Plan Movele, para la implantación del coche eléctrico en la ciudad

El Ministerio de Industria presentó ayer el contenido del proyecto Movele, destinado a promocionar la implantación de vehículos de tracción eléctrica durante los próximos dos años. Este programa, puesto en marcha junto con los ayuntamientos de Madrid, Barcelona y Sevilla contempla tanto ayudas para la adquisición de nuevos automóviles, como actuaciones que faciliten su puesta en marcha y difusión. Si el plan cumple sus objetivos, se ahorrarán 2.773 toneladas de petróleo al año y se evitará la emisión de 4.471 toneladas de CO2.

En ecomovilidad.net os describimos el contenido del plan y analizamos las ventajas e inconvenientes que su puesta en marcha tendría en la movilidad urbana.

¿En que consiste el proyecto Movele?

Presentación del proyecto en el Ministerio de Industria.

Presentación del proyecto en el Ministerio de Industria

El proyecto Movele, impulsado por el IDAE (los de las bombillas de bajo consumo) contempla una inversión inicial de 8 millones de euros. Como proyecto piloto que es, sirve para demostrar la viabilidad técnica y energética de la movilidad eléctrica una vez finalizado el plazo de estudio. Estas son algunas de las actuaciones enmarcadas en el proyecto:

  • Introducir en los dos próximos años, 2.000 nuevos vehículos eléctricos de distintos tipos al servicio de instituciones, empresas y particulares, dentro del entorno urbano.
  • La instalación de 546 puntos de recarga eléctrica en plazas públicas de estacionamiento, que serán cofinanciadas por el Ministerio de Industria y los ayuntamientos. Algunas voces sugieren que se aprovechen las acometidas ya existentes en las cabinas telefónicas, cada vez mas en desuso, aunque este punto no está confirmado en el plan.
  • Ayudas directas para la adquisición de nuevos vehículos, que cubrirán un 15-20% del coste total, oscilando de 750 a 20.000 € según el tipo de vehículo (motocicleta, automóvil o camión).
  • Por su parte, los ayuntamientos de Madrid y Sevilla se han comprometido a que los vehículos eléctricos estarán exentos de pagar en las zonas de estacionamiento regulado (S.E.R.); en Barcelona esta medida está en estudio, según ha informado su alcalde.

¿Como afecta un vehículo eléctrico a la movilidad cotidiana?

El Ministro de Industria ha definido durante la presentación las ventajas que los vehículos electricos aportarán al conjunto de la sociedad una vez en circulación.

«El vehículo eléctrico es tecnología, es innovación, es alto valor añadido, es empleo de calidad, es exportación, es ahorro energético, es menor dependencia energética y es menores emisiones de CO2»

Miguel Sebastián

Si nos centramos en los aspectos que atañen directamente a la movilidad, se observan a primera vista las mejoras que aporta esta nueva tracción. Los vehículos eléctricos cortarían de raíz la principal fuente de emisión de partículas en nuestras ciudades, al tratarse de vehículos de emisión cero in situ. Los únicos residuos que generaría serían los derivados de las baterías desgastadas, y los generados en la producción de la energía eléctrica, cada vez menores gracias a la expansión de las fuentes renovables.

18 vehículos de este tipo se expusieron durante la presentación

18 vehículos de este tipo se expusieron durante la presentación

Otra de las ventajas inmediatas es la disminución de la contaminación acústica. Realmente no se trata de un vehículo totalmente silencioso, puesto que la rodadura sigue siendo una fuente de ruido, pero en cualquier caso es una emisión de ruidos mucho menor a la de cualquier vehículo con tracción a gasolina. Además, al no depender de ésta, tenemos un vehículo mas eficiente energéticamente con un consumo energético hasta 10 veces menor que los coches actuales, lo que redunda en un menor gasto económico y una menor dependencia energética.

Muchos medios han denunciado las principales desventajas de este tipo de vehículos, principalmente su baja autonomía (hasta 150 km), los problemas de repostaje y el alto precio inicial. Estamos seguros de que todos estos problemas se irán solucionando paulatinamente según avance la investigación tecnológica y empiecen a circular. Estos problemas no difieren mucho de los que el automóvil clásico tuvo que vencer hace un siglo, cuando apareció en nuestras ciudades.

Un atasco de coches eléctricos, sigue siendo un atasco

Sin embargo, los vehículos eléctricos arrastran un problema inequívocamente unido a su propia concepción: siguen siendo un automóvil privado. La nueva tracción eléctrica únicamente soluciona los problemas derivados de las emisiones contaminantes, pero el resto de problemas generados por el tráfico privado seguiría existiendo: la ocupación del viario urbano, la congestión generada por los atascos, las externalidades causadas por los accidentes de tráfico, la inhabitabilidad de nuestras ciudades o la exclusión social de los que no pueden conducir un coche (el 60% de la población); son problemas independientes de la fuente de energía utilizada.

Por este motivo, pensamos que la tracción eléctrica no puede ser la panacea que acabe con el problema de la movilidad, ni mucho menos la pieza clave para la movilidad sostenible. Valoramos positivamente el contenido del plan, puesto que supone un paso adelante en el ámbito ambiental y económico, pero es necesario que este tipo de medidas se acompañen de actuaciones mayores destinadas a hacer más habitables nuestras ciudades, tal y como contempla la Estrategia Española de Movilidad Sostenible.

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10 thoughts on “Plan Movele, para la implantación del coche eléctrico en la ciudad

  1. hola
    he entendido bien ?¿?¿?
    8.000 euros de subvención a fondo perdido para comprar un semi monstruo de estos ?¿??
    Pero como se permiten destrozar nuestros impuestos, con lo que cuesta ganarlo, eso los que tenemos trabajo.
    Por que malgastar los impuestos de los que no tienen ni trabajo, ya es …
    innombrable.

  2. En lugar de eximir de tasa de aparcamiento a los eléctricos, el Ayuntamiento debería dejar la misma tasa actual, y subírsela a los vehículos de combustión. ASí, todos pagan por ocupar espacio público, sólo que algunos algo más por contaminar con ruido y humos.

    Considerando como está el metro cuadrado de vivienda en alquiler, la zona azul y verde está tirada de precio…

  3. En fin, cuando Adri escribe un artículo poco queda que añadir, pues no se le suele escapar nada. Me uno al temor de que, so pretexto de la nula contaminación in situ, alta eficiencia energética y baja contaminación acústica (evidentes ventajas), asistamos a un fomento de los desplazamientos en vehículo privado en el entorno urbano, algo completamente insostenible por la mera ocupación del espacio viario (salvo bicicletas, claro). No soy partidario de la exención de la tasa de aparcamiento, pues a la hora de ocupar espacio es irrelevante el tipo de propulsión del vehículo.

  4. Totalmente de acuerdo con vosotros. Es decir, coches va a haber siempre, lo que pedimos es que haya sólo los necesarios. Y si los que hay contaminan menos, aún mejor.

    Pero no podemos pensar que por usar un coche eléctrico ya está todo solucionado, al igual que no tiramos folios en blanco a la basura por muy reciclados que sean…

  5. A mi me parece genial. Pero España no está preparada para sustentar un parqué de más de 10.000 vehículos eléctricos. Por lo menos, el estado de nuestras energías renovables no lo está. Me parece absurdo que lo que no se consuma a través de un coche, se haga a través de las centrales eléctricas que tenemos y que consumen ese combustible.
    Si habláramos de Dinamarca, por ejemplo, cuya electricidad proviene en un alto grado de molinos de viento, me parecería bien. Pero aquí nos encontramos con el otro lado de la moneda, poco uso de las renovables como molinos de viento y placas solares que además están anticuadas y se caen de mierda.
    Lo primero debería ser lo primero y creo que es prioritario, en España, invertir en energía solar,eólica y demás renovables a «facilitarnos» el transporte privado del centro comercial a casita.
    Mientras que esa situación vaya mejorando, a incentivar el transporte público, cómo bien decís.

    1. Hombre… España actualmente está haciendo grandes inversiones en energías renovables (de hecho se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los países que más invierten en este tipo de energías).

      Y ojala en España las placas solares estén anticuadas y se «caigan de mierda» eso significaría que al menos tenemos un pasado de energías renovables, pero no lo tenemos.

    2. >>Me parece absurdo que lo que no se consuma a través de un coche, se haga a través de las centrales eléctricas que tenemos y que consumen ese combustible.<<

      Aunque estoy de acuerdo en que a España le falta un buen camino hasta alcanzar un porcentaje "renovable" en sus fuentes de energía, no tienes en cuenta un aspecto fundamental: la eficiencia energética de cada modo de tracción.

      La energía que consume un sólo vehículo de gasolina, es la misma que se necesita para alimentar a 10 vehículos eléctricos. Evidentemente, las centrales consumirán (sobre todo si no son renovables) pero con unos costes ambientales y económicos menores que los actuales.

  6. Me parece estupendo que se promuevan iniciativas que intenten introducir en nuestras ciudades los coches eléctricos. Es cierto que de momento tienen poca autonomía y son más caros. Pero como en toda tecnología, es cuestión de tiempo. Recordad por un momento qué móvil llevabais en el bolsillo hace solo cinco años y cuál llevais ahora.

    Aun así, como recuerda Adri, la energía eléctrica no es la solución a todos los problemas. Es cierto que tendremos ciudades menos contaminadas y menos ruidosas. Pero los coches seguirán ocupando espacio y generando atascos y accidentes. Un coche es y seguirá siendo un coche.

    Por ello, se deberá seguir promoviendo el transporte público y vigilar que las exenciones de las que ya se hablan, como liberar a los eléctricos de pagar el estacionamiento regulado, sean solo medidas temporales que promuevan el paso a la nueva energía. También hay que dejar claro que el mensaje seguirá siendo que se debe usar el vehículo privado de forma racional, aunque no vaya propulsado con combustible.