¿Es el Plan de Calidad del Aire la solución a la contaminación de Madrid?

Imagen publicada por Jon Arregi en nuestra página de Facebook

A nadie le resulta desapercibido que la contaminación en 2011 ha sido una constante en la vida de nuestra ciudad. A comienzos del año pasado conocíamos que el Ayuntamiento de Madrid superaba los límites establecidos por la Unión Europea en el año 2010, siendo la media de 44 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno frente a los 40 establecidos por las instituciones europeas. Este año la cifra se ha incrementado hasta los 45 microgramos, siendo incluso mayor en estaciones como las ubicadas en la Plaza de Fernández Ladreda (63 mg/m³), o en Escuelas Aguirre (60 mg/m³). Así se constata que pese a que la corporación municipal haya solicitado la prórroga de cinco años de la aplicación de estos límites, las medidas que el Ayuntamiento ha realizado para mitigar la contaminación resultan ineficientes.

No obstante, en las últimas semanas la Delegación de Medio Ambiente y Movilidad ha presentado un Plan de Calidad del Aire, que pretende por parte del Ayuntamiento reforzar la acción en la materia. El plan consta de 70 medidas, de las cuales un 60% se centran en la movilidad sostenible, pero que recogen un 95% del presupuesto del plan. Las medidas en este ámbito se centran en restringir y disuadir el uso del vehículo privado a la vez que se fomenta el uso del transporte público de forma más eficiente y sostenible. Entre las actuaciones que han de realizarse destacamos las siguientes:

• Implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE): En esta zona se buscará disuadir el uso del vehículo privado, para ello se van a crear nuevas áreas de prioridad residencial en los barrios de Justicia, Ópera y Universidad; se peatonalizarán íntegramente calles del centro como Carretas, mientras que otras verán incrementada su superficie peatonal como Mayor. Además, las tarifas del estacionamiento regulado se verán incrementadas en un 10% en esta área, y el periodo de estacionamiento se incrementará en una hora.
• Fomento de nuevas formas de movilidad: Se promoverá el uso de vehículos eléctricos. La EMT es la gran beneficiada en esta área, estableciéndose una cuota del 100% de buses eléctricos o con gas natural comprimido (GNC); se crean nuevas líneas transversales y a centros de trabajo y se incrementará la longitud de carriles reservados a este medio de transporte. Asimismo, para el usuario se implantarán nuevos sistemas de pago (NFC, Internet, tarjeta de crédito) y una mejora de la información (instalación del servicio WiFi en paradas).
• Uso de la bicicleta en la ciudad: Se crearán carriles bici en el centro de la ciudad, destacando los ejes Mayor-Alcalá y la llamada M-10; se dará el impulso a un servicio público de alquiler de bicis con 1500 bicicletas y 3000 puntos de anclaje y se creará un registro voluntario de bicicletas.
• Por otra parte, las medidas de movilidad también tienen en cuenta la creación de aparcamientos disuasorios, el control de carga y descarga y el refuerzo de la Mesa de la Movilidad, que tome sus decisiones de un modo más eficaz.

Por otra parte el plan tiene en cuenta acciones en viviendas, las obras que se realicen en la ciudad, la revisión del Plan General de Ordenación Urbana o mayores medidas de sensibilización a ciudadano.

Según las estimaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, el plan supondrá que las emisiones de dióxido de nitrógeno que aludíamos anteriormente se verán reducidas en un 22% hasta 2015. La previsión del Ayuntamiento es que las acciones entren en vigor a partir de marzo o abril de este año, y supondrán a lo largo de estos cuatro años un desembolso de 162,113 millones de euros. Es fundamental que con la renovación de la corporación municipal de hace unos días se sigan manteniendo estos compromisos, de modo que en los próximos años pueda desecharse del imaginario de los madrileños la imagen de la boina de contaminación que cubre nuestra ciudad a la vez que las alertas por superar los límites permitidos de contaminación queden como algo anecdótico.