El pasado mes de marzo, en plena pre-campaña electoral, el Cabildo de Tenerife anunciaba a bombo y platillo la nueva tarjeta sin contacto. Una tarjeta sin contacto que, como denunciamos en su momento en ecomovilidad.net, no existía aún y que el propio Cabildo prometió que estaría operativa en el mes de octubre.
Debemos remontarnos al año 2006, hace casi diez años, cuando el Cabildo de Tenerife -administración competente en transporte público en la isla- empezó a hablar de la tarjeta sin contacto. Prometían integración total en una sola tarjeta con la que no hacía falta el contacto para poder validar el viaje. Los tranvías que llegaron a finales de ese mismo año ya contaban con máquinas canceladoras que permitían usar este título de transporte. Ahora, con la nueva tecnología, esas máquinas no son válidas.
Llegado el mes de octubre, pasadas las elecciones, y sin rastro alguno de la tarjeta sin contacto el Cabildo ha vuelto a sacar una fecha: la tarjeta no la veremos este año. Las pruebas, según ha podido saber ecomovilidad.net, empezarán en el Área Metropolitana y en un reducido número de usuarios a finales de enero de 2016 y no se espera que dichas pruebas acaben hasta junio de ese mismo año, momento en el cual cualquier usuario podrá acceder a la tarjeta.
Sin embargo poco se sabe de ella. El Cabildo sigue hablando que la tarjeta permitirá ofrecer descuentos personales en función del uso de cada usuario y su trayecto, pero se desconoce totalmente la política tarifaria a aplicar una vez esté operativa. Nadie se atreve aún a hablar de descuentos, zonas tarifarias o abonos completos que permitan a los usuarios de líneas como la 102, 103, 110 o 111 pagar por una tarifa plana mensual.
En el último artículo sobre este tema en Ecomovilidad.net nos preguntábamos «¿Llegará realmente la sin contacto o seguiremos los pasos de Madrid que tardó diez años en implementarla?». Y lamentablemente sí, diez años esperando una tarjeta sin contacto que aparece en los medios todos los meses pero sigue sin acabar de llegar.
Jaja yo me acuerdo de chico que fui con mi instituto a unas charlas que hacía cierta caja de ahorros en relación a sostenibilidad, y en una de ellas estaba todo el elenco directivo de TITSA, pues bien, a mis años, me atreví a preguntar porqué no se había adoptado el sistema «sin contacto», que lo había visto por primera vez en París (porque eso fue unos años antes que se implantara en Gran Canaria), y los caballeros me contestaron con su cara más grande que en torno al año siguiente lo iban a poner en prueba. Casi SEIS años después, aún no ha salido a la luz jajaja… Qué guasa más grande se trae esta isla.
Entro, digo el consabido «en Ávila llevamos varios años con ese sistema» y me voy 🙂
¡Y en Gran Canaria!