual si la convocatoria de paro se hubiera planteado, por ejemplo, dentro de un par de meses. En cualquier caso, los sindicatos han aprovechado esta circunstancia como cualquier empresa lo haría si, a la hora de negociar, detecta divisiones entre los representantes de los trabajadores. Es, pues, un arma legítima de presión.

– En todo caso, los ciudadanos nos hemos encontrado, como en otras ocasiones, entre dos aguas, pues los trabajadores del metro y del bus han intentado que nos pusiéramos de su lado al criticar el aumento de tarifas y la reducción de la oferta, mientras que la empresa ha tratado de convencernos de que los daños que nos causaría la huelga eran solo imputables a los trabajadores, y no a la falta de acuerdo entre ambas partes.

– La negociación se ha alargado tanto que, doce horas antes de comenzar la huelga de bus, los usuarios aún no sabíamos si esta se llevaría a cabo o no, con los perjuicios que eso supone para las familias a la hora de organizar las alternativas de transporte.

– La propuesta salarial planteada al final por TMB parece razonablemente buena. Esperemos, pues, que la cumpla para evitar nuevas movilizaciones y huelgas en un futuro cercano.

En definitiva, pues, cada cual puede sacar sus propias conclusiones sobre si existían o no motivos que justificasen la huelga en TMB. En todo caso, parece que esta vez se cumple ese dicho según el cual “la mejor huelga es la que no llega a producirse”.

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